Alya de Jong || 📚🐬
12 de agostoBajé a la cocina arrastrando los pies, con el pelo revuelto y un bostezo que me hacía parecer un zombi. Me encontré a Pedri sentado en la mesa, con su tostada en una mano y el móvil en la otra, mirándome con esa sonrisita de sabelotodo que siempre lleva encima cuando está tramando algo.
—¡Milagro! La Bella Durmiente ha despertado.
Rodé los ojos y me desplomé en la silla frente a él, medio dormida todavía.
—¿No puedes dejarme en paz ni por la mañana?
—Es que no puedo, Alya. Tu presencia ilumina la cocina. Aunque hoy… estás más bien en modo lámpara rota.
Le tiré una servilleta mientras él reía y seguía desayunando como si nada.
—Tú habla lo que quieras, que seguro has dormido menos que yo
—Puede ser, pero al menos yo no bajo con la marca de la almohada en la cara —soltó, señalándome la mejilla.
—¡¿Qué?! —me llevé una mano a la cara rápidamente, y él estalló en carcajadas.
—Tranquila, mujer. Solo te estoy molestando. Aunque con esa cara de zombie… igual deberías mirarte al espejo.
—Habla el que tiene cara de no haber dormido en años.
—Eh, al menos yo madrugo. Tú, en cambio, seguro que estabas soñando con príncipes azules... O mejor, con alguien en particular —dijo, alzando una ceja con una sonrisa traviesa.
—¿De qué hablas ahora?
—No sé, ¿Gavi, tal vez? —respondió, dejando caer el nombre como si no fuera nada.
Le miré con los ojos entrecerrados.
—Estás fatal. Pero mal, mal, ¿eh? Deberías ir al médico a ver si te arreglan eso de una vez.
—¿yo?
—si, tu—dije sería cogiendo una taza de la despensa—Anda, haz algo útil y pásame el café, que no puedo con mi vida
—¿Qué? ¿Noche movidita con Gavi?
Casi tiro la taza al escuchar eso.
—¡Pero qué dices! No continúes con eso Pedri
—¿Ah, no? ¿Y entonces por qué te pones tan nerviosa? —dijo, alzando una ceja con aire divertido.
—No estoy nerviosa—protesté, sirviéndome café con manos algo temblorosas.
—Claro, claro. Solo que cada vez que digo su nombre, te sale humo por las orejas.
—¡Pedri, de verdad! No pasa nada con él. ¡Nada!
—Mira, Alya, no te mientas a ti misma. Yo lo veo todo: las miraditas, las discusiones de “los que se pelean se desean”, los momentos de tensión…
—¿Qué miraditas ni qué tensión? Lo único que quiero es tirarle un zapato en la cara, y eso no cuenta
—Claro, claro. Seguro que te la pasas pensando en qué zapato le quedaría mejor. Un botín, quizá.
—Eres insoportable—le dije, tirándole una servilleta, que le dio e toda la frente
—¿Y tú? Anda, admítelo ya. Estás pilladita por el chaval.
—Estás loco—respondí, fulminándole con la mirada.
—¿Ah, sí? Entonces, ¿por qué siempre te pones a discutir con él? ¿Y por qué te pones roja cada vez que te dice algo? —preguntó, con una sonrisa que gritaba "te he pillado".
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|| UNION EN EL CAMPO || pablo Gavi
FanfictionAlya se muda a Barcelona en busca de nuevas oportunidades, tanto como las ganas de ver a su hermanito cumplir su sueño. Luego de varios años se reencuentra con su mejor amiga y con su primo, pero a la vez un día en el campo de futbol conoce a un chi...