Más que una segunda oportunidad//kivi

Capitulo 30|Te odio.

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AVISO: Este capítulo contiene contenido delicado. Se creo con todo el respeto que conlleva estas situaciones que lamentablemente siguen sucediendo. Un abrazo y mucho amor para aquellas personas que tuvieran que pasarlo. 🫂

Gracias por leer.

Chiara Oliver

—Todo comenzó cuando empecé a salir con Nicole, mi ex novia. Siempre te dije que después de ella quedé con inseguridades y con el miedo a no volver a confiar en nadie. Pero la verdad es que no era solo eso. Había algo más, algo que no había podido compartir con nadie hasta ahora. La relación con Nicole había dejado cosas más profundas de lo que jamás había admitido. No solo eran inseguridades y miedo, sino también una sensación de vulnerabilidad y desconfianza que se había arraigado en mi interior. Cosas que había mantenido ocultas, incluso para mí misma.

—Con Nicole, al principio, todo parecía perfecto. Me trataba bien, estaba ahí cuando lo necesitaba, aunque a su manera. Era como un sueño, todo era color rosa. Hasta diría que era sano... —Me detuve, dejando que la ironía de esa palabra flotara en el aire.

Me quedé callada por unos segundos, recordando la contradicción que implicaba utilizar ese término para describir mi relación con Nicole. "Sano" era la última palabra que se me ocurriría para definir lo que viví con ella. Pero en ese momento, al principio, todo parecía tan diferente.

La palabra "sano" resonaba en mi mente como una burla, un recordatorio de cómo había sido engañada por las apariencias. Nicole me había mostrado una fachada de amor y cuidado, pero detrás de ella se escondía una realidad mucho más oscura.

—Sano —repetí, casi para mí misma, sacudiendo la cabeza—. Es irónico, ¿verdad? —Levanté la vista hacia Violeta, buscando comprensión en sus ojos.

—Ella fue mi primera vez en todo. En su momento, creí que me estaba enseñando lo que era el amor. Me mostraba atención, cariño y dedicación. Pensé que era el amor perfecto, el amor que había estado buscando. Pero en realidad... —Mi voz se quebró— ...solo me había enamorado de un monstruo.

Recuerdo cómo me hacía sentir especial, cómo me hacía creer que era la única persona que importaba en su vida. Pero con el tiempo sé que era todo una fachada, una máscara que escondía la verdad. Ella me enseñó a confundir el miedo con el amor, a confundir el control con la devoción.

Me estremecí al recordar los momentos en que creí que había encontrado el amor, pero en realidad había encontrado un infierno. Un infierno que me había dejado cicatrices que aún dolían.

—Un monstruo —repetí, la palabra resonando en mi mente como un recordatorio de la realidad que había vivido—. No sé cómo pude enamorarme de alguien así. No sé cómo pude dejar que me hiciera daño.

—Qué difícil se me está haciendo esto, Violeta... —Dije con la voz muy quebrada, las palabras apenas saliendo de mi garganta.

Recuerdos dolorosos y traumáticos comenzaron a fluir. Miradas que me hicieron sentir vulnerable, manos que me tocaron sin consentimiento, palabras que me susurraron mentiras, susurros que me hicieron sentir culpable... Todo volvía a mí, vivo y palpable.

—Todo vuelve, Violeta. Todo. —Mi voz se rompió, las lágrimas cayendo sin control—. Es como si estuviera viviendo de nuevo todo.

Me sentí atrapada en una pesadilla que no podía escapar. Cada recuerdo era un recordatorio de la violencia y el abuso que había sufrido. La memoria era cruel.

—Si quieres, podemos parar, Kiki. En serio, te lo digo. Si sientes que esto no te está ayudando, paramos. No quiero que te sientas incómoda o que revivas momentos dolorosos sin sentir que estás avanzando. —Violeta me miró con una preocupación genuina y profunda—. Quiero que estés bien, necesito que estés bien. Tu bienestar es lo más importante para mí.