22• ❂Abrumadora Espera

4.3K 236 102
                                    

Aradia

Los señores Black estaban que saltaban de contentos por la próxima llegada del nuevo heredero, el doctor y las hermanas Black, primas de Regulus se habían marchado, tanto él como yo estábamos absortos en nuestros pensamientos sin prestar atención a lo que sus padres decían sobre el nombre, habitación de nuestro hijo y otras cosas que por ahora no eran mi prioridad. Una hora después del parloteo innecesario, al fin se marcharon.

Regulus y yo estuvimos en silencio por lo que a mi me parecieron horas, no me atrevía a decir nada, ¿que diría?, "oye cariño, seremos padres adolescentes, ¡¿A que es divertido arriesgar a un inocente bajo la influencia de Voldemort?!

Planeaba una familia con Regulus, pero nunca tan pronto y menos en estas condiciones, él doctor dijo que era un embarazo peligroso ya que era muy joven para tener hijos.

-Perdona Aradia, no debí ser tan descuidado- sabía a lo que se refería, las únicas veces donde no usamos protección fue en nuestra primera vez y el último día de luna de miel, por el tiempo de embarazo es evidente que la segunda fue la vencida.

Negué con la cabeza, Regulus no tenía la culpa, por lo menos no toda.

-Te equivocas, también soy responsable. Para tener un bebé se necesitan dos, y yo tuve mucha participación.

-No es sólo por eso, ya escuchaste al doctor, si no tienes cuidado puedes morir dando a luz, Ari... es egoísta lo que diré pero- hizo una pequeña pausa, aparto su mirada antes de hablar después me miro con ojos decididos-.No lo tengas Aradia, no puedo perderte, es un gran riesgo.

¿Como se atrevía a pedirme algo así?, Lo observó con el ceño fruncido, estaba molesta.

-¡Ni se te ocurra pensar en esa posibilidad¡, ¡Es nuestro bebé!-luego seguí en un tono más calmado. -Sí he de tener que morir por él, lo haré.

-¡NO!- Regulus se puso de pie de un salto, se le podría comparar con un león al ataque, camino hasta llegar a mi lado en la cama e hizo una mueca altanera desafiante.

-¡También es mi hijo, y tu eres mi esposa, ese bebé no va a nacer y punto!, ¡Entiende Aradia, podemos tener más!- exclamó casi a gritos, al estar algo sensible por mi embarazo, las lágrimas rápidamente corrieron por mis mejillas, no estaba triste, no, estaba decepcionada, enojada llena de coraje. ¿Como podía siquiera pensar matar a nuestro bebé?

-¡Es mi vida la que esta en riesgo, soy la que lo va llevar los próximos meses, yo decido si vive o no!, ¡Sí no te gusta es tu problema!, ¡¿Te haz vuelto un monstruo sin corazón?!- le dije en el mismo tono que el había empleado, arrastrando cada palabra cargada de rabia.

Regulus me miró herido luego aparto su mirada de la mía, estaba más que consciente de lo que debía estar pensando, lo que mis palabras le dolieron, pero el necesitaba entender que nuestro hijo no tenía la culpa, si llegaba a morir lo aceptaba, además el doctor dijo que sólo era una pequeña posibilidad, todo dependía de las precauciones que tomara para evitar complicaciones, no pasaría nada trágico si las seguía al pie de la letra.

-Regulus- con una de mis manos acaricie una de sus mejillas y giré de nuevo su rostro para enfrentar su mirada, tenía los ojos acuosos, el rostro lívido de miedo distorsionado de pura preocupación e impotencia

-¿Confías en mi?- mi voz se quebró un poco.

Él afirmó levemente con la cabeza.

-Bien, entonces te pido que confíes, ¿A caso no te he demostrado que no importa lo que pase siempre voy a estar cerca de ti?, me case contigo Regulus, contrario a mis planes y mis ideales decidí estar a tu lado.

El Hermoso TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora