28• ❂Revelion premeditada

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Maratón 2-2
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Aradia se sorprendió que en cuestión de diez minutos tanto el elfo como Dumbledore y una mujer pelirroja de brillante ojos marrones estuviesen en su casa. La mujer debía tener algunos treinta y tantos años, era bajita y regordeta esta, le sonreía a la chica tan dulce y calidamente que le recordó a las sonrisa de su propia madre.

-Señora Black, le presento a la señora Weasley- la mujer sin quitar su sonrisa se acercó hasta quedar frente a ella y tenderle la mano para saludarla, sin dudarlo la joven acepto.

-Molly Weasley, un placer

-Aradia Black, el placer es mio, y quisiera agradecer que este aquí para recibir a mi bebé, ¿Y desde cuando es partera señora?

La señora Weasley río divertida antes de responder.

-Oh querida, llámame Molly me hace sentir más cómoda, menos vieja. Y la verdad es que sólo he recibido un bebé, aunque tengo mucha experiencia con los niños sobre todo trayendo nuevos bebés al mundo.

Aradia abrió los ojos bastante sorprendida por las afirmaciones de la pelirroja.

-¿Y cuantos hijos tiene seño... Molly?- la mujer sonrió jovial con los ojos brillantes de amor por recordar a sus pequeños.

-Cinco- respondió orgullosa, Aradia casi se va de espaldas al escuchar semejante afirmación, ella con dos niños apenas y podía, ahora con cinco, esa mujer era verdaderamente de admirar no cualquiera se atrevía a tal asaña. Iba a seguir preguntando más, pero lo que eran solo molestos calambres pasaron a ser intensas contracciones, cuando sintió llegar el dolor, casi termina de rodillas en el suelo de no ser por la ayuda de Dumbledore y Molly.

-Sera mejor que la llevemos a su habitación- demando Molly autoritaria. Pero casi al instante Aradia se negó.

-Mis hijos, Corban y Leo van a...

Dumbledore la interrupio con tono tranquilo.

-No se preocupe señora Black, yo cuidare de los pequeños mientras su esposo regresa, usted debe concentrarse en traer a ese pequeño sano y salvo.

Aradia apenas y pudo responder porque de inmediato volvió a soltar otro alarido de dolor. Con mucho cuidado y gracias a la ayuda de Molly Weasley logró llegar a su habitación y recostarse en la cama.

-Tienes un par de bebés hermosos, yo también tengo unos gemelos de su edad- comento Molly amablemente.

Aradia se hubiese echado a reír de no ser por el intenso dolor que la estaba matando. Así que se limitó a sonreír (apenas), por alguna razón esa mujer le inspiraba confianza y aunque había jurado ser la madre de Corban, se atrevió a decirle la verdad a Molly.

-En realidad sólo Leo es mi hijo, Corban es mi hermano menor, mi esposo y yo lo adoptamos cuando murió mi madre.

-Oh disculpa mi atrevimiento no quer...

-No te preocupes Molly, esta bien no me ofendiste- antes de poder continuar su conversación Aradia tuvo nuevas contracciones, una vez que pasaron volvió a hablar-.No te culpo ambos se parecen demasiado, el gen de la familia de mi madre es muy virtuoso, apesar de que mi Leo es un año mayor es bastante pequeño para su edad, supongo que es porque nació prematuro. Cualquiera que los vea juntos también pensaría que son gemelos. A excepción de los ojos azules de Corban y avellana de Leo, son idénticos.

La mujer iba a contestar a la joven pero se detuvo cuando la miró retorcerse de dolor nuevamente.

-Tus contracciones son muy seguidas probablemente tu bebé no tarde en nacer.

El Hermoso TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora