Capítulo 25: te amo

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Una canción pa' confesar que aún te pienso.
Porque es más fácil hoy cantarte que llamarte.
Me desespero y en silencio me arrepiento.
Y sé que es muy tarde.
Y aunque te dije que tiremos la toalla.
Dejé empapadas tantas lágrimas al suelo.
Es mi secreto que aún regreso a nuestra playa y allí te pienso.

Mi secreto / Kany García.

Meredith:

Dos semanas después:

Dos semanas habían pasado desde la última vez que estuvimos juntas, de esa vez, donde después de hacerle el amor, me dejo una carta, y solo se fue, junto a su prometido, y desde entonces no he sabido nada de ella.

Ya casi era su boda, y yo todavía no me podía sacar de la cabeza, esa imagen de ella, corriendo hacia ese chico, no podía borrar esa opresión en el pecho, que sentí esa mañana, cuando desperté, esperando que ella estuviera a mi lado, pero solo encontré ese tonto papel, y ella ya no estaba.

Ni siquiera enfrente de este mar inmenso, este lugar donde la tuve por última vez, podía sentir esa paz que buscaba.

-Ni meditando todo el año, vas a poder lograr sentirte mejor –dice Derek a mis espaldas, sobresaltándome.

-Cada día, tu sinceridad tiene menos tacto.

-Solo digo, lo que observo –comenta, llegando a mi lado.

- ¿Qué haces aquí? –pregunto un poco exasperada –sabes que vengo aquí, para estar sola.

- ¿Y lo has conseguido?, en tu soledad, ¿has encontrado esa tranquilidad que necesitas?

-Der, no estoy de humor para uno de tus sermones.

-Mer, desde que se fue, casi no duermes, a penas y comes, y ya no sonríes, ni Ellie, ni los niños, te dan esa felicidad que antes tenías.

-Eso no es cierto, ellos son mi felicidad y mi soporte en todo esto –digo, aventando una piedra, hacia el mar.

-Y tal vez tengas razón, pero hasta ellos notan tu tristeza, y yo ya no puedo verte así.

-Joder Derek, ella se fue, y yo no pude retenerla, mira, en unos meses, esto será solo un recuerdo, y todo volverá a ser como antes.

-Y esa mentira, solo la crees tú, o mas bien solo vivie en tu cabeza –yo ruedo los ojos –si, dentro de unos meses todo sanara, pero nada volverá a ser igual, tu no volveras a ver los amaneceres de la misma forma, no volveras a sonreir igual, incluso este lugara ya no será lo mismo, porque ahora tiene otro significado.

- ¿Y qué quieres que haga?, si ella se fue, y en menos de una semana se casa.

-Que dejes tu cabezonería y tu terquedad a un lado, y vayas por ella, ¿acaso no tienes ganas de irla a buscar en este momento?

-Y que ganaría con ir hasta su lado, si lo eligió a él, si yo la orille a tomar esa decisión.

-Amy me dijo que ella está arrastrándose por los pasillos del hospital, que desde que llego no es la misma, y que la tristeza se le nota a kilómetros, también me dijo, que el único que no se da cuenta de eso, es Mark.

-Claro, si ese hombre pareciera que tiene el cerebro, entre la entrepierna –el solo niega, aguantando la risa.

-En eso tienes razón, pero a lo que voy, es que ella tampoco es feliz, que tal vez, cuando te aseguro que ese no era su mundo, no mintió, así que ve a buscarla –dice extendiéndome un sobre blanco.

- ¿Qué es esto? –pregunto, jugando con la orilla del papel.

-Ábrelo, y agradéceme por ser tu mejor amigo, y aguantar tu cabezonería –yo ruedo los ojos, y hago lo que me pide.

Es un boleto de avión...

El destino: Ciudad de México.

La fecha: 28 de noviembre.

La salida: 10:40 am.

La llegada: 12:00 pm.

-Pero si esto es para hoy –digo, sin creerlo.

-Sí, y tienes que darte prisa, porque el vuelo sale en una hora, y no creo que lo quieras perder.

Yo niego, y me pongo en marcha, de regreso a la aldea, seguida de él, que va con una gran sonrisa, habiendo cumplido, lo que se prometió, convencerme, de ir hasta donde ella esta, y recuperarla.

Justo a la hora de abordaje, llegamos al aeropuerto del centro, iría acompañada de mi sobrina, que no se despega de mí, y que, según Derek, impedirá que haga una locura.

Dos horas después, nos encontrábamos enfrente de ese edificio, donde había entado solo dos veces, y que me traía muchos recuerdos, y me producía nauseas.

Ahí había nacido mi sobrina, y también, había perdido a mi hermana.

-Tranquila –dice la pequeña rubia, tomándome la mano, de forma delicada –todo saldrá bien.

-Que dios te escuche pequeña.

Y ambas entramos a ese hospital, yo dejo a mi sobrina en la cafetería del lugar, y preguntando a los policías, logro encontrar su oficina, que se encuentra en el último piso, de este hospital.

Los pasillos se me hacen largo, y los minutos, me parecen horas, hasta que llego ahí, justo donde está su secretaria, que me ve expectante, esperando que diga quién soy, y a que he venido.

- ¿Te puedo ayudar en algo?

- ¿Se encontrará la doctora Addison Montgomery?

-Sí, ¿quién la busca?

-Una vieja amiga.

-La anunciare –ella toma el teléfono, pero mi desesperación por verla, puede más, así que sin dejar siquiera que marque el número de ella, me adentro a esa oficina, abriendo la puerta de golpe, y observándola, como alza su cabeza, de los papeles que tenía en la mano, y viéndome con los ojos muy abiertos.

-Te amo –es lo único que sale de mi boca –te amo Addison, realmente lo hago.

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Hola, espero les guste este nuevo capitulo y si es asi denle estrellita y comenten. (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠).

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