La sala estaba iluminada suavemente por la luz tenue de las lámparas, creando un ambiente íntimo que envolvía a Hyunjin y Felix. Después de ese intenso beso, ambos se encontraban en el sofá, sus cuerpos pegados y rodeados de una atmósfera cargada de deseo y emoción.
Hyunjin, sintiendo la calidez del cuerpo de Felix contra el suyo, se inclinó hacia ella, atrapando sus labios en otro beso ardiente. La intensidad de sus besos se reflejaba en la forma en que sus manos se exploraban, llenando la sala de susurros y risas nerviosas.
Felix, sintiéndose completamente libre y segura, comenzó a desabrochar la camisa de Hyunjin con manos temblorosas pero decididas. Cuando finalmente la prenda cayó al suelo, se quedó boquiabierta al ver la definición de su torso. La luz suave resaltaba cada músculo, y una oleada de admiración la invadió.
-Eres increíble -susurró Felix, incapaz de contener su asombro.
Hyunjin sonrió, sintiendo que sus inseguridades se desvanecían bajo la mirada de admiración de Felix. Sin pensarlo, deslizó su mano bajo la blusa de ella, acariciando su piel suave y tibia. El contacto hizo que Felix se estremeciera, y un suspiro involuntario escapó de sus labios.
Ambos se estaban dejando llevar por el momento, la conexión entre ellos volviéndose más profunda con cada caricia. La sala, que antes parecía solo un espacio, ahora se transformaba en un santuario privado donde podían explorar sus sentimientos sin temor.
Felix se aferró a los hombros de Hyunjin, sintiendo su cercanía y la seguridad que le ofrecía. La pasión que compartían se sentía como una explosión de color en sus corazones, iluminando la oscuridad de sus pasados.
Con un impulso de confianza, Felix se sentó sobre las piernas de Hyunjin, mirándolo a los ojos. La conexión que compartían era palpable, y ambos sabían que estaban listos para dar un paso más en su relación.
-¿Podemos...? -comenzó a decir Felix, sus mejillas sonrojadas mientras buscaba las palabras.
-Lo sé -interrumpió Hyunjin, sus ojos llenos de comprensión-. Estoy aquí contigo. Solo tú y yo.
Con esa promesa resonando entre ellos, Hyunjin tomó la mano de Felix y la guió hacia su pecho, permitiéndole sentir el ritmo acelerado de su corazón. Era un momento perfecto, donde la vulnerabilidad se transformaba en fuerza.
La sala, con su calidez y la cercanía de sus cuerpos, se convirtió en el escenario perfecto para su nueva historia. Una historia que prometía ser más que solo un encuentro; era el comienzo de algo hermoso y verdadero.
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RATO DESPUÉS
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Con cada embestida, Felix mordía sus labios, tratando de contener los gemidos que querían escapar de su garganta. Su expresión inocente contrastaba con la intensidad del momento; era una mezcla de placer y travesura que solo Hyunjin podía provocar en ella.
-Eres tan hermosa cuando haces eso -murmuró Hyunjin entre jadeos, su voz llena de admiración y deseo. Observó cómo Felix luchaba por mantener su compostura, su rostro iluminado por una mezcla de emoción y diversión.
Felix sonrió, sintiendo la conexión entre ellos crecer más fuerte con cada movimiento. Había algo liberador en dejarse llevar, en mostrarse vulnerable frente a Hyunjin, y esa vulnerabilidad la hacía sentir más viva que nunca.
A medida que Hyunjin intensificaba sus embestidas, la mirada de Felix se volvió más intensa. Ella sabía que podía dejarse llevar completamente, y cada vez que él la miraba, su corazón latía más rápido. La combinación de la pasión y el aire de desafío que Felix emanaba encendía aún más el deseo de Hyunjin.
-No puedo resistirme a ti -confesó Hyunjin, atrapando el rostro de Felix entre sus manos, admirando sus ojos llenos de fuego. Ella se sonrojó, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras.
Felix jugó con la idea de ser la chica inocente, pero en el fondo sabía que había un lado de ella que estaba ansioso por explorar todas las posibilidades con él. Cada embestida traía consigo un torrente de sensaciones; las paredes de su mundo se desmoronaban y solo quedaba el momento presente.
El sofá se movía levemente bajo el peso de sus cuerpos, pero eso no importaba. Estaban atrapados en su propio universo, y cada susurro, cada roce de piel se sentía como un pacto silencioso de amor y deseo.
-Hyunjin... -dijo Felix, su voz suave y seductora, y al mirarlo a los ojos, no pudo evitar hacer una mueca de satisfacción. Él sonrió, notando la mezcla de inocencia y provocación en su mirada, como si supiera que lo estaba llevando al límite.
Con cada movimiento, el aire a su alrededor se llenaba de energía, una electricidad palpable que los conectaba aún más. Felix cerró los ojos, permitiendo que las sensaciones lo inundaran, y su cuerpo se ajustó perfectamente al de Hyunjin, como si fueran dos piezas de un rompecabezas que encajaban a la perfección.
El tiempo pareció detenerse mientras se sumergían en ese océano de pasión, dejando atrás cualquier preocupación. El mundo exterior se desvaneció y solo existían ellos dos, atrapados en la magia de su conexión, descubriendo juntos el verdadero significado del deseo.
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A medida que la pasión entre ellos aumentaba, Hyunjin sintió que el mundo exterior se desvanecía aún más. Cada movimiento era un recordatorio de lo lejos que habían llegado, de cómo su relación había evolucionado desde la confusión y el deseo oculto hasta este momento crudo y lleno de emoción.
Felix abrió los ojos, mirando a Hyunjin con intensidad. Ella sabía que estaban en un punto sin retorno, y la idea de entregarse completamente a él la llenaba de una mezcla de nervios y emoción. Con cada embestida, su cuerpo respondía, uniendo sus almas en una danza que parecía eterna.
-Felix... -susurró Hyunjin, su voz un poco más grave, llena de deseo. Su mirada nunca se apartaba de la de ella, buscando siempre su aprobación. Había algo en su conexión que iba más allá de lo físico; se sentía como si fueran dos mitades de un todo.
-Sí, Hyunjin -respondió ella, su voz temblorosa pero firme. La cercanía de sus cuerpos, el calor que irradiaban, lo hacían sentir como si estuvieran creando su propio universo, un espacio donde nada más importaba.
Hyunjin profundizó su ritmo, sintiendo cómo Felix se adaptaba a cada movimiento, como si hubiera estado esperando este momento tanto como él. Ella mordió sus labios nuevamente, dejando escapar un ligero gemido que lo encendió aún más. La forma en que se entregaba, con una mezcla de inocencia y deseo, lo llevó al borde de la locura.
Felix, sintiendo la presión del momento, dejó que sus instintos tomaran el control. En un impulso juguetón, lo empujó ligeramente, haciendo que Hyunjin se recargara en el sofá mientras ella se montaba sobre él. La sorpresa en su rostro hizo que una risa suave escapara de los labios de Felix.
-Mira quién se siente atrevida ahora -bromeó Hyunjin, disfrutando de la vista de Felix sobre él, sus ojos brillando con una chispa de desafío.
-Solo estoy explorando mis opciones -respondió ella con una sonrisa traviesa, bajando la cabeza para dejar un suave beso en sus labios antes de volver a moverse. Hyunjin sintió una oleada de placer al tenerla tan cerca, la intensidad de su conexión palpable en el aire.
Mientras ella se movía, Hyunjin se dio cuenta de lo mucho que había deseado este momento, no solo por la intimidad física, sino por la forma en que sus corazones se entrelazaban. La noche continuaba, y con cada caricia, con cada susurro, estaban construyendo algo que iba más allá de lo que podían expresar con palabras.
Ambos se entregaron a la experiencia, a la conexión que habían estado cultivando durante tanto tiempo. Sabían que este no era solo un encuentro; era el comienzo de una nueva etapa en su relación.
Con cada momento que pasaba, la risa, los susurros y los gemidos llenaban el espacio que los rodeaba, como si el mundo exterior ya no existiera. Estaban completamente atrapados el uno en el otro, y cada toque, cada mirada, los acercaba más a lo que ambos anhelaban.
A medida que la noche avanzaba, la energía entre ellos se transformó en una promesa de lo que estaba por venir. Habían encontrado su camino hacia el amor, y no había vuelta atrás.
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LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?
FanfictionTítulo: La mejor amiga o la mujer de Hyunjin En la vibrante atmósfera de la universidad, Hyunjin, un carismático estudiante de negocios de 21 años y 1.83 m de altura, ha encontrado el amor en Karina, una brillante y talentosa chica de 20 años que su...