cap 1

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La universidad de Seoul era un torbellino de vida, un lugar donde sueños se forjaban y corazones se entrelazaban. Felix observaba la escena desde la cafetería, su lugar habitual. Las risas de los estudiantes, el aroma del café recién hecho y el bullicio del campus creaban un ambiente vibrante, pero en su interior, todo era confusión.

Aquel día, Hyunjin había entrado en la cafetería con una sonrisa radiante, su cabello oscuro y brillante cayendo sobre su frente de manera despreocupada. Su estatura imponente, de 1.83 m, siempre lo hacía destacar entre la multitud, pero era su carisma lo que realmente atraía a las personas. Felix, con su estatura de 1.71 m y su cabello rubio, se sentía completamente a gusto a su lado.

Hyunjin se acercó a Felix, una bandeja de comida en sus manos. —¡Felix! ¿Te gustaría compartir esto conmigo? —preguntó, señalando un tazón de ramen humeante. Felix no pudo evitar sonreír; esa era una de las muchas cosas que amaba de su amistad.

—Claro, siempre es mejor compartir —respondió, tomando un par de palillos. Mientras comenzaban a comer, los murmullos a su alrededor parecían crecer. A pesar de que su amistad era sólida como una roca, los rumores de que eran pareja habían comenzado a circular por el campus. Algunos lo veían como un hecho consumado; otros, como una simple broma.

Felix sabía que había algo especial entre ellos, algo que iba más allá de la amistad. Pero siempre había una barrera, una línea que nunca se atrevieron a cruzar. Justo cuando estaba sumido en sus pensamientos, Karina apareció, interrumpiendo su pequeño momento.

—Hola, chicos —dijo, su voz suave y melodiosa, acompañada de una sonrisa radiante. Karina, con su cabello rubio y su estatura de 1.68 m, era el tipo de chica que capturaba miradas a su paso—. Hyunjin, ¿qué tal si vamos a la biblioteca más tarde? Necesito ayuda con el proyecto de diseño.

—Por supuesto, estaré ahí —respondió Hyunjin, su atención totalmente centrada en ella. Felix sintió un ligero nudo en el estómago. La forma en que Hyunjin la miraba, con esa mezcla de admiración y afecto, le hizo entender que su mejor amigo estaba cambiando.

Felix no tuvo tiempo para procesar sus sentimientos antes de que Karina se acercara más, seguida de sus amigas Winter, Giselle y Ningning. Las tres chicas, conocidas por su estilo y carisma, se unieron a la conversación. Sin embargo, sus miradas no eran amistosas; se posaron sobre Felix con desdén.

—¿Sigues aquí, Felix? —dijo Winter, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. No entiendo por qué Hyunjin sigue perdiendo su tiempo contigo.

—¿No deberías dejar que los chicos tengan sus momentos? —agregó Giselle, con una risa falsa que resonó en la mesa.

—Sí, es mejor que te alejes un poco —sentenció Ningning, cruzando los brazos. Felix sintió un escalofrío recorrer su espalda, incapaz de responder.

Karina, ajena al comentario hiriente de sus amigas, sonrió y le dijo a Hyunjin: —Vamos, es hora de ir a estudiar.

—Te veré después, Felix —dijo Hyunjin, y antes de que Felix pudiera decir algo, ya se había levantado, siguiendo a Karina y sus amigas.

Mientras los cuatro se alejaban, Felix sintió que su corazón se hundía. La tensión en el aire era palpable. Aunque Hyunjin había estado a su lado en muchas ocasiones, ese día parecía que todo había cambiado. Las risas y los buenos momentos que habían compartido se desvanecieron, reemplazados por un silencio incómodo.

Los días pasaron, y la relación entre Hyunjin y Karina se intensificó. Felix notó que Hyunjin se alejaba más de ella. Aunque seguían compartiendo risas y buenos momentos, había algo diferente. La chispa que había iluminado su amistad parecía apagarse.

Una tarde, mientras caminaba por el campus, Felix escuchó a dos chicas hablar sobre Hyunjin y Karina. —¿No crees que son la pareja perfecta? —dijo una de ellas—. Felix nunca tuvo una oportunidad, ¿verdad?

Felix sintió que su corazón se hundía. No era que deseara estar con Hyunjin; su amistad siempre había sido más importante. Sin embargo, la idea de que la gente pensara que eran pareja le dejó un sabor agridulce. ¿Y si había algo más entre ellos que nunca habían explorado?

Después de esa conversación, las cosas se volvieron más difíciles. Los rumores sobre Felix y Hyunjin comenzaron a disiparse, pero el daño estaba hecho. Hyunjin estaba cada vez más atrapado en la relación con Karina, y Felix se convirtió en un espectador silencioso.

Un día, después de clases, Hyunjin la llamó. —Felix, ¿podemos hablar un momento? —La expresión de Hyunjin era seria, y eso hizo que el corazón de Felix latiera más rápido. Se dirigieron a un rincón tranquilo del campus, lejos de las miradas curiosas.

—¿Qué pasa, Hyunjin? —preguntó Felix, tratando de mantener la calma.

—Karina ha estado hablando conmigo sobre nuestra amistad —comenzó Hyunjin—. Ella siente que deberíamos pasar más tiempo juntos y menos con... bueno, tú sabes.

Felix tragó saliva, sintiendo que la conversación estaba tomando un rumbo que no esperaba. —¿Te parece que deberíamos alejarnos un poco? —preguntó, la incertidumbre temblando en su voz.

—Es solo que... quiero que Karina se sienta cómoda. Ella es importante para mí —admitió Hyunjin—. No quiero que haya malentendidos.

Felix asintió, tratando de ocultar su desilusión. —Entiendo —dijo, su voz un susurro. La verdad era que no quería perder a Hyunjin, pero tampoco quería ser el motivo de la incomodidad en su nueva relación.

—Lo que tenemos es especial, Felix. No quiero que eso cambie —continuó Hyunjin, y en sus ojos había un destello de sinceridad que le hizo sentir un cosquilleo en el estómago. Pero la realidad era dura: los caminos de ambos estaban empezando a separarse.

Esa noche, Felix se quedó despierta, repasando la conversación en su mente. Se dio cuenta de que su corazón estaba dividido. Por un lado, quería que Hyunjin fuera feliz con Karina, pero por otro lado, se sentía frustrada por la distancia que se estaba creando entre ellos. ¿Realmente podría seguir siendo solo una amiga mientras sus sentimientos seguían creciendo?

El campus se sentía diferente al día siguiente. Los rumores que antes lo envolvían ahora parecían haber desaparecido, pero la atmósfera era tensa. Felix se sentó en su lugar habitual, esperando a que Hyunjin llegara. La cafetería estaba llena de risas y charlas, pero para ella, todo parecía distante.

Cuando finalmente Hyunjin apareció, su sonrisa iluminó el lugar, pero para Felix, había una sombra de preocupación en su mirada. Hyunjin se acercó y se sentó frente a ella. —¿Cómo va todo? —preguntó.

—Bien —logró decir, tratando de mantener la normalidad. Pero en su interior, la inquietud crecía.

Para intentar romper el hielo y volver a la confianza que siempre habían compartido, Hyunjin puso las piernas de Felix sobre su regazo. Este gesto familiar hizo que Felix sintiera un calor en su rostro. Mientras hablaban, Hyunjin comenzó a acariciar suavemente su pierna, un toque que despertó una mezcla de emociones en ella.

—¿Te parece que deberíamos hacer algo este fin de semana? —sugirió Felix, intentando desviar la conversación hacia algo más ligero.

—Claro, suena genial. Tal vez podríamos ir a ver una película —respondió Hyunjin, sin apartar la vista de ella.

Felix sonrió, sintiendo que, a pesar de todo, aún había espacio para su amistad. Pero en el fondo, sabía que las cosas estaban cambiando y que, tal vez, había que encontrar una manera de enfrentar la nueva realidad que se les presentaba. Las risas y los buenos momentos seguirían, pero el trasfondo de su relación estaba cargado de nuevas emociones.

Sin embargo, después de ese momento, las cosas tomaron un giro inesperado. Hyunjin se sumió en su relación con Karina y dejó de hablarle a Felix por completo. La fría distancia creció entre ellos, convirtiendo su amistad en un recuerdo que se desvanecía. Felix intentó mantener la esperanza, pensando que era solo una fase, pero cada día sin la calidez de su mejor amigo se sentía como una eternidad.

Los días se convirtieron en semanas, y la ausencia de Hyunjin pesaba en el corazón de Felix.

LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora