CAPITULO DEDICADO A "Libertad993" GRACIAS POR VOTAR EN LOS CAPÍTULOS
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Llegamos a casa de uno de los amigos de Gavi y bajamos todos a la vez, como si fuéramos una manada descontrolada. Pero claro, Gavi, todo emocionado como un crío el día de Reyes, salió disparado y llegó primero a la puerta.
En cuanto le abrieron, se le tiraron encima en plan abrazos grupales, aplastándolo como si fuera su peluche favorito. Yo, mientras, me quedé atrás mirándolo con una mezcla de felicidad y nostalgia, como quien recuerda algo bonito pero sabe que ya no vuelve
—¡Os he echado un montón de menos, chavales! —dijo Gavi, con una sonrisa tan grande que parecía un anuncio de pasta de dientes.
—Y nosotros a ti, cabezón —le soltó uno, mientras le revolvía el pelo
—Pasad, que hemos pedido McDonald’s —dijo otro, abriendo la puerta como si estuviera enseñando la entrada al paraíso.
Entramos todos, en plan desfile silencioso, y nos sentamos en la mesa, mirando la comida como si fuera el premio de una gincana.
—Veo que ya tienes aquí a un par de chicas guapas, ¿eh, cabezón? —dijo uno, mirándome con cara de pillo. Yo me puse roja, tan roja que parecía un semáforo en hora punta, y solté una risita nerviosa.
—Pues sí, está Alya… la tía más insoportable del planeta —saltó Gavi, haciendo como que susurraba, aunque se le escuchaba hasta en la calle—. Y está María, pero esa ya está reservada para Pedri.
Los dos nombrados se miraron como si acabaran de pillarles robando un pastel, más colorados que una sandía, y toda la mesa estalló en carcajadas, de esas que te hacen llorar y acabar con dolor de barriga.
—Bueno, yo soy Cristom —saltó el chaval que había preguntado por mí antes, mirándome de arriba abajo con una sonrisa de listillo—. Qué chica más guapa, si Gavi no te quiere, pues yo sí.
Gavi lo fulminó con la mirada, pero yo pasé del tema y le dediqué una sonrisa educada.
—Yo soy Ale... Alelordan, pero dime Ale, que es más corto —dijo otro, dándoselas de simpático.
—Hola, Ale —le solté, un poco borde
—Yo soy Dani, guapa —se presentó otro
Podrían por favor, por favor parar de halagarme, ya me he puesto bastante roja
—Un gusto conoceros a todos —añadí con una mueca, deseando que la tierra me tragara.
María se sentó a mi lado, y empezamos a comer mientras hablábamos de cualquier cosa, más que todo el gaviota que se estaba poniendo al dia con su amigos. Tenía a Gavi justo enfrente y a Pedri al lado
Estaba comiendo mis patatas, pero forzadísima por la presión social. Solo podía pensar en lo calóricas que eran las hamburguesas, y el nudo en el estómago no ayudaba. De repente, sentí una patadita suave en la pierna bajo la mesa y levanté la vista. Era el ogro de enfrente, o sea, Gavi, que hizo un gesto con la cabeza como preguntandome “¿qué pasa?”.
Negué frenéticamente, como si intentara espantar una mosca, y volví a mirar mi plato. Pero el tío insistente enredó su pierna con la mía, como si estuviera jugando al tres en raya bajo la mesa, siguió así buscando llamar mi atención a lo que yo simplemente lo ignore hasta que me dio un toque más fuerte. Hice una mueca de desagrado y lo fulminé con la mirada. Él señaló su móvil, levantándolo un poco.
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|| UNION EN EL CAMPO || pablo Gavi
FanfictionAlya se muda a Barcelona en busca de nuevas oportunidades, tanto como las ganas de ver a su hermanito cumplir su sueño. Luego de varios años se reencuentra con su mejor amiga y con su primo, pero a la vez un día en el campo de futbol conoce a un chi...