Corazón Gitano

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Lucía.

Siempre creí en las energías, en la terapia, en las regresiones y en todo lo relacionado a lo espiritual y psicológico. Mi circulo de amistades generalmene tienen las mismas creencias que yo.

—Te lo recomiendo, Gachi, es espectacular saber sobre tu vida pasada. No te vas arrepentir —Dijo Manuela, una amiga de la familia.

—Gracias Manu, siempre quise hacer esto. Visitaré cuanto antes el lugar.

—Lo mejor es que, podes hacer regresiones para ver sucesos de tu infancia o regresiones para ver cosas de tu vida pasada. Yo quedé maravillada.

La ansiedad me invadía al máximo. Siempre quise hacer esto, pero una u otra cosa me detenían. Quizás el miedo de saber de qué me puedo enterar.

En este momento de mi vida prefiero ver mi vida pasada, en mi infancia aún hay cosas que siento que prefiero no saber.

Muy entusiasmada y con algo de temor saqué un turno para dentro de dos días.

*****

—Lucía, necesito que te sientes, que te relajes, que confíes en lo que ves, pero sobre todo que te saques todos los miedos que tengas. —Habló el terapeuta.

Hice caso, traté de estar lo más tranquila posible y mientras él me hablaba con total tranquilidad y paz, comencé a sentir que me iba adentrando a otro mundo, a otra vida, a otra yo.

Ví a Joaquín. Tenía un aspecto diferente, lucía más joven y tenía una sonrisa que me robó el corazón. Yo sabía que era él, esa mirada era exactamente la misma, esos ojos cargados de ternura y de amor los conocía a la perfección.

Estábamos sentados en un jardín repleto de flores y él me tomó la mano antes de hablar.

—Gracia, mi amor —Dijo con una voz suave. —Eres tan linda, aún más que todas estas rosas juntas.

Mi corazón latió con fuerza ante sus palabras.

En ese instante distintas imágenes pasaron por mi mente. Al parecer, Joaquín y yo éramos una pareja feliz, llena de amor y pasión. Nunca me voy a olvidar de la manera en que nos mirábamos, la forma en que me hacía reír, y como me sentía ante su protección.

De repente esa imagen preciosa y colorida que estaba observando, se tornó todo lo contrario; oscura y triste.
Ya no estábamos en el lindo jardín, estábamos escondidos durante una noche fría y silenciosa, detrás de lo que parecía ser una cueva.

—Gracia, jurame que nada de lo que me pase te va impedir hacer tu vida. 

—Por favor, Luis, no digas eso.

—Están viniendo por mí, y lo sabes. Nos descubrieron.

—¿Por qué el amor tiene que doler? Yo te amo y soy capaz de enfrentarme a quién sea por tí.

—¿No entiendes? Tu familia jamás aceptará que estés con un cristiano. Si por mi fuera, dejaría mi religión, me haría gitano por tí, te seguiría en lo que sea, estaría dispuesto a renunciar a mi propia familia, con tal de que la tuya me acepte, pero ellos no estarán dispuestos a escuchar. Por favor, ahora vete, corre y escóndete.

—No pienso dejarte solo, yo soy responsable de romper las normas.

—Por favor, no hagas que esto sea más doloroso, vete, Gracia. Y deja de llorar, que ver tus ojos marrones cristalizados es algo que ni dentro de 8 vidas más podré olvidar.

Estaba a punto de besarlo, pero de repente volví al presente, volví a ser Lucía, volví a ser la única versión de mi que conocía hasta hace tan solo un rato.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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