Fix me (Severus Snape).

Capítulo 19. Over the moon

Un par de canciones después, lo único que quedaba en los asientos eran sacos y capas pertenecientes a los asistentes, quienes habían entrado en calor visiblemente hace bastantes ponches.

Minerva McGonagall sonrió.
-Le dije que Vlach haría un buen trabajo con la música para los jóvenes.- Miraba la escena con Dumbledore a su lado.

El público coreaba eufórico al borde del escenario. Dianna miró a sus jóvenes amigas entre la multitud, y sintió en su corazón la plenitud de ese momento que jamás regresaría.

-You'd have to stop the world just to stop the feeling!- Cerró su presentación dejando a la multitud acalorada, justo para recibir al siguiente grupo.

La joven bajó del escenario, rodeada por sus amigos, quienes la recibieron entre abrazos y felicitaciones.
Luna la miró sonriente a la distancia, esperando a que el grupo se disipara para poder reunirse con ella.

Vlach caminó hacia la rubia, tratando de refrescarse un poco con un abanico de plumas negras.
-Cómo estuve?- Preguntó al encontrarse frente a su amiga.

-Tuvieron que hacerme reanimación cardiopulmonar después de la primera canción.- Bromeó Lovegood.- Eres una artista magnífica.

Vlach rió. -Estaba tan avergonzada, dios mío.- Dijo tomando asiento en una de las mesas vacías, mientras colocaba su cartera sobre ella.

-No puedes tener para este punto duda alguna de que conquistaste al público.- Luna se sentó a su lado. -No tuve el placer de conocer a tu madre. Pero sé con certeza que esto la hubiera hecho sentir orgullosa.- Luna recargó su cabeza en el hombro de su amiga.

La joven sonrió tratando de evitar las lágrimas.

-Oh no, no llores.- Luna la miró conmovida.- Nuestras madres aún están aquí. Estoy segura de ello.- Dijo tomando la mano de su amiga entre las suyas.

Vlach recargó su cabeza sobre la de Luna y repasó la escena frente a ella. Sin duda alguna se habían lucido con aquel evento, pues la decoración era preciosa. Miró a las parejas en la pista: Para sorpresa de todos Ginny había terminado asistiendo con Neville, quien estaba sacándole brillo a la pista con sus mejores pasos. Observó divertida a Harry y Ron, quienes para este punto habían sido abandonados por sus respectivas parejas. Hermione, por su lado, parecía estar teniendo el mejor día de su vida junto al campeón.

Dirigió sus ojos hacia Cedric y Cho, los cuales se miraban perdidamente el uno al otro. Dianna meditó. No podía reconocer si alguna vez se había sentido de esa manera, jamás tuvo su romance adolescente, no intercambió cartas ni recibió flores con dedicatorias.
Los sentimientos que tenía en ese momento eran mucho más complejos, tanto que ni siquiera ella podía descifrarlos o armarse de valor para pronunciarlos en voz alta.

Dianna se enderezó cruzando las piernas y abrió su bolso,  sacando un labial junto a un elegante espejo dorado.

Luna la miró impresionada mientras pintaba sus labios de rojo.
Sonrió.- Qué guapa eres.-.

Dianna ruborizó, abanicándose teatralmente con modestia.
-Bailamos?- Preguntó.- Al final, no traje acompañante.- Susurró cabizbaja.

-No digas eso, chica.-Dijo Luna levantándose emocionada.- Aquí hay un cordial caballero dispuesto a todo por ti.- Sonrió inclinándose con caballerosidad mientras tomaba su mano y la llenaba de besos.

-Basta, bailaré contigo.- Vlach reía.

Las amigas se dirigieron a la pista entre risas, y de pronto el tiempo pareció ir en cámara lenta. Ponche tras ponche, y vino tras vino, las amigas giraban, saltaban, se tomaban de las manos y cantaban frente a frente hasta perder el aliento.