LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?

cap 11

Oportunidades y Tentaciones

Karina se había ido de viaje con su familia durante una semana, dejando a Felix con la sensación de que era el momento perfecto para que ella y Hyunjin pasaran más tiempo juntos. Aunque habían acordado tomarse un tiempo para reflexionar sobre sus sentimientos, la ausencia de Karina creó un vacío que Hyunjin estaba decidido a llenar.

Al llegar a la casa de Felix, Hyunjin sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. A lo largo de los meses, había aprendido a apreciar los momentos en que estaban juntos, incluso si sus interacciones se habían mantenido en la superficie. Sabía que había más entre ellos, y estaba ansioso por explorar esa conexión.

Al abrir la puerta, Hyunjin se encontró con un ambiente que estaba a medio camino entre lo acogedor y lo despreocupado. La música sonaba en la sala, y cuando se asomó, vio a Felix bailando en el tubo, completamente absorta en su propio mundo.

Felix estaba concentrada, moviendo su cuerpo con una gracia y una sensualidad que sorprendieron a Hyunjin. Su piel brillaba a la luz suave de la habitación, y su rostro reflejaba una alegría pura. Hyunjin se quedó en silencio, observando cómo se movía, sintiendo que su corazón latía más rápido a cada segundo.

Finalmente, decidió hacer su presencia conocida. Aplaudió suavemente, llamando la atención de Felix.

—¡Vaya! ¡No sabía que eras una bailarina profesional! —bromeó, tratando de ocultar lo impresionado que estaba.

Felix se dio la vuelta, sorprendida y sonrojada al darse cuenta de que había sido sorprendida. La música seguía sonando, pero ella dejó de bailar y se acercó a Hyunjin.

—Oh, no es nada... solo estoy divirtiéndome —respondió, riéndose nerviosamente.

—Divirtiéndote, ¿eh? —dijo Hyunjin, sonriendo. —Te ves increíble.

Felix sintió que las palabras de Hyunjin provocaron una oleada de calor en su rostro. La conexión entre ellos era palpable, y a pesar de sus intentos de evitarlo, su corazón se aceleraba.

—Gracias, pero realmente no soy tan buena. Solo estoy practicando para un espectáculo en el club.

Hyunjin arqueó una ceja, divertido. —¿Un espectáculo? Tal vez deberías invitarme a verlo.

Felix sonrió tímidamente, sintiendo que sus nervios comenzaban a desvanecerse. —Tal vez, si te portas bien.

Hyunjin dio un paso más cerca, la tensión entre ellos palpable. —Creo que podría hacer un esfuerzo por ser bueno.

Decidieron sentarse y hablar, pero la conversación pronto se desvió hacia el baile. Hyunjin le pidió a Felix que le enseñara algunos movimientos, lo que llevó a una serie de risas y a un ambiente más relajado.

A medida que avanzaba la tarde, la atmósfera se volvió más íntima. Felix se sintió cada vez más cómoda, y sin darse cuenta, comenzó a bailar de nuevo. Esta vez, Hyunjin se unió a ella, imitando sus movimientos de una manera torpe pero encantadora.

—¡Esto es más difícil de lo que parece! —exclamó Hyunjin, riéndose mientras intentaba seguir el ritmo.

Felix no pudo evitar reírse. —Tal vez deberías intentarlo con un poco más de confianza.

—¿Confianza? —replicó Hyunjin, levantando las cejas. —Eso suena a una invitación.

Felix lo miró de reojo, sintiendo un hormigueo de emoción. —Tal vez deberías tener más confianza en ti mismo.

Finalmente, se encontraron en un rincón de la sala, con Hyunjin detrás de ella, sus cuerpos casi tocándose. La música seguía sonando, pero el ambiente era tan cálido que parecía que todo el mundo había desaparecido.

—Felix —dijo Hyunjin suavemente, su voz casi un susurro. —Me encanta pasar tiempo contigo.

La sinceridad en su voz hizo que el corazón de Felix se acelerara. —Yo también disfruto estar contigo, Hyunjin.

Sin embargo, mientras las palabras fluyeron entre ellos, la realidad de su situación comenzó a pesar en la mente de Felix. —Pero... ¿y Karina?

—Karina no está aquí, y no estoy hablando de ella —respondió Hyunjin, dando un paso más cerca.

La tensión en el aire era innegable. Felix podía sentir su aliento, y su cuerpo respondía instintivamente. Pero en el fondo, ella sabía que había que tener cuidado.

—Quizás deberíamos enfocarnos en divertirnos —sugirió Felix, tratando de mantener la situación ligera.

—Divertirse es bueno, pero a veces es difícil ignorar lo que realmente quieres —dijo Hyunjin, su mirada fija en los ojos de Felix.

Ambos sintieron que el tiempo se detenía, cada segundo convirtiéndose en una eternidad. Felix luchaba contra la idea de acercarse a Hyunjin, de romper la barrera que ambos habían creado. Pero el deseo de sentir esa conexión era abrumador.

—Hyunjin... —empezó, pero él la interrumpió.

—No tienes que decir nada. Solo quiero que sepas que estoy aquí —dijo, acercándose aún más.

Felix sintió que su corazón latía con fuerza. La habitación estaba llena de incertidumbre y anhelos no expresados. Quizás esta vez, podrían dejar de lado las inseguridades y explorar lo que realmente había entre ellos.