El guerrero caído

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Harry Potter pertenece a J.K.ROWLING

todo bien, Harry_ preguntó Sirius cuando él y Daphne regresaron a la sala común.

si_ respondió Harry.

fuiste don de Hedwig_ preguntó Ron en voz baja, Harry asintió, después de lo leído había necesitado ver a su amiga y aprovechó para presentarle a Daphne a la que al principio miró con recelo. 

quien quiere leer, ahora_ preguntó el director.

lo haré_ dijo Kingsley recibiendo el libro_ el guerrero caído leyó_ haciendo que una pesada tensión se instalara en la sala.

lee rápido_ pidió Harry aterrado por cual de sus amigos había muerto.

-¿Hagrid?Harry luchó por levantarse de las ruinas de metal y cuero que lo rodeaban, sus manos sehundieron centímetros en el agua lodosa cuando trataba de levantarse. No podía entender adonde habíaido Voldemort y esperaba que surgiera de la oscuridad en cualquier instante. Algo cálido y húmedoresbalaba por su barbilla desde su frente. Gateó fuera del charco y tropezó contra una masa oscura enel suelo que resultó ser Hagrid.-¿Hagrid? Hagrid, háblame.Pero la masa oscura no se movió. 

Hagrid..._ dijo Harry, preocupado.

seguro que estoy bien_ dijo Hagrid sin parecer preocupado_ debió ser una caída dura_ añadió.

por lo menos para ustedes ya pasó el peligro_ dijo Remus.

solo faltan doce_ dijo Harry, sin querer mencionar el hecho de que solo sobrevivirían trece.

-¿Quién está ahí? ¿Es Potter? ¿Eres Harry Potter?Harry no reconoció la voz del hombre. Entonces gritó una mujer.-¡Chocaron! ¡Ted! ¡Chocaron en el jardín! 

esa es Andrómeda_ dijo Sirius_ ellos se encargaran de ustedes y los enviaran a la madriguera.

La cabeza de Harry daba vueltas.-Hagrid –repitió estúpidamente y sus rodillas flaquearon.

no es estúpido_ dijo Amelia_ tienes una conmoción y estas preocupado por tu amigo.

Lo siguiente que supo fue que estaba acostado en lo que parecía algo acolchado, con unasensación de quemazón en sus costillas y su brazo derecho. El diente que le faltaba había crecido denuevo. 

así de rápido_ preguntó Dudley_ y si dolor_ añadió.

ya no parece tan malo tener magia, verdad_ preguntó Harry.

La cicatriz de su frente seguía palpitándole.-¿Hagrid?Abrió sus ojos y vio que estaba acostado en un sillón en una sala desconocida a la luz de lalampara. Su mochila estaba en el suelo a corta distancia, húmeda y embarrada. Un hombre rubio, deabdomen abultado, miraba ansiosamente a Harry.-Hagrid esta bien, hijo – dijo el hombre- mi mujer lo está viendo ahora. 

gracias_ dijo Hagrid a Andrómeda.

no hay nada que agradecer_ respondió Andrómeda_ nos alegra ayudar.

¿Cómo te sientes?¿Algo más que esté roto? He arreglado tus costillas, tu diente y tu brazo. Por cierto, soy Ted. TedTonks, el padre de Dora.Harry se sentó demasiado rápido. Las luces estallaban delante de sus ojos y se sentía enfermo ymareado. 

La historia del trio de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora