13• ❂Contratiempos

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Aradia lloraba desconsolada en su habitación, estaba consiente que lo dicho por Sirius no era en serio, pero le dolia. Más porque eso mismo se habia dicho ella misma millones de veces en su cabeza.

Le habia resultado realmente extraodinario que Regulus la quisiera, siempre se preguntó ¿como paso de aborrecer a querer tan pronto?, siempre se habia estado autoconvenciendo de que era posible. Estaba tan feliz con el que prefirio desechar esa absurda idea, que de vez en cuando la atormentaba.

Escuchar a Sirius su mejor amigo, quién siempre la protegió. Decir justamente lo que más temia, era como hacer un hecho esos pensamientos. ¿Tal vez sabía algo que ella no?

Estuvo llorando varias horas en su habitación, múltiples veces Regulus toco insesante la puerta, la llamo y pidió verla. Aradia no le abrio, no podía hacerle frente.

Estaba llena de pánico, no queria que Regulus le dijera nada, necesitaba pensar. ¿Realmente fingia quererla?, ¿Y si al ser desenmascarado deseaba poner fin a su farsa?, Aradia quedaria destrozada si eso pasara.

Sirius también hizo acto de presencia, aunque solo dos veces, y en los intervalos donde Regulus no insistia. Justo cuando estaba quedándose dormida por el cansancio, la puerta se abrio con un fuerte y estruendoso azote, por ella entro Regulus con semblante entre preocupado y molesto.

Lo primero en lo que Regulus reparo fue en lo rojo del rostro de su novia y en los hinchados e irritados de sus ojos. Esos ojos alegres que tanto le encantaban estaban tristes, el quería matar a Sirius por hacer llorar a la chica, degraciadamente no tenía el derecho. El también la habia hecho sufrir en más de una ocasión y su hermano habia estado allí para consolarla en cada una de esas veces.

Por más que le desagradara la verdad era que Sirius habia hecho mayor bien que mal.

-¿Que haces aqui?, quiero estar sola- Regulus prefirio fingir no darse cuenta del tono osco y frío que Aradia utilizo. Solo acorto la distancia entre ellos y tomo asiento en la cama a un lado de la chica.

-Sabes que Sirius es un idiota y no lo dijo en serio. Estaba molesto y...
-Lo sé, Sirius nunca me lastimaría intencionalmente- la rápida contestación de Aradia y el tono defensivo y protector que utilizo hacía Sirius lo hizo sentir algo de celos pero no dijo nada.

-¿Entonces por que sigues aqui llorando?, te dolio, sí, pero ¿no crees que estas haciendo las cosas más grandes de lo que realmente son?

No hubo respuesta por parte de Aradia, solo silencio, ni siquiera lo había mirado desdé que entro a la habitación.

-¿Aradia? -Regulus alzo una de sus manos para tocar el rostro de la chica, pero justo cuando las yemas de sus dedos rosaron su mejilla, Aradia aparto el rostro como si el tacto de Regulus la quemara, fue entonces cuando lo comprendio, ella seguia llorando porque realmente creía lo que Sirius le habia dicho, eso lo hizo enfurecer.

-¡¿Asi que realmente piensas que Sirius tiene razón?!, ¡¿Crees que finjo quererte?!
-¡No es solo eso Regulus! - el joven estaba colerico, dolido, ella confiaba más en Sirius que en el.
-¡¿Entonces que es?!, ¡¿Por qué siempre tengo la sensación de que confías más en Sirius que en mi?!

-¡No Regulus, no es asi!- Aradia se asustó Regulus lanzaba chispas por los ojos, estaba furibundo y esta vez solo con ella.

-¡¿Y QUE ES?!- grito con rabia.
—¡¿Sabes lo paciente que he sido con tu amistad con Sirius?!, ¡Aunque me muera de celos o retuerza de enojo trató de dejarlo pasar pero esto!...
-¡NO ES POR QUE EL LO DIJO!, ¡¡ES PORQUE ESO MISMO HE PENSADO MUCHAS VECES!!, ¡ES LO QUE MÁS HE TEMIDO QUE SE VUELVA REAL!, ¡¡ESTUVISTE TANTO TIEMPO RECHAZANDOME QUE ES PARA MI ALGO SUBNORMAL EL HECHO DE QUE ME QUIERAS DE UN DIA PARA OTRO!... - Aradia por primera vez desde que Regulus entro a la habitación cruzo mirada con el, y volvió a dejar salir las lágrimas que creía se le habian terminado. El joven la observo con pena y culpa.

El Hermoso TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora