𝗴𝗹𝗶𝗺𝗽𝘀𝗲 𝗼𝗳 𝘂𝘀.

𝟮𝟬

mEGUMIII ᓚ₍ ^. .^₎
hoy fumé
y me acordé de ti
es gracioso porque pensé en ti
cuando no podía ni pensar

Itadori leyó los mensajes y arrojó lo más lejos su celular para salir corriendo de su casa e ir a buscar a cualquier lado a Megumi.

El fumar para Fushiguro era estar envuelto entre el mar de pensar y no pensar, es tan complicado describirlo así como él, inhalaba e inhalaba mil preocupaciones, inseguridades, miedos y tristezas dejando que cada una se enrede entre el humo y sus pulmones.
Fushiguro buscaba calma en el profundo océano junto al humo de la nicotina, quería dejar de sobrepensar, de sentir y de existir, pero fumar sólo le daba alivio momentáneo de nada le servía fumar una cajetilla al día si al final de todo iba a volver a estar llorando en su cama como un niño que extrañaba a su mamá. Megumi se sentía tan mal y estaba en una especie de relación cuando no era capaz ni de amarse a sí mismo.

Esto claro que Yuji no lo sabía, ambos eran dos océanos completamente diferentes, Yuji era alguien tan feliz y lleno de vida, quería tanto a Megumi y quería que este se quisiera tanto como él lo hacía.

Yuji quizá no había recibido ese llamado golpe de realidad, no había tenido parejas, no había amado a alguien tanto como ahora amaba a Megumi, aunque no eran novios. Yuji amaba a Megumi, lo amaba por lo que era y por lo que sería, estaba profundamente enamorado de él, Itadori tenía emociones que su cordura desconocía.

Megumi no se amaba ni a si mismo ¿Cómo amaría a alguien más? Megumi era todo lo que estaba mal e Itadori quería ser para él todo lo que esté bien. Sólo eran ellos dos, tratando de amarse sin hacerse daño, pero el amor a veces era como fumar un cigarro apagado, no tenia sentido.

-¿Sentimos lo mismo Megumi?- preguntó inhalando el humo que salía de aquellos fríos labios de su acompañante.

-Claro que si Yuji- afirmó con la voz totalmente apagada, quizá por el humo que le quemaba la garganta y apaciguaba sus carcomidos pensamientos.

-Megumi- lo llamó.

-¿Si, Yuji?- contestó y apagó su cigarro dejando una rojiza marca en su cuello. Era raro que le gustara apagar los cigarros en su piel, le gustaba el dolor, creía que se lo merecía, creía que merecía vivir sufriendo toda su corta vida.

-¿Te gustaría que fuéramos novios?- susurró mientras veía como los ojos de Fushiguro ardían a causa del humo y de tal vez debido a la pregunta recién hecha. -No tienes que responder ahora si no quieres- y calló abruptamente tras sentir como los labios calientes y suaves del pelinegro lo besaban.

Era un beso onírico, sentía como si estuviera nadando entre millones de olas con sabor a tabaco, Megumi pasó sus finos y calientes dedos por su mandíbula y Yuji lo sujetó suavemente del cabello. Eran al fin sólo ellos dos y nadie más. Todo se sentía irreal en esos momentos, olvidaron por completo que más allá había personas, olvidaron tantos de sus problemas. El beso por parte de Yuji era demasiado torpe y por parte de Megumi era encantador. El poco humo restante, ambos chicos compartiéndose como el agua y la espuma era lo más lindo que pudieron haber experimentado. Querían sentirse así el resto de sus cortas vidas, sólo ellos dos y nadie más, sólo ellos dos amándose inconscientemente debido a la nicotina inhalada y a la adrenalina que ahora recorría todo su torrente sanguíneo como si del mar se tratase.

Tras algunos segundos que se sintieron años, Megumi se separó y pronunció -Te amo Yuji- con los ojos cristalizados y acto seguido se lanzó a sus brazos.
-No sé amar, no sé lo que se siente ser amado, pero quiero amarte, quiero estar contigo, quiero que solo seas tú y nadie más, estoy seguro de que no amaré ninguna alma como amo a la tuya ¿Quieres ser mi novio Yuji?-