OJO POR OJO

29. El fin del plan

—Quiero a la cámara uno y dos grabando el ángulo frontal, que no se pierda ningún detalle —ordenó Fury con firmeza, ajustando su corbata mientras observaba el movimiento a su alrededor.

Los asistentes se apresuraron a cumplir con las indicaciones, asegurándose de que todo estuviera en su lugar. El ambiente estaba cargado de tensión y expectación, cada detalle contaba, y Fury no era alguien que tolerara errores.

Veinte minutos para comenzar. Notas listas, acuerdos listos, ropa lista.

Varios trabajadores se movían de un lado a otro, ajustando cables, acomodando el sonido, posicionando cámaras. Las sillas principales estaban alineadas en hileras perfectas, todas mirando hacia un mismo punto, listas para el evento. Todo en orden.

El aire libre del lugar aliviaba la tensión, dejando que la brisa se llevara consigo cualquier rastro de nerviosismo, al menos para la mayoría. Era la magia del gran patio Xavier.

—Señor, la transmisión comenzará en cuanto dé la orden —informó un miembro del staff mientras se ajustaba el auricular.

—Perfecto. —Declaró mientras observaba a la gente comenzar a acomodarse. Los invitados y el público general se reunían poco a poco, llenando el lugar con murmullos. —Profesor Xavier, ¿dónde está Tony?

—Debería estar aquí —contestó Charles, su mirada recorriendo con rapidez a la multitud.

Intentaba mantener la compostura, pero la falta de cierta presencia comenzaba a inquietarlo. No veía al Vengador por ningún lado. Temía que el hombre llegara tarde al tan esperado evento.

—¿Podría avisarle que comenzamos en cuestión de minutos?

El mutante asintió y comenzó a moverse entre los miembros del equipo de asistencia, esquivando cables, luces y cámaras. Llevó una mano a su saco, acomodándolo con un movimiento sutil y su mirada recorrió el lugar.

"Tony, Fury dice que está a punto de comenzar la transmisión".

"Estoy aquí, estoy aquí", pensó el vengador.

"Aquí, ¿dónde?"

—Aquí, atrás. —La voz de Tony sonó justo antes de que jalara al hombre hacia él, sacándole un pequeño susto al contrario.

—¿Dónde estabas? —suspiró aliviado el telépata, fijando la mirada en el hombre frente a él—. ¿Eso es un burrito? ¿Fuiste a comprarte un burrito?

—Corrección, nos compré un burrito.

Tony le dio una mordida a su comida sin apartar la mirada de Charles, con la misma tranquilidad de quien no ve nada extraño en desaparecer por unos minutos en medio de una reunión importante para ir a comprar un poco de comida.

—Escuché ese sonido en tu estómago. —continuó el vengador—. Y ahora tenemos un burrito.

—Eran nervios... —murmuró el telépata.

—Oh...

—La transmisión comenzará en unos...

—Minutos, sí. Escuché tu linda y preocupada voz en mi mente.

El telépata se sonrojó levemente ante el cumplido. Aún le costaba acostumbrarse a que esas palabras ya no eran solo una broma o parte de su juego habitual.

—Vamos, guarda eso para después. —mencionó Charles mientras señalaba la comida.

Tony hizo un pequeño puchero, pero no tuvo oportunidad de protestar. El telépata ya había tomado su mano con firmeza, jalándolo con decisión mientras ambos avanzaban hacia el lugar donde Fury los esperaba con los brazos cruzados y una expresión que claramente indicaba que su paciencia estaba pendiendo de un hilo.