En vista de que Jolie tenía bastante trabajo en su firma y Darius debía trabajar en el próximo modelo de prótesis, decidieron no tener luna de miel.
Su fin de semana fue largo y apasionado en la casa de campo de los padres de Darius. Pasaron el tiempo juntos recorriendo el lago, teniendo cenas en el jardín y disfrutando de un momento en pareja que desearon volver eterno, pero que guardaron en sus corazones como lo mejor en sus vidas. Tuvieron una boda que jamás se llegaron a imaginar del todo, pero que fue mágica y perfecta para ellos.
Un mes había pasado demasiado rápido para ellos, que entre responsabilidades y estando sumergidos en su burbuja de amor, los días pasaban volando. O quizás era la urgencia de que el tiempo pasara demasiado rápido, anhelando la llegada de su bebé, porque los dos y Loana estaban felices y deseosos de tener en sus brazos al bebé que hacía de sus días y de su familia muy felices y completa.
Por otro lado, tanto Jolie como Darius estaban muy emocionados y felices por Jeray. Pronto sería padre y les causaba gracia lo alterado y nervioso que se encontraba.
—Relájate o harás un hueco en el suelo —dijo Kian, mirando a su amigo con diversión—. Ten la mente fría como siempre.
—No puedo estar tranquilo. Además, no entiendo por qué mierda no me dejan entrar. El médico me dijo que podía estar en el parto, pero ya ha pasado media hora y sigo aquí —se quejó, caminando de un lado a otro y jugando en su mano con la cajetilla de cigarrillos—. ¿Y si algo está mal?
—No pienses en nada malo —se apresuró a decir Jolie—. Dar a luz es así, primero nos tienen que revisar y asegurarse de que el bebé y la mamá estén bien. Pronto te llamarán para que estés con Avery.
Jeray asintió, aún así, siguió dando vueltas en la sala hasta que una de las enfermeras lo llamó y desapareció con ella por un pasillo.
Jolie, Darius y Kian permanecieron en la sala hasta que los padres de Jeray llegaron junto a Luca y Asier, emocionados por la llegada de Ander Le Bon. Ahora que todos estaban presentes, no veían el momento de conocer al nuevo integrante de la familia.
Las horas fueron lentas para ellos en la sala de espera mientras que en la sala de partos Avery daba a luz a su primer hijo. Lágrimas descendían de su rostro y la felicidad que emanaba pese al dolor valía la pena. Escuchar a su hijo y ser sostenida por Jeray que tenía los ojos empañados en lágrimas, pero con una sonrisa enorme que dejaba en claro que apenas era el comienzo de su camino juntos.
—Muero porque llegue el día en que nazca nuestro bebé —susurró Darius en el oído de su esposa, abrazándola por la espalda y acariciando con suavidad su vientre—. Siento que aún falta una eternidad.
—Los meses pasarán muy rápido. Mira, ya tenemos un mes de casados.
—Por la iglesia —rio—, porque somos marido y mujer hace más de cinco años. Por cierto, se acerca nuestro aniversario y me debes muchos años.
Jolie se enderezó en la silla y miró a su esposo a los ojos. La sonrisa traviesa le decía que estaba hablando en serio y que él pensaba celebrar su primera fecha de matrimonio, aunque a ella no le molestaba si así lo deseaba.
El pasado había quedado en el olvido, pero ninguno de los dos olvidaría que en ese pasado nació Loana y, aunque no fue una bebé deseada, ha sido amada inmensamente y es una prueba más del amor que se han tenido incluso en el pasado.
—Vamos por nuestro sexto aniversario.
—Te lo voy a pagar con creces —susurró, tirando de ella y besándola con suavidad—. Voy a cobrarte cada día.
—Pensé que ya lo hacías —bromeó la rubia.
—Oh, cariño, no tienes ni idea de todo lo que aún me debes.
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Desliz[✓]
RomanceJolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que...