CAPITULO 9

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                               BELLE

—¿Novecientos dólares?—pregunté—.¿Por una noche?

La sonriente señora que estaba detrás del mostrador del hotel que Liam me había recomendado asintió.-Es un establecimiento muy agradable.

También era el único lugar con alguna
vacante en esta ciudad dejada de la mano de Dios. Era genial que costara un ojo de la cara dormir aquí.

—¿Las sábanas están enhebradas con oro o algo así? —pregunté.

La expresión amable de la mujer se volvió dura en cuestión de segundos.

—No —replicó ella-. Pero cada habitación tiene dos camas king-size, vistas al océano,un jacuzzi personal, acceso a la playa y un desayuno de cortesía cada mañana.

-¿Se puede hacer algún tipo de excepción?
¿Puedo hacer una cuenta y devolvértela
cuando tenga el dinero?

Odiaba la idea de estar en deuda con
alguien, pero no tenía otra opción. —Por
favor, no tengo otro lugar donde quedarme.

—Me temo que no, querida —respondió la mujer, fingiendo compasión. La observé estudiar mi aspecto con desagrado.

deteniéndose en mi mejilla magullada y
luego en mi ropa manchada.

Incluso arrugó la nariz.-Hay un motel a una hora en coche de aquí que es un poco más barato si quieres probar suerte allí.

Sería estupendo si tuviera alguna forma de llegar hasta allí. Cuando se lo dije, se encogió de hombros y se dio la vuelta,dando por terminada la conversación.Suspiré.

—¿Haría alguna diferencia si dijera que
Liam Blackwood me envió?

Eso llamo la atención de la majer. Se volvió hacia mi, con la sorpresa pintada en el rostro —¿Liam Blackwood?¿El te dijo que vinieras aqui?

Asentí con la cabeza

-Un segundo. Déjame hacer una llamada.
La mujer desapareció tras una puerta que debia de dar a un despacho. Regresó uno o dos minutos después, con los labios fruncidos.

-Lo siento, el dueño no cree que sea
buena idea que te quedes aquí a pesar de tu conexión con su hijo.

De repente tenía sentido. Blackwood's Hotel. Blackwood, como Liam Blackwood. La familia de Liam era la propietaria.

—Ahora voy a tener que pedirte que te
marches —continuó la mujer.

Me mordí el labio, sintiendo cómo se
me oprimía el pecho y se me saltaban
las lágrimas. Volví a lanzarle una mirada
suplicante, que fue respondida con un ceño fruncido que me decía que, bajo ninguna circunstancia, iba a ceder.

No tuve más remedio, giré sobre mis talones y salí del hotel.

Una vez fuera, una nueva e inesperada
oleada de dolor me golpeó como una
tonelada de ladrillos. De inmediato dejo caer la maleta y la mochila, me doblo sobre mí misma y aprieto los dientes para contener un grito.

Esto era lo peor que había pasado.
El dolor duró aproximadamente un minuto.Podía sentir la presencia de Grayson en mi cabeza, empujando mi conciencia, tratando de entrar en mi mente para que, sin duda,pudiera atormentarme un poco más.

Grité cuando empujó de nuevo. casi
derribando mis muros. ¿Por qué lo hacia?¿Por qué empujaba para seguir conectado a mi?

¿De verdad era tan cruel? ¿ Tan cruel que deliberadamente me causaría más dolor después de rechazarme y hacerme pasar por un infierno?

Belle Y Grayson :La Reina PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora