Capítulo 35 : El Sendero del Caos

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Ese sueño de nuevo, la niña Sarkaz odiaba tener ese sueño recurrente que sacude su mente cuando dormía. Uno que no podía evitar.

No era más que un mar de llamas que alguien podría llamar el infierno, junto a la marea de fuego cuerpos de personas cercanas a ella, incluyendo su tutora legal. Silence

Sueños terriblemente dolorosos para alguien tan joven, rápidos como el destello que hacían que despertara agitada a la mañana siguiente. Afligida por todo el caos que ve.

Pero este sueño es algo distinto, distinto a cualquier sueño que tuvo y tendrá el resto de su vida, en medio del mar de llamas habían unas personas allí paradas como si nada, como si todo el fuego a su alrededor no existiera.

Las llamas envolvían su posición, no las quemaban en lo absoluto, no podían quemar a la encarnación del fuego mismo.

Seres encapuchados por grandes túnicas oscuras que no revelaban su rostro, una figura es mucho más grande que el resto llegando a una altura de más de 2 metros, alzaron sus manos al aire generando una gran llama que empezó a crecer. Pero antes que se diera cuenta.

El sueño había terminado.

...

Despertó lentamente, su visión estaba borrosa mientras sus nervios inflingían un dolor crónico en sus nervios que no provocaban más que dolor inmenso.

Un dolor que llevaba siempre en su cuerpo infectado, pero esta vez estaba más agudo que nunca, apenas podía abrir los ojos y se sujetaba a si misma tratando de aguantar el dolor que por momentos aumentó su intensidad.

Al tratar de abrir sus párpados veía de reojo a seres que no conocía, variables de tamaño y contextura. Logró abrirlos finalmente.

Al frente suyo había una espada en espiral clavada en el suelo, emitía un calor reconfortante que ofrecía cobijo a cualquier afortunado que estuviera cerca de ella. Trató de mirar a su alrededor.

No tardó en encontrarse con Cinder, quien recibía un pergamino algo quemado de una mujer araña.

Pero esta mujer no es normal, es similar a las mujeres arañas que combatieron hace un rato, pero esta no se veía especialmente conflictiva.

Al notar su movimiento el no muerto se dio la vuelta, este no tenía su yelmo puesto por lo que vió una leve sonrisa al ver que la niña estaba bien

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Al notar su movimiento el no muerto se dio la vuelta, este no tenía su yelmo puesto por lo que vió una leve sonrisa al ver que la niña estaba bien.

Cinder : ¿ Estas bien Lord Ifrit ?, te desmayaste

Ifrit : eso creo... - se levantó - ¿ Donde estamos ?

Cinder : en una pequeña guarida, la suya - refiriéndose a la mujer de blanco - aquí reside

Ifrit : ¿ Quien es ella ?, se ve igual que las otras - apunto de tomar su arma

Cinder : no te preocupes, no nos hará daño, aunque es ciega

Arknights : Cenizas De La Maldición LatenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora