Belle Y Grayson :La Reina Perdida

CAPITULO 25

                            GRAYSON

Por fin, pensé aliviado.

Joder. Por fin.

Belle iba a dejar que me explicara. Yo podía arreglar esto, yo arreglaría esto.

—Gracias —dije en voz baja.

Extendí la mano y le acomodé un mechón de pelo detrás de la oreja, viendo cómo tenía que resistir la necesidad de inclinarse hacia mi tacto.

—Gracias por darme un poco de tu
confianza. Sé que es duro, pero significa
mucho para mí.

Ella no respondió. No lo necesitaba.

Sabía que aún estaba indecisa y recelosa, pero también sabía que deseaba que todo esto terminara tanto como yo.

Incluso ahora, su cuerpo gravitaba hacia mí,tan desesperada por el consuelo que sabía que su compañero podía darle. Y yo estaba desesperado por dárselo.

Pronto sería capaz de hacerlo.

Kyle está aquí porque te traicioné.y
necesitas a alguien de confianza contigo para esta conversación.

Miró a Kyle, que le dedicó una sonrisa
ladeada.—Siempre estaré de tu lado. Luna—le dijo.

Belle le devolvió la sonrisa débilmente. pero pude ver cómo crecía su incomodidad al ser Llamarla por su título. Miré a Kyle.

Sabía que estaba en su naturaleza llamarla Luna, pero le había dicho que no la llamara así antes de llegar aquí. Me pidió disculpas.

Aquí no pasa nada.

Le agarré suavemente la rodilla. —Belle,mírame. Necesito que me oigas cuando te digo esto. Giró la cabeza hacia mí, con sus preciosos ojos azules brillantes de lágrimas no derramadas.

No fui yo. Todo lo que te pasó en la casa
de la manada... no fui yo quien lo hizo.
-No lo entiendo —respondió en voz baja
—. ¿Qué quieres decir?

Miré a Kyle, que permanecía quieto contra la pared. Se encogió de hombros.

Joder. Había repasado esta conversación tantas veces en mi cabeza, pero ahora que había llegado el momento, sentía que las palabras no saldrían de mi boca.

¿Cómo demonios iba a explicárselo? ¿Cuál era la mejor manera de hacer que me creyera?

—Estaba siendo controlado —continué—.
Por un vampiro.

Belle se me quedó mirando un rato,
procesando, buscando la verdad en mis ojos.—No sé si estás bromeando o no —dijo por fin.

-Sí, yo tampoco te creería —intervino Kyle sin ánimo de ayudar.

Lo fulminé con la mirada.

-Lo siento. Es que no suena muy creíble continuó Kyle, levantando las manos en señal de defensa. Miró a Belle-. Pero es
verdad. Estaba siendo controlado por uno de los vampiros vivos más poderosos. Él...el Alfa empezó una guerra por eso.

Belle miró entre los dos, frunciendo las
cejas.

—¿Recuerdas la primera noche que te llevé a mi casa de la manada?—le pregunté—.¿Cuando tuve que dejarte a altas horas de la noche para hacer frente a los vampiros en mi territorio?

Ella asintió con fuerza. Un dulce rubor
se apoderó de sus mejillas al recordar
probablemente lo que habíamos estado a punto de hacer justo antes de que ocurriera todo esto.