Con el paso de los días, entre las sesiones del grupo de ayuda, la mudanza y el caso que aún le quedaba por cerrar, Jolie empezaba a ver algo de esperanza y que no todo estaba perdido.
Quería creer que no era tarde para ganarse el perdón de Darius, que quizá podrían seguir donde lo habían dejado años atrás omitiendo sus miedos y que ella había escapado de él. Pretendía conquistar al hombre que la miraba diferente, que ahora no la ignoraba y no prodigaba su odio. Ahora que se estaban acercando como jamás lo habían hecho, conociendo miedos, sueños y frustraciones que ninguno de los dos llegó a imaginar algún día, podía sentirse más segura de sí misma y de lo que sentía por él.
Darius era atento, la escuchaba y le respondía cuando ella le preguntaba. No solo estaba siendo un padre increíble, sino un compañero y un hombre maravilloso que se preocupaba por ella aunque lo supiera disimular muy bien. La ayudaba en todo lo que podía respecto con la mudanza y con los deberes de la casa pese a que estaba trabajando a distancia. Tenía tiempo para salir con su hija, comprarle helado, mimarla con chocolate e incluso hacerle una que otra comida que se estaba convirtiendo en sus favoritas porque él sí que sabía cocinar. Pero lo que más la hacía sentir orgullosa y feliz era que estaba poniendo de su parte para salir del alcoholismo.
Llevaba varios días sin beber y sin buscar aunque sea una sola gota de trago. A veces lo notaba nervioso y ansioso, pero descubrió que jugar con Loana y comer chocolate apaciguaba su necesidad de beber. Comprendía que no era fácil para él luchar contra una adicción, por eso se sentía tan feliz de que lo estuviese llevando bien. Aunque también sabía que podía recaer en cualquier momento, por lo que procuraba no crear momentos tensos entre ellos.
Al principio pensó que la ayuda solo sería para Darius, pero desde el primer momento en que habló de sus miedos frente a tantos desconocidos, entendió que aquellas sesiones también la ayudarían a ella a dejar sus miedos atrás, que podía dejar esos traumas en el paso y olvidar el sufrimiento que había vivido en esos hogares de paso. Sin que Tamara se lo dijera, ella sabía que tenía unos padres que la amaban como si hubiese nacido de ellos, una familia que la apoyaba y la amaba por igual, una hija que era su mundo entero y personas cercanas que la querían y valoraban su amistad. También tenía a Darius y, aunque era complicado saber en qué punto estaban, él jamás la apartaría de su vida como si no fuese nadie importante.
Tan pronto Jolie y Darius salieron de la ultima sesión de la semana, subieron al auto de la rubia y ella se puso en marcha. Si bien estaban algo más cercanos, aun seguían algo intranquilos. En cada sesión se tomaban de las manos, dándole fuerza al otro para hablar y aquello se había convertido en un mantra que día a día seguían haciendo fielmente.
Ante los ojos de los demás eran una pareja que se estaban apoyando en un mal momento, una pareja amorosa y comprensiva que iban más allá de lo malo, pero nadie conocía su realidad y ellos tampoco estaban dispuestos a dar explicaciones, ya que esa cercanía e intimidad que tenían en las sesiones era única y los hacía sentir tan cerca y conocer al otro como jamás lo habían hecho.
—¿Cómo te ha ido en el caso que nos ha podido cerrar? ¿Has avanzado algo? —preguntó Darius luego de un largo silencio para nada incomodo entre ellos.
—No mucho, pero he reunido algunas pruebas que espero encierren al desgraciado ese que trata de hacerle creer a todos que su esposa estaba loca. Kurt me ha estado ayudando y creo que vamos por buen camino.
Ante la mención del hombre, Darius hizo una mueca de disgusto, observando las calles frías de Londres.
—Ya veo, supongo que Kurt es bastante bueno en su trabajo.
—Es uno de los mejores abogados —concordó sin prestar atención al sarcasmo que había usado—. No ha habido un solo caso en el que ha perdido.
—Conozco uno que sí —murmuró Darius entre dientes y Jolie lo miró de reojo.
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Desliz[✓]
RomanceJolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que...