Rick...
Salimos de las vías y caminamos hasta un bosque donde encendimos una fogata para almorzar. Sabía que ella no quería comer; solo miraba a su alrededor, con un toque de sufrimiento en su mirada. Después de servirle un poco de frijoles a cada uno, me acerqué a donde estaba ella para ofrecerle una lata también.
—Toma, son frijoles —dije, dejándola en el suelo.
Ella solo la miró y negó con la cabeza. Me puse en cuclillas para poder verla mejor.
—No te he visto comer nada... —comenté, intentando romper el silencio.
—No tengo hambre —respondió rápidamente, abrazando sus rodillas y fijando su mirada en un punto distante.
—Lamento lo que le pasó —solté, sintiendo el peso de sus palabras en el aire.
—No lo lamentes, trato de no hacerlo —su mirada era penetrante; no quedaba ni un gramo de sentimiento, solo vacíos que antes eran sueños.
—Mira... sé que es difícil. Has perdido a toda tu familia... pero debes mantenerte fuerte a pesar de lo que sucede —dije, recordando mis propias pérdidas.
—Siempre he intentado mantenerme más fuerte, siempre... y solo me descuido un segundo... todo es sangre —tragó saliva, su voz temblando ligeramente—. Trato de seguir con esto... de seguir nuestro camino, pero ¿de qué vale comer esos frijoles sabiendo que los demás están muertos?
—Quizás no lo están —respondí, buscando una chispa de esperanza.
—¿Sabes qué, Rick? Me aferro a ese "quizás" y ahora toda mi familia está muerta. No tenemos nada de lo que alguna vez disfrutamos, y todo ¿por qué? Porque fingimos que nada de lo que está aquí afuera existía. Ahora estamos sufriendo las consecuencias de ser unos ignorantes. Estando aquí afuera no podemos evitar nada de lo que pasa; somos cuatro presas esperando a la muerte. Ya no lo soporto más.
La frustración y la tristeza se reflejaban en su rostro. La miré fijamente, sintiendo su dolor como si fuera mío.
—Escucha —comencé con voz firme—. Lo entiendo. He estado allí. He visto cómo se desmoronan las cosas y cómo la vida puede volverse del revés en un instante. Pero hay algo que debes saber: cada día que seguimos vivos es una victoria. Y aunque parezca insignificante ahora, esos pequeños momentos cuentan.
Ella me miró con ceño fruncido.
—¿Y qué pasa si caigo? ¿Quién me levantará entonces?
Me acerqué un poco más, dejándole claro que estaba ahí para ella.
—Yo lo haré —respondí sin dudarlo—. Siempre estaré aquí para ayudarte a levantarte. No importa cuántas veces caigas, siempre habrá una razón para seguir adelante. Cada pequeño paso cuenta. Si no luchamos por nosotros mismos, ¿por quién luchamos?
Ella respiró hondo y dejó escapar un suspiro tembloroso.
—Pero estoy tan cansada... —murmuró finalmente.
—Lo sé —dije suavemente—. Todos estamos cansados. Pero eso no significa que debamos rendirnos. La vida sigue avanzando y debemos adaptarnos, incluso cuando parece imposible. Tienes que encontrar algo por lo cual luchar: tu futuro, tus sueños… incluso si ahora parecen lejanos.
Su mirada se suavizó ligeramente mientras pensaba en mis palabras.
—Gracias...—dijo al fin, con la voz quebrada pero sincera.
La fogata chisporroteó entre nosotros mientras sentíamos el peso del silencio compartido. Tal vez no teníamos todas las respuestas ni podíamos cambiar el pasado, pero al menos teníamos compañía en medio del caos; eso era suficiente para seguir adelante un día más.
...
Ya habíamos almorzado cuando recordé que había preparado una trampa para liebres. Los cuatro caminamos hacia ella con entusiasmo. Para nuestra sorpresa, encontramos una pequeña liebre atrapada. Carl estaba emocionado al ver que la trampa funcionaba.

ESTÁS LEYENDO
𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 / (𝐃𝐀𝐑𝐘𝐋 𝐃𝐈𝐗𝐎𝐍 𝐘 𝐓𝐔́)
Fanfiction𝙼𝚎 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚘́ ___ 𝙶𝚛𝚎𝚎𝚗𝚎, 𝚜𝚘𝚢 𝚕𝚊 𝚑𝚒𝚓𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝚖𝚎𝚍𝚒𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝙶𝚛𝚎𝚎𝚗𝚎 𝚢 𝚜𝚒𝚐𝚘 𝚟𝚒𝚟𝚊, 𝚊𝚕𝚐𝚘 𝚊 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚐𝚛𝚊𝚍𝚎𝚌𝚎𝚛 𝚎𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚘𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘𝚜 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚝𝚘𝚜 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚛...