Dominio Omega [Omegaverse BL]

Capítulo 64

Antes de las doce de la noche, cuando Cindy ya estaba dormida, escuchó que su celular vibraba insistentemente, por lo que revisó y leyó un mensaje de Lior, que decía que se iban a mudar de hotel. Al principio imaginó que todavía estaba soñando, pero luego de restregarse los ojos, leer de nuevo el mensaje, y asegurarse que era su jefe, la mujer saltó de la cama.

El hombre le pedía en su mensaje que buscará un hotel en iguales condiciones y que hiciera una reservación antes de las siete de la mañana, cuando se suponía tenían la última reunión. Las razones eran desconocidas y lo que estaba pasando, fuera lo que fuera, absurdo, pero Cindy acató sin rechistar, simplemente asegurando su salario.

No fue difícil encontrar un hotel que fuera igual de bueno que ese, pero quizás lo complicado era llamar al departamento de recursos humanos y dar una razón lógica para que el siguiente hotel fuera costeado por la empresa. No es que existiera un problema al tratarse del CEO, pero incluso si era fácil para el omega decir que él pagaba todo, Cindy prefería seguir el protocolo y evitar cualquier conflicto futuro. No importaban los imprevistos, lo mejor siempre era arreglar todo lo más rápido posible de la manera correcta.

Ahora debo avisarle a todo el equipo ejecutivo y creativo sobre esto...

Por un momento Lenoxx deseo acercarse hasta la habitación del CEO y preguntarle por el cambio, a ver si era posible para ella disuadirlo. No obstante, incluso si lo hacía, por la manera tan precipitada y brusca con la que fue comunicado todo, honestamente no parecía solo una decisión que pudiese disuadir con palabras.

Luego de tomarse un par de calmantes, lavarse la cara y prender su tableta que tenía el brillo a la mitad y le iluminaba el rostro, Cindy luchó contra el sueño y escogió el mejor hotel que pudiese reemplazar a ese, aunque sonase exagerado y posiblemente falaz. Si bien podía haber un mejor sitio que ese, resultaba simplemente agotador la idea de mudarse cuando ya faltaban tres días para regresar. Sin embargo, en los momentos en los que Cindy cerraba los ojos y se tocaba el párpado izquierdo que palpitaba, creía que la decisión del CEO tenía una razón, un secreto por el cual ella debería luchar en mantener mudo e intacto.

*

*

Después de su última reunión, que dio por terminada los últimos detalles del desfile y presentación que tendría la empresa ese día, el primero en abandonar la sala fue el CEO. Todos sabían sobre su decisión, pero incluso si Héctor intentó preguntar y bromear sobre el cambio, Lior no estuvo dispuesto siquiera a soltar una sola palabra. Como era usual, Conte no demostró nada más allá de la fría indiferencia, pero a su alrededor se cernía una inquietante aura de desconfianza, por lo que era sabido que algo lo tenía molesto.

A todo esto, el gerente se disculpó con Lior e intentó disuadirlo de irse, a cambio de descuentos y regalos. Aún así, el peligro no accedió, por lo que de manera indulgente el hotel ignoró algunas políticas de cancelación y no le dieron muchos problemas al pelinegro, que parecía querer irse lo más pronto posible de ese sitio.

—Señor, yo reservé una suite presidencial para dos personas...ya que el señor Blair no ha llegado.

En la puerta del cuarto de Lior, Cindy avisó mientras que miraba al CEO cerrar la última maleta. Probablemente estuvo desde la madrugada empacando y organizando, por lo que ya estaba listo para irse. Al no obtener respuesta de lo que dijo, Cindy volvió a hablar.

—¿Hice bien...?

—Sí.

La mujer había visto esa reacción, ese pequeño instante en que los movimientos del omega se detenían y luego continuaron con lo que hacía. El hecho de haber nombrado al hombre pelirrojo, que todavía no estaba presente, logró que Lior reaccionara, como si todo este tiempo estuviese sumergido en sus propias cavilaciones. Lastimosamente esos momentos no duraron mucho.