LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?

cap8

Encuentros Inesperados

El sol brillaba con fuerza en el cielo azul cuando Hyunjin, Karina y un grupo de amigos decidieron escapar a una casa de campo junto a un lago. Era un lugar que todos recordaban con cariño, lleno de recuerdos de risas, fogatas y juegos. Sin embargo, lo que no esperaban era que su viaje coincidiera con el de Felix y sus amigas.

Cuando llegaron, la casa era perfecta. Un espacio acogedor rodeado de árboles altos y un lago que brillaba con el reflejo del sol. El aire fresco y la tranquilidad del lugar prometían una escapada relajante, algo que todos necesitaban. Mientras Karina y los demás comenzaban a desempacar, Hyunjin se sintió un poco más ligero, olvidando, al menos por un momento, su malestar por la ausencia de Felix.

-Este lugar es increíble -dijo Karina, admirando la vista desde el porche-. ¡Vamos a disfrutarlo al máximo!

Los amigos se pusieron a planear actividades: kayak, senderismo y noches de fogata. Todo parecía ir bien hasta que, al caer la tarde, mientras se preparaban para la primera cena, escucharon risas que provenían de la casa de al lado. Una risa familiar que hizo que Hyunjin se detuviera en seco.

-¿Escucharon eso? -preguntó, frunciendo el ceño.

Karina lo miró, curiosa. -¿Qué pasa?

-Creo que hay gente en la casa de al lado... -dijo, tratando de recordar si había visto alguna otra reserva al llegar.

Mientras su grupo se dispersaba para preparar la cena, Hyunjin decidió acercarse a la orilla del lago, donde el sonido de las risas se hacía más fuerte. Su corazón se aceleró al asomarse un poco más y ver a lo lejos un grupo de chicas con las que estaba familiarizado.

No podía ser... ¿Felix y sus amigas estaban allí? Hyunjin se quedó paralizado, sintiendo un torbellino de emociones. Parte de él quería retroceder, evitar un encuentro incómodo. Pero al mismo tiempo, una parte de él anhelaba ver a Felix.

-¡Hyunjin! -lo llamó Karina, interrumpiendo sus pensamientos-. ¿Todo bien?

-Sí... solo voy a dar un paseo -respondió, sin poder despegar la vista del grupo que se reunía en la casa vecina.

Karina lo miró un momento y luego siguió adelante, dejándolo a solas con sus pensamientos. Se sentía dividido, y una parte de él no podía evitar sentir curiosidad por saber si Felix lo había notado. Después de un momento, decidió que era mejor no hacer nada y volvió al grupo.

La cena fue animada, llena de risas y anécdotas, pero Hyunjin no podía concentrarse. Su mente estaba en el lado de la casa, preguntándose cómo estaban Felix y sus amigas. Mientras sus amigos hablaban, él seguía robando miradas hacia la dirección de la otra casa, sintiéndose cada vez más inquieto.

Fue después de la cena, mientras estaban alrededor de la fogata, que escucharon una vez más las risas. Esta vez, era más clara y cercana, y todos se dieron cuenta. La curiosidad de Karina y los demás era palpable.

-¿Deberíamos ir a ver quiénes son? -sugirió uno de los amigos de Hyunjin.

A pesar de sus dudas, la mayoría estuvo de acuerdo. Hyunjin se sintió obligado a unirse, aunque su corazón latía con fuerza por lo que pudiera suceder.

Cuando llegaron a la casa de al lado, las luces estaban encendidas y la música sonaba alegre. Al abrir la puerta, el grupo se detuvo al ver a Felix y sus amigas sentadas en el sofá, rodeadas de aperitivos y bebida, disfrutando de su propia noche.

-¡Hyunjin! -exclamó Felix, con sorpresa y alegría-. ¡No puedo creer que estés aquí!

El resto del grupo se dio cuenta de la situación y miraron a Hyunjin con una mezcla de asombro y diversión. Karina, por su parte, sonrió de manera encantadora, como si todo esto hubiera sido planeado.