Magia es poder

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Harry Potter pertenece a J.K.ROWLING

quien quiere leer ahora_ preguntó el director.

lo haré_ dijo Sirius.

estas seguro_ preguntó Amelia, Sirius asintió.

Magia es poder_ leyó frunciendo el ceño.

no entiendo_ dijeron varios.

Mientras pasaba el mes de agosto el césped de la plaza en medio de Grimmauld Place se marchitó bajo el sol hasta que se volvió seco y marrón. Nadie en los alrededores veía a los habitantes de el numero doce, ni al numero doce en si. Los muggles que vivian en Grimmauld Place habían aceptado ya el error en la numeración que había causado que el numero once estuviera al lado de el numero trece. Aun así, la plaza estaba atrayendo a visitantes que encontraban la anomalía muy intrigante. Casi no pasaba el día sin que una a dos personas llegaran a Grimmauld Place con ningún otro propósito, o así parecía, que inclinarse hacia las barandillas en frente de los números once y trece, mirando la unión entre las dos casas. Los acechadores no eran nunca los mismos, aunque todos parecían compartir un disgusto por la ropa normal. 

saben que la casa de Sirius debe estar por ahí_ dijo Amelia_ supongo que intentan averiguar como entrar.

pero no es posible, verdad_ preguntó Harry.

por supuesto que no_ dijo Sirius_ alguien tendría que revelar el secreto.

sin embargo, no evitara que mortifagos sigan llegando, uy seguros que Harry ira ahí en algún momento_ dijo Collin, todos asintieron, esperando que el trio tenga cuidado cuando tengan que salir de la casa.

La mayoría de los Londinenses que pasaban por ahí, estaban acostumbrados a la ropa excéntrica y casi no los notabas, aunque alguno de ellos se preguntaba ocasionalmente porque alguien usaría una túnica cuando hacia tanto calor. 

claro porque usar túnicas en el calor es lo mas raro_ dijo Dean negando con la cabeza.

son son los primeros magos que ven_ dijo Sirius encogiéndose de hombros_ mi madre no habría sido arrapada ni muerta usando ropa muggle.

Los vigilantes parecían obtener poca satisfacción de su vigilia. Ocasionalmente, uno de ellos se inclinaba hacia delante emocionadamente, como si hubieran visto algo interesante, solo para volver a caer desilusionadamente. 

eso hizo que varios soltaran unas risitas, no había nada mejores escuchar de los mortifagos decepcionados, (bueno, tal vez los mortifagos castigados).

El primer día de septiembre fue cuando hubo más gente en la plaza que en ningún otro día.  Media docena de hombres con túnicas mirando silenciosamente a las casas once y trece, pero lo que esperaban aun aparecía eludirlos. Mientras caía la tarde, trayendo un poco de lluvia fría por primera vez en varias semanas, ocurrió uno de esos momentos en el cual parecieron ver algo interesante. El hombre con la cara torcida apunto, y su compañero más cercano, un hombre bajo y pálido, que caminó hacia delante, pero un momento después volvió a su anterior estado de inactividad, notándose frustrados y desilusionados. Mientras tanto, dentro del numero doce, Harry acababa de entrar en el salón. Casi se cayó al Aparecer en el último peldaño fuera de la puerta principal y pensó que los Mortifagos pudieron haber visto su codo, que estuvo momentáneamente visible. 

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora