LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?

💋EPILOGO💋

⚜️Nuevos Horizontes⚜️

Los años pasaron rápidamente en la vida de Felix y Hyunjin. Sunghoon creció en un hogar lleno de amor y risas, con sus padres siempre presentes y apoyándolo en cada paso de su vida. La pareja, ahora consolidada en su papel de padres, también había aprendido a cuidar de su relación, encontrando momentos especiales incluso en las rutinas diarias.

Felix se había convertido en una madre cariñosa y dedicada. Pasaba sus días organizando actividades para Sunghoon, desde clases de arte hasta deportes, asegurándose de que su hijo tuviera una infancia rica en experiencias. Hyunjin, por su parte, continuaba brillando en su carrera, pero siempre encontraba tiempo para estar presente en la vida de su familia. Las noches de juegos, las cenas en familia y las escapadas de fin de semana se habían convertido en parte fundamental de su vida juntos.

Una tarde soleada, mientras estaban en el parque, Felix observó a Sunghoon jugar alegremente con otros niños. Su corazón se llenó de orgullo al ver a su pequeño reír y correr con energía. Hyunjin estaba a su lado, disfrutando del momento tanto como ella.

—Mira a Sunghoon —dijo Felix, sonriendo—. No puedo creer lo grande que está.

Hyunjin asintió, con una sonrisa en su rostro. —Parece que fue ayer cuando lo sosteníamos en nuestros brazos. Ha crecido tan rápido.

—Sí, y cada día se parece más a ti —respondió Felix, dándole un suave codazo en las costillas.

—¡Eso no es cierto! —exclamó Hyunjin, riendo—. ¡Es mucho más lindo que yo!

Los dos compartieron una risa ligera, disfrutando de la calidez del día y del amor que los rodeaba. La vida había cambiado tanto desde aquellos días inciertos en que se conocieron. Habían superado desafíos, habían aprendido a comunicarse y, sobre todo, habían creado una familia que era su mayor tesoro.

Mientras el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos cálidos, Hyunjin tomó la mano de Felix y la apretó suavemente. —¿Te acuerdas de nuestra promesa?

Felix lo miró con curiosidad. —¿Cuál promesa?

—La de siempre estar juntos y apoyarnos en cada paso del camino —dijo Hyunjin, su voz llena de sinceridad.

—Por supuesto que sí —respondió Felix, su corazón latiendo con fuerza. —Y siempre lo haremos.

Con el corazón lleno de amor, se acercaron a Sunghoon y se unieron a su juego. En ese instante, supieron que lo que tenían era especial y que, pase lo que pase, siempre estarían juntos como familia.

Los días se convirtieron en meses y los meses en años. Felix y Hyunjin celebraron momentos significativos en sus vidas: el primer día de escuela de Sunghoon, sus logros académicos, y cada pequeño hito que marcaba su crecimiento. En cada celebración, la risa y la alegría se entrelazaban con los recuerdos de las dificultades superadas.

Con el tiempo, Felix decidió retomar su pasión por el arte, abriendo un pequeño estudio en casa donde podía expresar su creatividad. Hyunjin la apoyó en cada paso, convirtiéndose en su mayor fan y motivador. A su vez, él seguía ascendiendo en su carrera, pero siempre se aseguraba de que su familia estuviera en primer lugar.

Una noche, después de un día ajetreado, mientras estaban acurrucados en el sofá, Felix sintió una ola de gratitud. Miró a Hyunjin y a Sunghoon, quienes estaban absortos en una película, y su corazón se llenó de calidez.

—Estoy tan agradecida de tenerlos en mi vida —dijo Felix, rompiendo el silencio.

Hyunjin se giró y le sonrió. —Nosotros también, amor. Hemos creado algo hermoso juntos.

—Y todavía hay mucho más por venir —agregó Felix, sintiendo que su vida estaba llena de posibilidades.

Con el futuro brillando ante ellos, los tres se abrazaron, sabiendo que no había límites para lo que podían lograr juntos. El amor que habían construido a lo largo de los años se sentía más fuerte que nunca, y estaban listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Mientras las estrellas comenzaban a brillar en el cielo nocturno, la familia se sumergió en un cálido abrazo, simbolizando la unión indestructible que habían forjado. En ese momento, comprendieron que, sin importar lo que sucediera, siempre tendrían su amor y su hogar.

Y así, su historia continuó, unida por los lazos de amor, familia y la promesa de un futuro juntos.