El rugido de los motores y el bullicio de la multitud no eran precisamente el entorno que Charles imaginaba para una cita. Por eso, había reservado los asientos VIP, buscando un refugio elegante y alejado del caos, donde las bebidas no volaran por el aire al calor de la euforia colectiva.
El hombre estaba sentado mientras miraba a los corredores prepararse. Tony, su acompañante y amante de la atención, saludaba a su corredor favorito desde los asientos. Ahí estaba otro punto importante para escoger lugares exclusivos: la atención inmediata de los corredores, aunque claro, seguramente Tony obtendría atención incluso estando en la última silla del estadio.
—¿Y ese de allá quien es?
—El corredor enemigo de mi campeón. Le arrebató el primer lugar el año pasado. —Tony se había pasado explicando cada detalle a su amigo, desde que entraron hasta que tomaron sus asientos.
—Ese auto es precioso.
—Uff, Claro que lo es. Perfectamente construido para ir a toda velocidad. —Stark miraba cada parte del auto como si fuera una pintura, siendo exhibida justo para su apreciación. Solo un ingeniero apreciando el trabajo de un colega. —Optimizado para maximizar la carga aerodinámica, toda una preciosidad en ruedas. Aunque si me preguntas a mí, le cambiaría el mecanismo de giro.
Charles lo miraba con una pequeña sonrisa incrédula al ver la pasión con la cual el hombre describía el buen trabajo que tenían en frente. A veces, era fácil olvidar el ingenio brillante que se escondía detrás de los comentarios mordaces y las bromas constantes que Tony solía lanzar para irritarlo.
—¿Y ese otro? —Preguntó el telépata en busca de escuchar un poco más de esa emoción.
—Un McLaren. —El vengador parecía totalmente inmerso en cada palabra de la explicación. Charles, por su parte, se concentró en prestar atención a cada palabra y gesto de manos que irradiaban emoción. —Ajustado para incrementar el agarre mecánico, en especial en el eje trasero. Una muy buena eficiencia aerodinámica... Me ofrecieron uno el año pasado, pero Pepper se negó.
—Una mujer cuerda. —Charles sonrió, pasando la vista hacia el auto del cual su amigo hablaba. Definitivamente, una belleza. —Debería agradecerle por mantenerte con vida, y sobre todo, mantener con vida a los demás de la pista. —Tony simplemente negó con la cabeza, aún manteniendo su sonrisa.
La orquesta de motores comenzó a escucharse mientras los corredores se posicionaban en la línea. Afortunadamente, había una pantalla con vistas precisas, otro de los privilegios del lugar, en donde Tony podría ver todo sin perderse de nada.
Charles no parecía del todo tranquilo con cada ruido emitido en la pista. Las voces del público, la música, los motores, todo parecía un terrible escenario caótico. Tomó un profundo suspiro mientras su mano se apretaba ligeramente la rodilla, intentando calmarse a sí mismo.
Un sonido de campana comenzó la carrera, sacando a Charles de sus pensamientos. Los autos se deslizaron con feroz velocidad por la pista, arrebatándole al hombre gestos de angustia en cada curva peligrosa.
—¿En serio arriesgan su vida de esta forma? —El ceño del mutante se frunció, reflejando una clara preocupación.
—El peligro es parte del encanto. —Stark se mantenía concentrado, con amplia sonrisa de emoción iluminandole el rostro. Luego, miró de reojo al mutante y soltó una carcajada al ver la expresión de preocupación de Charles. —Calma, son expertos.
—Eso espero... —La velocidad le parecía absurdamente riesgosa. Definitivamente, no entendía la pasión de Stark al mirar aquello con tanto fervor.
—Claro claro, a menos que uno de ellos gire mal y de vueltas por toda la pista.
Los ojos del mutante se abrieron de par en par, mirando a Tony como si necesitara bajar y detener a todos esos corredores antes de que sucediera una tragedia. Para Stark, eso solo hizo todo más divertido, y, obligado a calmar al hombre antes de que realmente detuviera la carrera o sufriera un ataque, posó una de sus manos en el hombro de este.
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OJO POR OJO
Fanfiction¿Una relación falsa? Para Charles Xavier, la idea probablemente sonaba infantil, incluso absurda. Pero la propuesta tenía un tinte de intriga irresistible, especialmente viniendo de Tony Stark y su retorcida genialidad. Un plan calculado, casi diabó...