Las contracciones seguían llegando, cada vez más intensas, pero Felix encontraba consuelo en la presencia de Hyunjin. El tiempo parecía dilatarse mientras se preparaba para dar la bienvenida a su hijo, Sunghoon.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, la enfermera entró en la habitación, su rostro lleno de calma y profesionalismo. Hyunjin la miró con preocupación, pero la enfermera le sonrió, señalándole que todo estaba bien.
—Felix, ya casi es el momento —dijo la enfermera mientras se acercaba. —Cuando sientas la próxima contracción, quiero que empujes con todas tus fuerzas.
Felix asintió, sintiendo que la adrenalina corría por sus venas. Miró a Hyunjin, quien la observaba con una mezcla de amor y admiración.
—Lo haremos juntos, ¿sí? —le dijo Felix, buscando su mano.
—Sí, amor. Estamos en esto juntos. —Hyunjin la sostuvo firmemente, su mirada nunca abandonando la de ella.
La próxima contracción llegó, más fuerte que las anteriores. Felix sintió que su cuerpo respondía instintivamente, y, apoyándose en Hyunjin, comenzó a empujar, mientras la enfermera contaba.
—Uno, dos, tres... ¡Empuja!
Felix gritó y empujó con todas sus fuerzas, sintiendo el esfuerzo desgastante, pero sabía que estaba más cerca de conocer a su bebé. Hyunjin la animaba, sus palabras llenas de aliento.
—¡Eso es! ¡Puedes hacerlo, amor! ¡Eres tan fuerte!
Con cada empuje, la determinación de Felix crecía. Finalmente, en medio de una oleada de dolor y esfuerzo, escuchó un pequeño llanto que resonó en la habitación. Las lágrimas de felicidad comenzaron a brotar de sus ojos.
—¡Es un niño! —anunció la enfermera, sosteniendo a Sunghoon, quien aún estaba envuelto en una manta.
Felix sintió que su corazón estallaba de amor mientras la enfermera se lo entregaba. Con manos temblorosas, recibió a su hijo y lo sostuvo en sus brazos, contemplando su pequeño rostro.
—Sunghoon… —murmuró Felix, sonriendo mientras miraba al pequeño, su llanto ahora calmándose en su cercanía.
Hyunjin se acercó, sus ojos brillando de orgullo y amor. Se inclinó para mirar a su hijo, y en ese momento, el mundo exterior desapareció.
—Te amo, Felix. Hiciste esto posible. —Hyunjin acarició la cabeza de Sunghoon con ternura.
Felix sintió que la felicidad lo envolvía, mientras sabía que su familia, ahora tres, era su mayor logro.
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Felix sostuvo a Sunghoon en sus brazos, sintiendo cómo el pequeño se acomodaba contra su pecho, mientras una sensación de paz y amor la envolvía. El tiempo parecía detenerse en esa habitación, donde solo existían ellos tres. Hyunjin, de pie a su lado, observaba con admiración, su corazón desbordándose de orgullo.
—Es perfecto —murmuró Hyunjin, incapaz de apartar la mirada del bebé. —No puedo creer que sea nuestro.
Felix sonrió, sus ojos brillando con alegría. El viaje había sido largo y lleno de desafíos, pero cada momento había valido la pena. Sentía que su vida había cambiado para siempre.
—¿Te gusta el nombre? —preguntó Felix, aún con un toque de incredulidad en su voz. —Sunghoon.
—Me encanta —respondió Hyunjin, acercándose un poco más, dejando que el calor de su cuerpo envolviera a Felix y a su hijo. —Es un nombre hermoso. Fuerte, como tú.
El rubor en las mejillas de Felix se intensificó, pero fue rápidamente reemplazado por una calidez interior. Habían pasado por tantas cosas juntos, y ahora, al mirar a Sunghoon, se dio cuenta de que todo había valido la pena.
Poco después, el doctor entró en la habitación con una sonrisa amable, revisando a Felix y a Sunghoon. Con profesionalismo y calidez, el doctor se aseguró de que todo estuviera bien y les brindó algunas recomendaciones.
—Todo está perfecto —dijo el doctor, sonriendo al ver la felicidad que irradiaba la pareja. —Felix, te estás recuperando muy bien, y Sunghoon es un bebé muy sano.
Hyunjin se volvió hacia Felix, tomando su mano con ternura. —Mira lo que hemos creado juntos. Este es nuestro sueño hecho realidad.
Felix asintió, sintiendo que no había necesidad de más palabras. A pesar de las dificultades, de los miedos que había enfrentado, se sentía completa y plena.
Más tarde, mientras el doctor se retiraba, Hyunjin tomó a Sunghoon en brazos con cuidado y respeto. Miró al bebé, tratando de absorber cada pequeño detalle de su rostro.
—Vamos a ser los mejores padres —afirmó Hyunjin con determinación, sus ojos fijos en Felix. —Siempre estaré aquí para ustedes, sin importar lo que pase.
Las palabras de Hyunjin llenaron a Felix de amor y gratitud. —Y yo estaré contigo, Hyunjin. Esto es solo el comienzo de nuestra hermosa aventura como familia.
Mientras la noche caía y la habitación se llenaba con la suave luz de una lámpara, Felix y Hyunjin se acomodaron juntos en la cama, sosteniendo a Sunghoon entre ellos. Cada latido de sus corazones parecía resonar con el mismo ritmo, formando una conexión inquebrantable.
Estaban juntos, como una familia, y eso era todo lo que realmente importaba. El nuevo capítulo de sus vidas se abría ante ellos, lleno de amor, desafíos y la promesa de un futuro brillante. Con una sonrisa, Felix miró a Hyunjin y luego a Sunghoon, sintiendo que el mundo entero se había reducido a esos momentos perfectos compartidos entre ellos.
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Felix, sintiéndose agotada pero llena de amor, observaba a Sunghoon mientras su pequeño se acomodaba en sus brazos. La habitación del hospital estaba impregnada de un aire de intimidad y felicidad. Hyunjin, de pie junto a ella, no podía apartar la mirada de su pareja y de su recién nacido.
—Es tan perfecto, amor —dijo Felix, sonriendo mientras acariciaba suavemente la cabeza de Sunghoon. —No puedo creer que ya sea nuestro.
—Es un verdadero milagro —respondió Hyunjin, sintiendo una oleada de emoción. Se acercó un poco más, rodeando a Felix con su brazo mientras ambos miraban a su hijo. —Eres increíble, Felix. No puedo creer lo fuerte que fuiste.
Felix sonrió, sintiendo la calidez del abrazo de Hyunjin. —Lo hicimos juntos.
Un poco más tarde, el doctor entró para revisar a Felix y a Sunghoon. Observó al bebé con satisfacción, asegurándose de que todo estuviera en orden.
—Todo está perfecto —dijo el doctor, sonriendo a la pareja. —Felix, tu recuperación va bien, y Sunghoon es un bebé muy sano.
Hyunjin se inclinó hacia Felix, tomando su mano. —Mira lo que hemos creado.
—Sunghoon es solo el comienzo de nuestra familia —respondió Felix, sintiéndose emocionada. —No puedo esperar a vivir todas las aventuras que nos esperan.
Hyunjin miró a su pareja con una mezcla de adoración y determinación. —Siempre estaré aquí para ustedes, en cada paso del camino.
Mientras la noche se asentaba, la habitación del hospital estaba iluminada por la suave luz de una lámpara. Felix y Hyunjin se acomodaron en la cama, sosteniendo a Sunghoon entre ellos, sintiendo que sus corazones latían al unísono.
La conexión entre ellos era palpable, y en ese momento, supieron que estaban listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara como una familia. Todo el amor que sentían el uno por el otro y por su hijo era suficiente para superar cualquier obstáculo. La vida que habían construido juntos ahora tenía un nuevo significado, y estaban emocionados por el futuro que les aguardaba.
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LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?
FanfictionTítulo: La mejor amiga o la mujer de Hyunjin En la vibrante atmósfera de la universidad, Hyunjin, un carismático estudiante de negocios de 21 años y 1.83 m de altura, ha encontrado el amor en Karina, una brillante y talentosa chica de 20 años que su...