Miedo a Sentir

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"Te veo desde lejos,

Y aveces me detengo,

Porque el miedo a encariñarme

Me abraza como una sombra.

Es como si el viento me advirtiera,

Que los sentimientos pesan más de lo que parecen.

Te siento cerca,

Pero algo me retiene,

Una duda, un temor silencioso

De que al abrir mi corazón,

No haya vuelta atrás. "

Es curioso, siempre he querido encontrar a alguien como tú. Alguien con quien compartir mis días, mis pensamientos, mis sueños más locos. Y sin embargo, ahora que estás aquí, tan cerca, el miedo me invade. No es que dude de ti, ni de lo que podríamos ser juntos, pero hay algo en la idea de encariñarse que me aterra. No puedo evitar preguntarme: ¿Qué pasa si me dejo llevar demasiado? ¿Qué pasa si abro mi corazón y, en algún momento, todo se desmorona?

Creo que es más fácil mantenerse a distancia. Desde aquí, todo parece seguro. Puedo admirarte en silencio, puedo imaginar cómo sería tomarte de la mano, cómo sería escuchar tu risa en momentos de absoluta complicidad. Pero mientras no me acerque del todo, no hay riesgo. No hay peligro de caer en ese profundo abismo de emociones del que quizás no haya vuelta atrás.

A veces pienso que tal vez estoy protegiéndome de mi mismo. El encariñarse significa que te doy una parte de mí que no sé si podré recuperar. Significa que cada día me importas un poco más , que cada día te vuelves más esencial para mí. Y eso es hermoso, pero también me da miedo. Porque, ¿qué pasa si algún día ya no estas? ¿Qué haré con esa parte de mí que te pertenece?

Sé que estos miedos son irracionales, que el amor siempre lleva consigo el riesgo, que las conexiones reales no se construyen sin vulnerabilidad. Pero, aun así, me encuentro poniendo barreras, dejándome cauteloso. Quizás sea porque, en algún punto, alguien me enseño que cuando más te encariñas, más duele cuando todo cambia. Y no sé si estoy preparado para eso.

Pero luego, cuando te veo sonreír o cuando nuestras miradas se cruzan brevemente, algo dentro de mí se afloja. Porque, a pesar del miedo, sé que valdría la pena. Sé que la vida no se vive desde la seguridad, sino desde el riesgo. Y si no me atrevo a dar ese paso, tal vez me pierda de lo mejor que la vida tiene para ofrecerme. Tal vez me pierda de ti.

El miedo a encariñarse es real, pero también lo es la posibilidad de lo que podríamos tener. Así que, aunque mi corazón me pida prudencia, hay algo en ti que me empuja a ir más allá. A abrirme. A intentarlo. Porque, al final, no se puede evitar sentir que encariñarse contigo podría ser lo más hermoso que me haya pasado. 

Para ti, que aún no llegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora