cap2

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Felix siempre había encontrado en el baile una forma de expresión, un refugio donde podía dejar atrás las preocupaciones del mundo. Una de sus actividades favoritas era bailar en el tubo, una forma de liberar tensiones y sentirse libre. Esa tarde, decidió que necesitaba una buena sesión de baile para despejar su mente.

Con una canción pegajosa sonando a todo volumen, Felix se movía con gracia alrededor del tubo. Sus movimientos eran fluidos y llenos de energía. La música la envolvía, y cada giro y salto la hacían olvidar la presión de las últimas semanas. Las risas y murmullos en la universidad parecían lejanos, reemplazados por el ritmo que llenaba su corazón.

Mientras disfrutaba de su baile, la puerta de entrada de su casa se abrió. Sin que ella se diera cuenta, Hyunjin, su mejor amigo, había llegado. Con sus llaves en la mano, no se dio cuenta de que el volumen de la música era tan alto que no escuchó su voz llamándola.

-¡Reina! -gritó Hyunjin al entrar, su voz resonando en el pasillo. El apodo, que siempre había usado con cariño, resonó en la mente de Felix, aunque no lo escuchó debido a la música.

Felix, sumergida en su baile, no se detuvo de inmediato. Cuando finalmente se dio cuenta de la presencia de Hyunjin, un escalofrío recorrió su espalda. La música seguía sonando y, en ese instante, su corazón latía más rápido. Sin embargo, decidió continuar disfrutando del momento.

Al llegar a la habitación, Hyunjin se detuvo en la puerta, observándola con una mezcla de sorpresa y admiración. La imagen de Felix moviéndose en el tubo era cautivadora, con su cabello negro brillando bajo la luz. Le hizo sonreír, recordando los días en que solían compartir momentos de diversión y despreocupación.

-Pensé que lo habías dejado después del accidente con tu tobillo -dijo Hyunjin, cruzando los brazos y apoyándose en el marco de la puerta. Su voz expresaba una preocupación genuina.

Felix, al darse cuenta de su presencia, se detuvo abruptamente. Su rostro se tiñó de rubor, pero no podía evitar sonreír. Había algo reconfortante en su presencia, algo que la hacía sentir en casa.

-No podía dejar que un pequeño accidente me detuviera -respondió Felix, tratando de sonar despreocupada mientras se acercaba a él-. Además, es mi forma de liberar el estrés.

Hyunjin asintió, observando cómo el sudor brillaba en la frente de Felix, con su cabello negro desordenado cayendo sobre sus hombros. Era un espectáculo que siempre había encontrado atractivo.

-Me alegra que lo sigas haciendo. Siempre fuiste increíble en esto -dijo, su voz llena de admiración. Un silencio cómodo se instaló entre ellos mientras la tensión en el aire comenzaba a desvanecerse.

Sintiéndose más atrevida por la compañía de Hyunjin, Felix se movió de nuevo hacia el tubo. -¿Quieres intentarlo? -preguntó, sus ojos brillando con picardía. El tono de su voz era ligero, pero había una chispa de desafío.

Hyunjin se rió, negando con la cabeza. -No, gracias. No creo que esté listo para eso. No quiero caer y hacer el ridículo.

-Vamos, solo un intento -insistió Felix, sintiendo que un calor le subía por el cuerpo. Siempre había disfrutado de la forma en que Hyunjin podía ser serio y divertido al mismo tiempo.

-Está bien, solo un intento -respondió Hyunjin, acercándose y colocando sus manos en el tubo. Felix le mostró cómo sostenerse adecuadamente y cómo moverse.

El ambiente se llenó de risas mientras Hyunjin intentaba imitar los movimientos de Felix. No estaba a la altura de su gracia, pero el simple hecho de verlo intentarlo hizo que Felix se sintiera feliz. Las risas llenaban la habitación, y por un momento, todo lo demás parecía desvanecerse.

-Eres un desastre, Hyunjin -bromeó Felix, riendo mientras él trataba de seguirle el ritmo.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo. No tengo tu talento -dijo Hyunjin, riendo también mientras se sostenía del tubo, tratando de no caer.

Felix se acercó, colocándose frente a él. -Tienes que relajarte. Es solo un baile -dijo, intentando guiarlo con sus movimientos. Pero a medida que se acercaba, la cercanía creaba una tensión diferente, algo que ambos sintieron en el aire.

Hyunjin la miró a los ojos, y por un momento, el mundo exterior desapareció. Había una conexión que parecía más profunda, más intensa que antes. Sin embargo, la realidad seguía acechando. La imagen de Karina y la distancia que habían creado entre ellos regresó como un eco en su mente.

-¿Cómo estás realmente? -preguntó Hyunjin, cambiando el tono de la conversación. Había preocupación en su voz.

Felix se detuvo, sintiendo que la pregunta era más profunda de lo que parecía. -He estado... bien, creo. Solo tratando de lidiar con todo -respondió, su sonrisa desvaneciéndose por un momento. Se dio cuenta de que había estado manteniendo una fachada, intentando no pensar en lo que realmente sentía.

-No tienes que hacer eso, Reina. Puedes contarme cualquier cosa -dijo Hyunjin, y sus palabras eran sinceras. La preocupación en su voz la conmovió.

-Lo sé, pero no quiero que te preocupes por mí. Sé que tienes cosas más importantes en tu vida ahora -respondió Felix, su voz temblando ligeramente. La mención de Karina dejó un sabor amargo en su boca.

Hyunjin dio un paso adelante, acercándose más a ella. -No eres menos importante para mí, Felix. Siempre serás una prioridad en mi vida -dijo, su mirada intensa.

El corazón de Felix dio un vuelco, y por un momento, se sintió más viva que nunca. Pero la realidad seguía acechando. La imagen de Karina y su relación se interpuso entre ellos como un velo, recordándole que las cosas no podían volver a ser como antes.

-No quiero arruinar lo que tienen -dijo finalmente Felix, su voz casi un susurro.

-No se trata de eso -respondió Hyunjin, con una mirada que reflejaba confusión-. A veces siento que estoy perdiéndote, y no quiero eso.

Las palabras flotaron en el aire, llenando el espacio entre ellos con una carga emocional. Felix sintió que su pecho se apretaba. Había tanto que quería decir, pero las palabras parecían no fluir.

-¿Por qué no podemos ser ambos? -preguntó Felix, y sus ojos buscaron los de Hyunjin. Era una pregunta audaz, pero en ese momento, sentía que tenía que arriesgarse.

-Porque las cosas han cambiado -respondió Hyunjin, bajando la mirada. Había una tristeza en su voz que resonó en el corazón de Felix.

Felix asintió lentamente, sintiéndose desgarrada. Sabía que lo que decían era cierto, pero el deseo de mantener su amistad y tal vez algo más era más fuerte. Sin embargo, la sombra de la nueva relación de Hyunjin era un recordatorio constante de lo que estaba en juego.

-Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti -dijo Felix, finalmente encontrando su voz.

-Y yo para ti, Reina -respondió Hyunjin, y aunque sonrió, había una tristeza en sus ojos que Felix no pudo ignorar.

Ambos permanecieron en silencio, las emociones corriendo en sus venas. El baile había terminado, pero algo nuevo y frágil había comenzado a florecer entre ellos, algo que necesitaba ser explorado, pero que, al mismo tiempo, podía llevarlos a caminos peligrosos.

El día terminó con más preguntas que respuestas, pero el tiempo que pasaron juntos les había recordado lo que significaba ser uno para el otro. La vida en la universidad seguía, pero en el corazón de Felix, un nuevo capítulo estaba a punto de escribirse.

LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora