cap49

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Un Nuevo Comienzo

El amanecer trajo consigo una luz dorada que se filtraba a través de las cortinas de la habitación, iluminando la escena tranquila. Felix se despertó antes que Hyunjin y Sunghoon, disfrutando de un momento de paz en el que podía observar a su familia. Hyunjin estaba reclinado en el sofá, todavía dormido, con su brazo protectivamente alrededor de su hijo. Sunghoon, con su rostro sereno, parecía estar en un sueño profundo, ajeno a las preocupaciones del mundo exterior.

Felix sintió una oleada de amor y gratitud. Había soñado con formar una familia, y ahora, al mirar a Hyunjin y a su pequeño, comprendía que sus sueños se estaban convirtiendo en realidad. Sin embargo, sabía que no siempre había sido fácil. Había habido momentos de duda, de miedo, y desafíos que parecían insuperables. Pero cada obstáculo había fortalecido su vínculo, y cada día juntos les había enseñado la importancia del amor, la confianza y el apoyo mutuo.

Con un suspiro suave, se levantó del sofá, tratando de no despertar a los dos hombres más importantes de su vida. Decidió preparar un desayuno especial. Se dirigió a la cocina y comenzó a buscar ingredientes, pensando en lo feliz que se sentirían ambos al despertar y encontrar una sorpresa esperándolos.

Mientras cocinaba, su mente vagaba hacia el futuro. Había tanto que quería lograr con Hyunjin y Sunghoon. Quería ser la mejor madre posible, pero también deseaba seguir cultivando su relación con Hyunjin. Sabía que con el tiempo, y a medida que Sunghoon creciera, necesitarían encontrar un equilibrio entre ser padres y mantener viva su conexión como pareja.

Cuando el desayuno estuvo listo, Felix colocó los platos en la mesa, decorándolos con frutas frescas y un toque de miel. El aroma a pan tostado y café recién hecho llenó el aire, y sintió que su corazón se llenaba de alegría al pensar en la sorpresa que estaban a punto de recibir.

De regreso en la sala, Hyunjin se despertó por el delicioso olor que provenía de la cocina. Abrió los ojos, sintiéndose un poco aturdido pero agradecido al ver a Felix moverse con gracia. Se estiró y acarició la cabeza de Sunghoon antes de levantarse.

—Buenos días, hermosa —dijo Hyunjin, acercándose a Felix, quien se encontraba en la cocina.

—¡Buenos días! —respondió Felix con una sonrisa radiante—. He preparado algo especial para nosotros.

Hyunjin miró con sorpresa la mesa bien servida y no pudo evitar sonreír. —Esto se ve increíble. Eres la mejor.

—Quería que comenzáramos el día de una manera especial. Además, después de anoche, creo que ambos lo merecemos.

Se sentaron juntos a la mesa, y mientras comían, las risas y la conversación fluían con naturalidad. Compartieron anécdotas de la noche anterior, y Hyunjin se mostró aliviado de que Felix hubiera disfrutado de su tiempo con las chicas.

—Debemos hacerlo más a menudo —sugirió Felix—. Es bueno para nosotros tener tiempo para nosotros mismos.

—Tienes razón —respondió Hyunjin, con una mirada pensativa—. Tal vez podamos planear algo para salir más seguido.

Después de desayunar, se dedicaron un tiempo para jugar con Sunghoon. Felix sacó algunos juguetes coloridos, y los tres se tumbaron en la alfombra de la sala, riendo y disfrutando de la compañía mutua.

Los días se convirtieron en semanas, y la rutina familiar comenzó a estabilizarse. Felix se sentía más segura en su papel de madre, y Hyunjin continuó siendo un padre amoroso y atento. Sin embargo, había momentos en los que la presión de ser padres les recordaba la fragilidad de su situación, especialmente cuando se trataba de equilibrar el trabajo y la familia.

Una tarde, mientras Hyunjin estaba en una reunión importante por video llamada, Felix decidió darle un respiro y cuidar de Sunghoon. Mientras estaba en la habitación, escuchó a Hyunjin hablando sobre un nuevo proyecto que requería su atención constante. Cuando la llamada terminó, Hyunjin se unió a ellos y, al ver la preocupación en su rostro, Felix no pudo evitar preguntar.

—¿Estás bien? Pareces estresado.

—Es solo el trabajo, creo que estoy tratando de encontrar un equilibrio. A veces siento que no puedo dar lo mejor en ambas partes —confesó Hyunjin, dejando escapar un suspiro.

Felix se acercó y tomó su mano. —Sabes que no tienes que hacerlo todo solo. Estoy aquí para apoyarte, y juntos podemos encontrar la manera de que esto funcione.

Hyunjin asintió, pero aún sentía una pesada carga sobre sus hombros. —Quiero ser el mejor padre y el mejor socio que pueda ser, pero a veces siento que no tengo suficiente tiempo.

—Podemos hacer un plan —sugirió Felix—. Podemos establecer momentos en los que tú y yo podamos tener tiempo juntos, y así también puedes dedicarte a tu trabajo.

Con esa conversación, comenzaron a trazar un plan. Hicieron un calendario donde dividieron sus responsabilidades y se aseguraron de programar tiempo de calidad juntos. Además, tomaron la decisión de buscar ayuda externa, como una niñera ocasional para poder salir y recargar energías.

Con el tiempo, lograron encontrar un equilibrio entre sus roles como padres y como pareja. Felix comenzó a sentir que podía ser tanto madre como individuo, y Hyunjin se sintió más apoyado y menos abrumado. Juntos, aprendieron a comunicarse más y a no dudar en pedir ayuda cuando lo necesitaban.

En una de esas noches en las que finalmente tenían tiempo para ellos, se sentaron juntos en el sofá después de acostar a Sunghoon. La sala estaba iluminada suavemente, y el ambiente era perfecto para una conversación sincera.

—No puedo creer cómo hemos crecido juntos en tan poco tiempo —dijo Felix, sintiéndose emocionada.

—Sí, parece que fue ayer cuando solo éramos nosotros dos, y ahora somos una familia —respondió Hyunjin, tomando la mano de Felix y acariciándola suavemente.

Felix sonrió, sintiendo que todo lo que habían vivido valía la pena. —A veces, me asusta pensar en el futuro. Quiero que siempre estemos juntos.

Hyunjin la miró a los ojos, transmitiendo seguridad. —Siempre estaremos juntos, Felix. Hemos pasado por tanto y hemos salido más fuertes. Nada nos separará.

Con esas palabras, Felix sintió una profunda conexión con Hyunjin, sabiendo que, pase lo que pase, tendrían el uno al otro y a su pequeño Sunghoon.

Mientras el reloj marcaba la medianoche, se abrazaron con ternura, recordando que cada momento compartido era un ladrillo en la construcción de su amor y su familia.

Así, con los corazones llenos de esperanza, los tres se adentraron en una nueva etapa de su vida juntos, dispuestos a enfrentar todo lo que viniera, con amor como su guía y su fuerza.

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Fin

LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora