14• ❂Remembranzas

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Aradia era conducida por James a través de los vagones del tren, lo más curioso es que se mantenía serio y en silencio, algo muy extraño en él chico. Ella podía sentir la tensión que había en el ambiente. Él brazo de James la apretaba más de lo necesario sin llegar a lastimarla, pero esa fue la pista definitiva que tuvo para darse cuenta que algo raro sucedia ante sus ojos. Con algo de brusquedad se deshizo del fuerte agarre de su amigo, para así poder enfrentarlo cara a cara.
-James, ¿podrías decirme que rayos sucede?

Él chico la estudio unos segundos, como calculando sus posibilidades para zafarse de la mejor forma, al final dejo salir un largo y cansado suspiro, y la confronto, dando a entender que esta vez el no sedería. Cualquiera que hubiera estado presenciando el momento, no podría notar la verdadera batalla silenciosa que ellos tenían.
-Aradia seré lo más honesto posible, pero hay cosas que no puedo decirte.

La chica lo observo no muy convencida y algo frustrada por no saber que era lo que pasaba frente a sus ojos y no podía notar.
-Pero James yo...
-No - la corto el chico -.Son secretos entre chicos, entiende, ¿No me dirás que tú no los tienes con Cristal o Lily?

Aradia frustrada bajo la mirada al suelo, ella no tenía argumentos contra eso, porque esta vez James estaba en lo cierto.

-Al menos puedes asegurarme que no pelearan y estarán bien.

Antes de responder James le dio una de esas traviesas sonrisas picaras tan típicas de él.

-Bueno ellos estarán bien eso es seguro, por otra parte tal vez solo se saquen los ojos o....
-¡James! - le dijo molesta-.Eso no me esta ayudando.
-No, pero a mi si, tanta tensión, es muy estresante, no va conmigo, es mejor molestarte.

-¡Idiota!- exclamó dando un manotazo en el hombro del chico.

Aradia lo fulminó con la mirada y después para sorpresa de su amigo dejo salir una pequeña risa contagiosa que provoco la risa en el joven convirtiéndose en sonoras carcajadas. Minutos más tarde se calmaron.

-Tienes razón, eso no pega contigo, mejor busquemos a Cristal y los chicos, necesito distraerme.
-Bien.

Sin más caminaron de forma relajada y menos rígida en busca de sus amigos.
*.*.*

-¿Desde cuando te diste cuenta?- el más joven de los Black hablaba sin ver a su hermano a la cara, se dedicaba a observar el paisaje por la ventana, estaba seguro que si lo veía más tiempo de lo debido cometería una gran estupidez, se sentía molesto y terriblemente celoso, él confiaba ciegamente en los sentimientos de Aradia, pero también estaba terriblemente consciente de que el único hombre sobre la tierra que podría apartarla de su lado, era su hermano, muchos podrían enamorarse de Aradia y ella jamás les correspondería. Pero Sirius estaba en un nivel muy diferente, tenía ganado gran parte del corazón y confianza de Aradia. Y lo más probable es que si Regulus nunca hubiera admitido sus sentimientos por ella, Sirius estaría tarde o temprano ocupando su lugar.

-No hace mucho... - Sirius se tomó un momento antes de continuar, todo en un vago intento de externar correctamente sus ideas -.Yo... supongo que siempre existió el sentimiento pero lo negué por miedo, estaba aterrado por lo que sentía y por lo que podría llegar a sentir, estaba tan cómodo con la forma en que estaban las cosas que algo nuevo o diferente a lo ya conocido era...

-Terrorífico y al mismo tiempo fascinante - termino Regulus la frase con un dejo de ironía y una nota de comprensión. Sirius lo miró impresionado por como acertó. Él hermano menor sin estimulo alguno río, pero no era una risa con gracia, era más bien una irónica y sarcástica.

-Tantos años y al fin encontramos algo en común, es curioso como trabaja el destino, he de decir que me sorprende de ti, un "valiente" Gryffindor.

El Hermoso TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora