OJO POR OJO

3. Levantando a Charles.

La mansión careciente de visitas, apenas se sentía llena tras el alma fantasmal de sus habitantes, dos simples hombres cuyas rutinas iban perdiendo cada vez más sentido, desmoronándose de un propósito con el paso del tiempo.

Fue como un pequeño respiro de ausencia cuando un auto, último modelo, atravesó la entrada con una que otra dificultad por el camino descuidado que podía dañar el piso bajo del auto. Un auto precioso pero una mala elección para visitar a un amigo cuyo patio no había sido visitado en años.

Hank miró con extrañeza el auto que acaparaba toda la atención en el patio de la mansión y mantuvo la mirada hasta que vio al famoso Tony Stark salir de él con esas gafas oscuras, típicas del hombre.

—¡Charles! — Dijo para llamar la atención del hombre el cual se encontraba en su habitación, maldiciendo internamente la distancia entre las habitaciones. —¡Charles, el señor Stark está aquí! — Dijo esta vez subiendo por las escaleras.

—¡Bajo en un momento! — Fue lo único que se escuchó desde la habitación de Charles.

Hank estaba nervioso por recibir al hombre que era la cara de las noticias en casi todos los días. De todas las situaciones nunca se imaginó recibiendo la visita del famoso héroe, casi como si se olvidara que él también lo fue en algún tiempo.

Al escuchar el toque sobre la puerta caminó rápidamente hacia ella, abriendo para poder recibir a Tony.

—Señor Stark. — Dijo Hank mirando a Tony desde la puerta. Su mente divagando en cual sería un saludo más apropiado.

—Creo que no tengo el gusto. — Contestó el hombre mientras se acomodaba las gafas de sol.

—Hank McCoy.

Tony asintió al recordar ese nombre de la plática con Charles, "El único hombre presente en su declive". Bastó eso para tenerle respeto, o al menos un poco.

—¿Se encuentra Xavier aquí?

Hank sonrió ligeramente y asintió con suavidad. —En un momento baja. — Dijo, apartándose para dar paso al hombre, quien entró con una mirada observadora. Sus ojos recorrieron el lugar, notando el polvo acumulado en algunos objetos y el desgaste evidente de una alfombra que ya parecía haber olvidado su mejor época.

—Lo siento. No sabía que tendríamos visitas, así que no me dio tiempo de limpiar mejor.

—Descuida. — Dijo Stark mientras caminaba, mirando lo mucho que había decaído la mansión de su amigo. —No creí que estuviera tan mal la situación.

—¿La situación?

—La situación de Charles. — Tony no solía ser una persona demasiado perceptiva, pero no le costó darse cuenta de la falta de visitas en el lugar y la falta de cuidado que Charles le tenía a su propio hogar. La sola idea le resultó amarga.

—¿Charles le platicó sobre ello? — Hank parecía incrédulo.

—Sí, algunas cosas. — Stark pasó los dedos por el barandal de la escalera principal, observando como estos habían recogido una fina capa de polvo. —Sobre el tipo ese, ¿Erik?

—Erik Lehnsherr, sí...— Hank apretó ligeramente los labios en incomodidad.

—No puedo creer que aquel rompimiento le haya afectado tanto. Siempre fue un hombre bastante centrado.

—El rompimiento no es la única razón. — Hank miró hacia las escaleras, vacilando por un momento antes de continuar. Asegurándose de que Charles aún no saliera de su habitación, siguió hablando. —Una relación como esa deja secuelas, incluso mucho antes de terminar.