"Entre estrellas y galaxias distantes,
Mi corazón te busca, siempre constante.
En dimensiones que no puedo ver,
Sé que estás allí, esperándome sin saber.
El tiempo se pliega, el espacio se distorsiona,
Pero mi amor por ti jamás se abandona.
Cruzo universos en busca de tu ser,
Porque sé que en algún lugar, nos hemos de conocer."
En algún rincón del universo, existe una teoría que dice que hay infinitos mundos, infinitas realidades, todas coexistiendo al mismo tiempo. Cada decisión que tomamos crea un nuevo camino, una nueva posibilidad, y en alguna de esas posibilidades, siempre existe la persona que estás destinado a amar. Sin embargo, en nuestra realidad, esos caminos a veces no se cruzan.
Esta es la historia de dos almas, separadas por dimensiones que jamás se tocan, pero que siempre han estado conectadas. En un universo diferente al nuestro, ellos ya se han conocido. Son felices, sus vidas están entrelazadas en cada pequeño detalle. Pasean juntos por calles antiguas, descubren secretos ocultos en la naturaleza, y comparten sueños bajo cielos llenos de estrellas que nunca se apagan.
Pero en nuestra dimensión, esas dos almas aún no se han encontrado. Ella, en su mundo, sentía una extraña sensación, como si algo, o alguien, faltara en su vida. Era un vacío inexplicable, una falta de conexión que no entendía, pero que siempre la acompañaba. Mientras tanto, en otro rincón de la misma realidad, él experimentaba lo mismo. Cada vez que cerraba los ojos, soñaba con una persona que no podía ver claramente, pero cuyos ojos le eran tan familiares como los suyos.
A veces, en sus sueños, llegaban a encontrarse. No entendían por qué, pero en esos sueños se sentían completos. Caminaban juntos por paisajes que no existían en su mundo, bajo cielos de colores imposibles, donde las leyes del espacio y el tiempo no se aplicaban. Aunque nunca se hablaban, se entendían con una mirada, con un simple toque de sus manos.
En cada dimensión, existía una barrera invisible que los separaba, pero su amor era tan fuerte que, de alguna manera, siempre lograba romper esa barrera, aunque fuera por breves momentos. Era como si el universo entero conspirara para unirlos, pero algo en esta realidad siempre los mantenía al margen.
Con el paso del tiempo, ella comenzó a creer que esa sensación de vacío era más que una simple falta. Comenzó a estudiar teorías sobre multiversos, sobre realidades paralelas, y una idea empezó a formarse en su mente: en algún lugar, en alguna dimensión, había alguien esperando por ella, alguien con quien ya había compartido una vida, aunque no en esta. Aunque no pudiera verlo ni conocerlo aquí, sentía su presencia cada vez más fuerte, como si estuviera justo al otro lado de un velo que no podía atravesar.
Él, por su parte, también comenzó a sentir que los sueños eran más que simples imaginaciones. Empezó a escribir cartas a esa persona desconocida, cartas que nunca enviaría, pero que guardaba con la esperanza de que, de alguna manera, sus palabras cruzaran las barreras del espacio y el tiempo.
Y aunque en esta dimensión tal vez nunca se encontrarían, el amor que compartían en otras realidades les daba fuerza. Sabían que, en algún lugar, en alguna vida, estarían juntos. Su amor no estaba limitado por los confines de un solo universo; trascendía las estrellas, los planetas y el tiempo mismo. Porque, al final, el amor verdadero siempre encuentra su camino, aunque sea en un universo diferente.
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Para ti, que aún no llegas
RomanceEn un rincón del universo, hay almas destinadas a encontrarse, pero no siempre en el mismo tiempo o espacio. Este libro recoge historias y poemas escritos para alguien que aún no ha llegado, pero cuya presencia se siente en cada palabra. Desde susur...