29• ❂Guardapelo

2K 159 77
                                    

La criatura estaba en condiciones bastantes deplorables, apenas y se pudo poner de pie. Con ayuda de Regulus lograron sentarlo en una silla acolchada con terciopelo rojo.

Regulus en cuclillas frente la silla pregunto que le había pasado, kreacher comenzó a sollozar horrorizado, a diferencia de su marido que mantuvo semblante tranquilo y impasible, a ella le recorrió un escalofrío de pánico por toda su espina dorsal.

—Luego hizo a Kreacher tomar una horrible poción, hizo, kreacher vio cosas horrorosas, antes de marcharse colocó un objeto...

—¿Que era kreacher?, ¿que fue lo que colocó en el pedestal?

kreacher miró a Regulus como si no entendiera lo que le estaba diciendo, luego sus ojos saltones y su piel ya de un verde enfermizo se tornó blanco marfil.

—Un objeto maligno, amo Regulus, desprendía maldad pura... pequeño... de oro, muy bello pero también sumamente peligroso.

—¿Que era el objeto de oro kreacher?

—Un relicario...

La voz del elfo bajo varios decibeles susurrando cosas intangibles para el joven matrimonio, mirando al suelo perdido en sus pensamientos. Después soltó un bajo alarido y volvió su mirada al chico.

—Kreacher, ¿Crees poder describir a detalle el relicario?

—Jamás olvidaría ese espantoso artefacto amo.

Regulus asintió dedicándole una fugas mirada a la rojiza, ambos con expresiónes preocupadas y suspicases. Luego el joven colocó su mano en uno de los hombros de la desmejorada criatura.

—Ve a descansar al cuarto de huéspedes puedes dormir en la cama. Mañana necesitaré tu ayuda Kreacher.

—Amo no es necesario, Kreacher no merece tanta benevolencia.

—Insistimos, anda— esta vez fue Aradia la que lo alentó.

Una vez el elfo fuera, Regulus y Aradia reflexiónaron sobre lo sucedido, ocultaba algo que ella desconocía y necesitaba respuestas.

—¿Por qué tengo la impresión de que conoces exactamente ese relicario?, ¿es algún tipo de arma que ayudará a destruir a todos los magos o...

—Nunca lo he visto Aradia, no en persona. Si eso es lo que te preocupa, se como es y a quién pertenecía— el tono condescendiente en su voz la irritaba, eso confirmaba sus sospechas, su esposo censuraba la información, odiaba cuando hacía eso más cuando la vida de él y toda su familia pendía de un hilo.

—Sabes la importancia que tiene y para eso debe haber una buena razón, ¿está maldito?, o es incluso más, ¿Un arma para destruir a Voldemort?, Regulus quedamos en que no volvería a haber más secretos entre nosotros, tienes que decirme.

Regulus miró en todas direcciones hasta que al final rendido suspiro con pesadez, confiando el secreto a su mujer.

—Es un Horrocrux— la chica se quedo sin aliento, jamás le hubiera pasado por la cabeza semejante cosa, a pesar de no saber mucho sobre ellos, lo poco que aprendió y comprendio fue por su madre, si su esposo tenía razón sería casi imposible derrotar a Voldemort.

—¿Cómo es que estás tan seguro?, tal vez no...

—Es un hecho, creme Aradia estos meses lo único a lo que me he dedicado es a espiar y prevenir todos los movimientos de Voldemort, ¿Crees que Dumbledore nos protege sólo porque es un increíble profesor?, soy infórmate de la órden del fénix, por eso es que me tienen tanta confianza a pesar ser mortifago.

El Hermoso TormentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora