CONTINUACION DEL CAPÍTULO XXXVI
••••••••••••••••••••••••••••••••••••Pablo Gavi || 🇪🇦⚽
[...]
Al rato, los dos nos reventamos y nos tiramos al suelo casi a la vez, como si hubiéramos corrido una carrera en la feria del pueblo. Alya, más chula que un ocho, me tiró agua, y yo, cómo no, se la devolví entre carcajadas, montando una guerra de agua digna de una verbena.
—Venga, vamos dentro que me está dando frío —dijo ella señalando la puerta.
—Vale —le siguió, acomodándome el cabello y exprimiendo un poco su sudadera
Puso la mano en la manija, pero aquello no abría ni queriendo. La giró varias veces, probando como si fuera cosa de magia, pero nada, la puerta seguía más cerrada que un bar después de la siesta.
—no abre—dijo mirándome mientras que se abrazaba a ella misma
—¿Segura?—le pregunté acercándome a la puerta para intentar
—si—dijo dando unos pasos hacia atrás
Me acerqué y empecé a forcejear con la puerta, tirando, empujando, casi dándole cabezazos, pero aquello no abría ni de broma. Por más que lo intentara, no había manera, estaba más atascada que una cañería vieja.
—pues es verdad que no habre—me encogí de hombros
Me miró enfadada
¿Y ahora que he hecho?
—que has hecho para que nos quedemos encerrados imbecil—murmuro dando vueltas
—no he hecho nada—fui sincero
—a que ha sido tu culpa
No paraba de dar vueltas
Me estaba poniendo de los nervios—¿puedes dejar de dar vueltas?
—¡Cómo quieres que pare! ¡Estamos encerrados!—me grito parando un segundo para seguir—y tengo frio—murmuro
Me acerque a ella y la cogí de los hombros obligándola a pararse en seco
—no ha sido mi culpa Alya—repeti tranquilo y suave
Se dio media vuelta, más cabreada que un toro en San Fermín, y se fue a la esquina contraria, donde se sentó abrazando sus rodillas como si buscara calentarse con sus propios pensamientos.
Bufé y me acerqué a su manta, pero estaba empapado, así que ni me molesté en usarla porque sería lo mismo que nada, mi cuerpo la mojaría. Me senté cerca del calefactor, notando al menos un poquito de calor, y me puse a jugar con mis dedos, matando el tiempo.
Cuando levanté la mirada, vi a Alya tiritando como un flan, balanceándose para aguantar el frío. Ella también me miró, y, sin pensarlo mucho, le di tres palmadas en el suelo a mi lado, indicándole que viniera.
Alya se levantó a duras penas, con una pereza que casi se podía escuchar, y se sentó a mi lado de mala gana, como si estuviera haciendo un favor que no quería.
—ni te creas, solo es por el calefactor
—no he dicho nada—la mire sonriendo mientras subía los brazos en seña de rendicion
—tu sonrisa habla por ti
¿Mi sonrisa habla por mi?
¿A qué se refería con eso?Estuvimos en un silencio más incómodo que cruzarte con tu ex en el súper, sin mirarnos, sin tocarnos y sin decir ni una palabra. Pero entonces, rompió el momento: la volví a escuchar tiritar, como si estuviera en el Polo Norte.
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|| UNION EN EL CAMPO || pablo Gavi
FanfictionAlya se muda a Barcelona en busca de nuevas oportunidades, tanto como las ganas de ver a su hermanito cumplir su sueño. Luego de varios años se reencuentra con su mejor amiga y con su primo, pero a la vez un día en el campo de futbol conoce a un chi...