Dominio Omega [Omegaverse BL]

Capítulo 66

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Ven, vamos a un lugar más privado.

Guiado por el hombre, Lior apretó la mano que lo conducía hasta el baño, donde por el momento no había nadie y estaban solos. Cuando entraron, filtrándose el olor a cloro y aromatizante, el omega empezó a sudar frío. ¿Por qué olía igual que el baño de aquella vez?

—Blair...

La voz de Lior sonaba hueca y muy suave, así que probablemente esa era la razón por la que el hombre no lo escuchó. Cuando vio que Blair miraba en cada cubículo del baño, asegurándose de que no había nadie, el pelinegro volvió a alzar la voz.

—Blair...Blair te juro que yo no estoy metido en esto, tú sabes perfectamente que yo no estaría metido en ese tipo de cosas, yo-

El pelirrojo agarró del brazo a Conte y lo metió con él en el cubículo del centro. Al ver que el alfa no decía nada, el omega tragó saliva.

—Blair...

Kollmaan alzó la tapa del váter con el pie y tiró en ella la pastilla, que todavía sostenía en la mano. Cuando jaló la cadena y esta se fue por el desagüe, el pelirrojo se giró a verlo.

—Yo...

El hombre más alto extendió los brazos y los enrolló alrededor del cuerpo de Lior, en un estrecho y cálido apretón. Al sentir que el rostro del alfa estaba recostado sobre su hombro, el omega escaló los brazos por sus espalda y se aferró a su ropa. Ahora sus ojos estaban fijos en el techo blanco e inmaculado, con la vista borrosa.

—No sabes lo mucho que me preocupé cuando Cindy me dijo que habías cambiado de hotel —El olor, la sensación y la calidez fueron reconfortantes y consumieron el corazón del omega—. Intenté llamarte pero no contestaste, y no sabes lo mucho que me angustie.

El corazón de Lior dio un vuelco. La sensación de que ponía los pies sobre la tierra lo golpeó como un camión a toda velocidad.

—Por favor, dime que sucede.

Todos los eventos que sucedieron en ese corto periodo de tiempo regresaron a la mente de Lior. Desde que ayudó a Mikkel, darse cuenta que el chico había abortado, hasta enterarse que era un drogadicto. Probablemente él había sido el culpable de que tuviera una pastilla de metanfetamina en el bolsillo, probablemente todo lo que estaba sucediendo a su alrededor era su culpa.

—¿Lior?

Eran tantas las cosas que quería decir que la mente del omega se quedó en blanco. ¿Por dónde debería empezar? ¿Sería el momento para decirlo? Por la manera en la que el silencio surgia entre los dos, quizás no debía quedarse callado más tiempo.

—Yo-

Al vibrar su celular en el bolsillo trasero, Lior recordó el tipo de lugar en el que estaba. Se sentía tan feliz de ver a Blair que olvidó el tipo de presencia que tenía que operar en ese evento, y aunque en ese momento no le importara, deseando ser abrazado firmemente por el alfa, si su móvil estaba sonando de esa forma era porque lo necesitaban urgentemente.

Lior intentó ignorar la llamada.

—Contesta —La voz cálida y comprensiva del alfa apretó el corazón de Lior, claro que él diría eso—. Ahora que estoy aquí, estaré a tu lado todo el tiempo posible.

El pelirrojo se acercó y le besó la frente. Sus labios latieron sobre la piel del omega, atravesando su cuerpo, y le recordaron que no estaba solo.

—Hablamos al rato.