CAPITULO 24

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                              BELLE

Agradecí que Grayson me dejara alejarme de él en la cafetería. Agradecí el camino a casa sola, donde podía ordenar mis pensamientos y llorar sin sentir que alguien me observaba.

Entré en mi oscuro apartamento, pateando violentamente mis estúpidos tacones, sin importarme dónde aterrizaban. Mis lágrimas seguian fluyendo, goteando por mi cuello y sobre el algodón de mi camisa.

Casi se me para el corazón cuando encendí las luces. Una enorme figura estaba de pie en medio de mi cocina. Lancé un fuerte grito y me di la vuelta para salir corriendo por la puerta.

—¡Luna! ¡Deja de gritar!  Jesús, soy yo!

Mis ojos se ajustaron y por fin pude ver.
iKyle?—pregunté-. Dios mío, iKyle?

Apenas lo reconocí. Parecía diferente, muy,muy diferente. Parecía haber pasado por la misma transformación que Grayson.

Su cuerpo era más grande, más fuerte y
más maduro. Había crecido al menos medio metro de altura, igual que Grayson, y sus músculos eran más grandes y estaban mucho
más defìnidos.

Pero fue la gran sonrisa bobalicona que lucía en la cara lo que me dijo que seguía siendo mi Kyle de siempre, a pesar de su intensa transformación física.

Me quedé mirándolo durante unos instantes, intentando descifrar si mi mente agotada me estaba jugando una mala pasada.—¿De verdad estás aquí? —le pregunté,acercándome a él lentamente.

-Ven a darle azúcar a papá —respondió
abriendo mucho los brazos.

Me lancé a sus brazos. Gruñó por la fuerza del contacto, pero no dudó en rodearme con los brazos y acercarme aún más.

Las lágrimas brotaron de mis ojos y los
sollozos estallaron de mi boca. Ni siquiera estaba segura de por qué reaccionaba así al verlo de nuevo.

Sólo necesitaba un amigo. Necesitaba a
alguien de confianza que supiera por todo lo que había pasado.

—Ah, demonios, nena —dijo Kyle
consoladoramente, apoyando su mejilla en la parte superior de mi cabeza y apretándome más fuerte-. No llores.

—Lo siento —resoplé contra su pecho. Me limpié la nariz con el dorso de la mano, lo miré y sonreí-. Me alegro mucho de verte.Estoy muy contenta. Te he echado mucho de menos.

—Por supuesto que sí. Soy muy
extrañable.-Kyle puso los ojos en blanco,
devolviéndome la sonrisa con el mismo
entusiasmo-. Yo también te he echado de
menos.

Me solté de sus brazos y di un paso atrás,
secándome las lágrimas.—iQué haces aqui?

—Vine a ver cómo estabas —me explicó.

Sus ojos se oscurecieron un poco al recorrer mi rostro-. He oído que lo estabas pasando mal.

No pude evitar el calor que subió bajo mis mejillas. Sabía que tenía mal aspecto. pero seguía odiando que Kyle fuera capaz de verlo en mi cara.

Mis cejas se fruncieron.-¿Cómo has oído
eso? —El alfa, por supuesto.

Una pequeña decepción se instaló en mi
estómago. -¿Tú... has estado hablando con él?

Kyle asintió.

No estaba segura de por qué había deseado que Kyle dejara de hablar con Grayson después de todo lo que había pasado entre él y yo. No era justo por mi parte desear eso.

Belle Y Grayson :La Reina PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora