Darius llegó a la empresa desde tempranas horas de la mañana, resacoso y de muy mal humor. Había pasado la en vela, tratando de sacarse de su mente la aparición de esa mujer que tanto detestaba y no tenía intención alguna de ver o siquiera hablarle.
Se encontró en el ascensor a uno de sus amigos y le pidió que no dijera nada, así que Kian respetó su palabra y le habló sobre el proyecto en que el juntos habían estado trabajando y había pasado la primera revisión, haciendo emocionar al hombre, después de todo, habían pasado mucho tiempo trabajando para que todo fuese perfecto y no hubiese ni un solo error a la hora de presentar.
Juntos, hablando de trabajo, subieron hasta el último piso de la compañía, quedándose por un momento en silencio y felices por la escena que se estaba llevando a cabo tan pront0o se abrieron las puertas de la caja de metal y la pareja parecía no inmutarse con sus presencias. Jeray besaba a su ángel, sosteniéndola con fuerza y ella lo abrazaba por igual, soltando risitas divertidas y suspiros que los hicieron sonreír.
—Aun recuerdo cuando decía que el amor era una pérdida de tiempo y que nunca se enamoraría —bromeó Kian, sintiéndose feliz por su amigo. Al fin había encontrado el amor y la chica no le molestaba, todo lo contario, era todo lo que un hombre como Jeray necesitaba en su aburrida y monótona vida—. Y míralo ahora, más idiota de lo que fuiste tú.
Darius le dio una mala mirada a su amigo, pero le dio la razón. Jeray, entre todos, era el que menos pretendía enamorarse y tener aunque fuese una novia, pero una linda e inocente chica de ojos preciosos lo había cautivado y había hecho que su corazón le cambiara su forma de pensar. No podía negarse a sí mismo lo bonita que era Avery, parecía justo lo que su amigo decía constantemente, un ángel que no debería estar en medio de ese mundo tan lleno de maldad.
—No quisiéramos interrumpir tan intenso intercambio de saliva, pero solo pasamos para recodarles que están en horas laborales, niños —Kian se apresuró a decir en cuanto vio las manos de Jeray descender al trasero de la chica y levantarla con suma facilidad en el escritorio de ella—. Por favor, el porno en vivo y en directo no es tan agradable,
Jeray soltó un suspiro y bajó a su ángel, quien tenía las mejillas coloradas de vergüenza y la ayudó a acomodar sus cabellos. Les dedicó una mirada seria a sus amigos, y solo Kian le sonrió con diversión. Darius, aunque se sentía feliz por él y sabía que estaba muy enamorado de la jovencita, estaba molesto y lo reflejaba en la manera en que lo observaba.
—Buenos días, señores —saludó Avery, una vez la calentura abandonó su cuerpo—. Yo... yo debo ir al archivo. Permiso —huyó antes de que los amigos de su jefe dijeran alguna otra palabra que la hicieran avergonzar.
Los tres hombres se encaminaron a la oficina en completo silencio. Jeray sabía a qué se debía la visita de su amigo desde tan temprano, sabiendo que el día anterior no debió ser fácil de sobrellevar para él. Se sentó en su lugar, esperando que alguno de los dos hablara, pero Darius solo lo miraba con fijeza y una molestia que estaba tratando de apaciguar para no decir nada de lo que después se pudiera arrepentir.
Kian era muy consciente de la tensión entre sus amigos y, aunque le molestaba que Jeray no dijera nada del regreso de Jolie, esperaba una explicación tal cual lo hacía Darius, porque en definitiva odiaba a la chica que había cambiado el buen y noble corazón de uno de sus mejores amigos y uno de los hombres más respetuosos y caballerosos que había conocido en su vida.
—Le pedí a Jolie ayuda con Avery —empezó diciendo Jeray, viendo a su amigo fijamente—. Quería decírtelo, pero nunca estás en las reuniones importantes y ella me tomó por sorpresa porque llegó antes de lo que esperaba.
—Pudiste haberme dicho que le habías pedido ayuda para desaparecer y no tener que verla.
—Lo sé, pero he tenido muchas cosas en la cabeza últimamente y no tuve la oportunidad de decirlo. Lo lamento, Darius, pero en este momento necesito de ella. Es una de las mejores abogadas que puede existir.
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Desliz[✓]
RomansaJolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que...