cap38

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Al día siguiente, Felix se despertó con la luz suave del sol filtrándose a través de la ventana del hospital. A su lado, Hyunjin aún dormía, su expresión serena y relajada, como si el mundo exterior no existiera. Sunghoon, acurrucado en su regazo, parecía tan pequeño y vulnerable, pero a la vez era el centro de su universo.

Felix acarició la cabeza de su hijo con ternura, sintiendo que su corazón se llenaba de amor. La noche anterior había sido un torbellino de emociones, pero ahora, con la luz del día, todo parecía más claro. Se dio cuenta de que la llegada de Sunghoon no solo había cambiado su vida, sino que también había reforzado su relación con Hyunjin.

Un suave sonido de movimiento hizo que Hyunjin abriera los ojos, mirándola con una mezcla de sorpresa y amor.

—¿Buenos días, mamá? —dijo él, sonriendo mientras se estiraba.

—Buenos días, papá —respondió Felix, riendo suavemente. —Mira a nuestro pequeño.

Hyunjin se inclinó hacia adelante, observando a Sunghoon con asombro. —Es increíble —susurró, sus ojos brillando con admiración—. No puedo creer que seamos padres.

Felix asintió, sintiendo una oleada de emoción. —Vamos a ser una gran familia.

Después de un rato, el personal del hospital comenzó a entrar y salir, trayendo el desayuno y revisando a Sunghoon. La enfermera sonrió al ver a la pareja, comentando lo bien que se veían juntos.

—¿Tienen todo lo que necesitan? —preguntó con amabilidad—. El pediatra vendrá a hacer una revisión más tarde.

Felix y Hyunjin intercambiaron miradas cómplices, ambos sintiéndose más seguros en su nuevo papel de padres. Cuando la enfermera se fue, comenzaron a hablar sobre cómo sería su vida a partir de ahora.

—Deberíamos pensar en un plan —sugirió Hyunjin, apoyando la cabeza en la mano mientras miraba a Sunghoon—. Quiero asegurarme de que tengamos todo preparado para él.

—Sí, y también quiero que Sunghoon crezca rodeado de amor y felicidad —dijo Felix, sintiendo un nudo en la garganta. —Quiero que tenga todo lo que yo no tuve.

Hyunjin tomó la mano de Felix, apretándola suavemente. —Haremos todo lo posible para que eso suceda. Te prometo que estaré a tu lado en cada paso del camino.

La conversación fluyó naturalmente entre ellos, hablando de nombres, educación y los pequeños momentos que esperaban compartir con su hijo. El ambiente estaba lleno de risas y esperanzas, como si todo el peso de sus preocupaciones se hubiera desvanecido.

Un par de horas después, el pediatra entró para revisar a Sunghoon. La profesional era amable y eficiente, y en pocos minutos les dio la buena noticia de que el bebé estaba completamente sano.

—Han hecho un trabajo excelente —les dijo, sonriendo—. No duden en preguntar si tienen alguna duda.

Felix sintió un alivio profundo al escuchar eso. Después de que el pediatra se marchara, se volvió hacia Hyunjin, su corazón palpitando de felicidad.

—Esto es solo el comienzo —dijo Felix, mirándolo a los ojos. —¿Te imaginas cómo será cuando Sunghoon crezca?

—No puedo esperar a verlo correr y jugar —respondió Hyunjin, su expresión iluminada por una mezcla de nostalgia y emoción—. Seremos una familia feliz.

Los días pasaron rápidamente mientras se acostumbraban a su nueva rutina. Los amigos y familiares visitaban, llenando la casa de amor y risas. La llegada de Sunghoon no solo unió a Felix y Hyunjin, sino que también fortaleció los lazos con sus seres queridos.

LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora