Fix me (Severus Snape).

Capítulo 31: Recuerdos.

// TRIGGER WARNING: El siguiente capítulo contiene escenas sobre violencia escolar que podrían herir la sensibilidad del público. //

// Si estás pasando por una situación similar, o conoces a alguien que está pasando por una situación similar, por favor comunícate al número local de la CNDH. No estáis solos. //

En el estudio del aula de pociones se estaba desarrollando un pequeño caos, pues mientras el profesor Snape revolvía apresuradamente en sus armarios, buscando entre brebajes el que pretendía administrarle a Luna Lovegood, el joven Ivan se encontraba de cuclillas frente a ésta, intentando desesperadamente atraer su atención para sacarla del bucle en el que estaba.
Sin embargo, la rubia parecía encontrarse aún lejos de ese momento, respirando agitadamente todavía, y con las pupilas considerablemente dilatadas, señal del estupor que aún le invadía.

El profesor había terminado de reunir los ingredientes que usaría para la poción, cuando vino desde el aula aquel característico bullicio que avisaba la presencia de la siguiente clase asentándose ya en sus respectivos lugares.

-Hágalos salir de aquí, ahora.- Sentenció Snape al joven búlgaro mientras encendía el fuego bajo un caldero de hierro.
Ivan asintió con la cabeza y salió aprisa al salón, donde anunció el aplazamiento de la clase para el día siguiente.
Severus volteó los ojos al escuchar los gritos de júbilo entre los estudiantes, sin embargo, mantuvo su concentración en la poción.

El joven búlgaro observó aliviado a los jóvenes que dejaban sus lugares, antes de regresar al despacho junto a su mentor.

Tan afectado estaba por la situación, que no se percató siquiera de la intensa mirada que le dirigía desde su lugar aquel joven rubio. Pues, de haberlo sabido, hubiese advertido que éste divisó a Lovegood en el resquicio de la puerta que se cerraba tras su espalda.

Draco Malfoy esperó a que el salón se hubiese vaciado por completo, excusándose con sus compañeros por un par de puntos extra que debía debatirle a Snape, para así no levantar sospechas.

Así realizado, se acercó con cautela hasta quedar del otro lado de la puerta, atento a la conversación que se desarrollaba en el interior.
Reconoció la voz de Luna, quien balbuceaba aún entre sollozos, llamando a Vlach y a su madre.

-Luna, mírame.- Repetía la que reconoció como la voz de Ivan.

-No tiene caso, señor Kolev.- Le interrumpió Snape con su voz profunda. -Está en shock.-.
Malfoy escuchó con claridad el sonido de un líquido sirviéndose en porcelana.
-¿Qué es...?- Preguntó Ivan.
-Ricino.- Mencionó secamente. -Y una mezcla de hierbas que no vale la pena mencionar ahora mismo.- Sentenció.
-Le llevarán a un sueño profundo.-. Se escucharon sus pasos. -Beba, señorita Lovegood.-.

Durante un momento no hubo más que silencio.

En el interior, el joven Ivan admiró con sorpresa a Lovegood, quien parecía haber caído desmayada casi inmediatamente después de beber la poción.

Pasados un par de minutos, el profesor Snape se acercó un cajón junto a la joven, tomando asiento en él y sujetando la pálida mano de Luna entre las suyas.
Cerró los ojos.

Ivan Trató de permanecer en un rincón donde su presencia no estorbase, prestando particular atención a todo lo que ocurría en ese momento.

No más de cinco minutos después, el profesor estaba "de regreso en sí", poniéndose de pie en silencio, pensativo.
-¿Qué es lo que le pasa?- Preguntó Ivan, aún inseguro.

Draco afinó los oídos más que nunca.

Severus suspiró hondamente.
-Digamos que la señorita Lovegood está teniendo recuerdos.- Dijo finalmente. -Recuerdos que no debería tener.-. Sentenció.