LA MEJOR AMIGA O LA MUJER DE HYUNJIN?

cap12

Momentos de Intimidad y Diversión

Felix se subió sobre el regazo de Hyunjin mientras seguía fumando, el vapor se disipaba frente a ellos como un delicado velo. Acomodándose cómodamente, Felix se sintió a gusto, disfrutando del calor y la cercanía de su mejor amigo.

—Ahora, ¿te gusta sentarte aquí? —preguntó Hyunjin, su tono ligeramente burlón—. Tanto que me decías que te incomodaba, pero ahora te sientas por ti sola.

Felix sonrió, mirando hacia abajo antes de responder—. Es mejor aprovechar el tiempo a solas con mi mejor amigo. Ten, el tuyo aún sigue cargando.

Hyunjin recibió el vape entre sus labios, dando una jalada y sintiendo el dulce sabor del vapor. La sensación era placentera, pero la cercanía de Felix le dificultaba concentrarse.

—Lo que pasó en el lago aquella noche, ¿te acuerdas? —preguntó Hyunjin, su mirada fija en Felix, tratando de recordar la conversación, pero distraído por el aroma que emanaba de ella.

Felix asintió, sintiendo cómo la presencia de Hyunjin lo hacía sentir nerviosa—. Acuérdate de la práctica de fútbol, Hyunjin.

—Sí, lo sé, reina —respondió Hyunjin, intentando desviar la conversación hacia algo más ligero.

Felix le dio una última jalada a su vape y se bajó del regazo de Hyunjin, buscando un pantalón suelto de color negro. Se acercó a Hyunjin con un brillo travieso en los ojos.

—¿Me ayudas con el brasier? —le pidió, dándose la vuelta con una sonrisa.

Hyunjin, sintiendo la tensión aumentar, le quitó el brasier con cuidado, tratando de no distraerse demasiado con la cercanía de Felix. Sin embargo, el momento era difícil de ignorar.

—¿Por qué no te pones el top blanco, reina? —susurró Hyunjin, sintiendo que su corazón latía más rápido.

Felix se giró, con un destello de desafío en sus ojos—. Eso no lo haré, Hyunjin. Te vas a desconcentrar mientras practicas.

El tono burlón de Felix hizo que Hyunjin sonriera, sabiendo que era una provocación. La energía entre ellos se volvió palpable, mezclando la diversión con una tensión que los mantenía en el aire.

Antes de salir, Felix se puso un abrigo ligero que la protegía del frío. Se sentía bien con el abrigo, un poco más segura y lista para enfrentar la noche. Al bajar al primer piso, tomó su teléfono y salió de la casa, seguida de Hyunjin. Se subieron al deportivo rojo, y Felix se sorprendió al notar que Hyunjin no solía usar mucho aquel auto.

—¿Desde cuándo usas este coche? —preguntó Felix, mirando con curiosidad.

—Solo en ocasiones especiales —respondió Hyunjin, arrancando el motor y sintiendo cómo la potencia vibraba bajo ellos—. Y hoy parece ser una de esas ocasiones.

Felix sonrió, sintiéndose emocionada mientras se abrochaba el cinturón. La adrenalina y la expectativa llenaban el aire, y sabía que esta sería una aventura que recordarían. Con una mirada de complicidad, Hyunjin aceleró, y el mundo exterior se desvaneció mientras se dirigían hacia un nuevo destino, dejando atrás las preocupaciones y disfrutando de la compañía mutua.

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Persiguiendo Sombras

Felix y Hyunjin se dirigieron a la universidad, ajenos a que un detective profesional los seguía de cerca, contratado por Karina para averiguar qué estaban haciendo. La tensión en el aire era palpable, pero ambos estaban demasiado distraídos en su propio mundo.

Al llegar, Felix se sentó en una de las bancas del campus. Hyunjin, con una sonrisa, se acercó y dejó un pequeño beso en los labios de Felix antes de separarse, yéndose a la cancha con su equipo. Como capitán, debía llevar el mando en la práctica, y la responsabilidad lo mantenía alerta.

Mientras practicaban, Hyunjin no podía evitar desviar la mirada hacia la pecosa, disfrutando de su presencia. Sin embargo, su distracción tuvo consecuencias, y, sin darse cuenta, fue derribado por Taeil, un compañero de equipo que siempre le caía relativamente mal.

—¡Hey, Hyunjin! —gritó Taeil, burlándose—. Necesitas ayuda.

La sonrisa burlona de Taeil provocó que Hyunjin frunciera el ceño, la mirada oscura y desafiante.

—Aún sigo siendo el capitán, Taeil, un puesto que nunca tendrás —replicó Hyunjin, devolviendo la burla con un tono despectivo.

Felix, al ver la situación, se levantó de su asiento y se adentró en la cancha, acercándose a Hyunjin bajo la atenta mirada de Taeil, quien no podía ocultar su interés por ella.

—Hyunnie —dijo Felix, acercándose con una sonrisa.

—¿Qué pasa, pecosa? —preguntó Hyunjin, intentando mantener su atención en ella.

—Iré al baño y después a la cafetería. ¿Quieres algo? —preguntó Felix, sintiendo el cosquilleo en el estómago al estar cerca de él.

—Solo algo dulce, pequeña —dijo Hyunjin, colocando sus manos en las caderas de Felix, disfrutando del contacto.

—No tardes mucho —susurró Hyunjin, sus ojos fijos en los de ella mientras la miraba con una mezcla de cariño y preocupación.

Felix asintió, sintiendo una chispa de felicidad mientras se alejaba, pero la incomodidad de ser observada por Taeil la seguía. A medida que se dirigía al baño, Taeil se levantó de su lugar.

—Voy al baño —anunció, pero en lugar de entrar al de hombres, se dirigió al de mujeres.

Felix ya estaba dentro, y cuando Taeil abrió la puerta, ella se sobresaltó al verlo.

—¿Qué haces aquí? —exclamó Felix, retrocediendo instintivamente.

Sin previo aviso, Taeil agarró la cintura de Felix, haciéndola sentir atrapada. El corazón de Felix latía con fuerza mientras se alejaba de él, sintiendo la incomodidad invadirla. Sin pensarlo, se encerró en un cubículo, su mente corriendo a mil por hora.

Con manos temblorosas, sacó su teléfono y escribió a Hyunjin con rapidez.

—Hyunjin... Taeil está en el baño de mujeres.

Mientras tanto, afuera, Hyunjin había vuelto a concentrarse en la práctica, pero un extraño presentimiento lo invadió. No pasó mucho tiempo antes de que su teléfono vibrara en el bolsillo. Al leer el mensaje de Felix, la preocupación se apoderó de él.

—¿Qué? —murmuró Hyunjin, dirigiéndose rápidamente hacia el baño de mujeres, su corazón acelerándose.

No podía permitir que Taeil acosara a Felix. Era su deber protegerla, y no se detendría hasta asegurarse de que estuviera a salvo.