Mundos diferentes

Capítulo 23: promesas

Soñé un verano que se hiciera eterno.
Desde el momento en que vi tu mirada.
Me derretiste con esa mirada.

Pero el verano se volvió un invierno.
Cuando vi que otros brazos te esperaban.
Me congelé mientras yo te esperaba.

Cuando nadie ve / Morat.

Meredith:

La imagen que acabo de presenciar, hizo que todo en mí se revolviera, una electricidad recorrió mi cuerpo, y una sensación extraña, pero fea, me invadió, lo único que pasaba desde que mi cerebro comprendió que el chico que estaba con ella, era ese tal Mark, su novio, su prometido, era que solo quería largarme de ahí, así que, mis pies cobraron vida propia, y comencé a caminar, mientras pasaba a su lado, casi empujando al chico, que miraba a mi princesita con ojos de amor, y sé que ella me dijo algo, pero era mas grande mi enojo, que el querer saber que pasaba a mi alrededor.

Me fui de ahí, cabreada, entrando a la cabaña de mi sobrina, que veía toda la escena desde la puerta, y sin dejar que me dijera algo, comencé a revolver mi ropa, buscando algo decente que ponerme, pero mis manos, solo pasaban las prendas, sin ni siquiera analizarlas, como si todo lo estuviera haciendo en automático.

-Cálmate titi –pidió, amablemente mi sobrina.

-Estoy calmada.

-No lo estas, estas enojada, y celosa, por la escena que acaba de pasar –menciona, y yo estoy odiando, la forma en la que me conoce también.

-Si lo estoy –refuto, sin darle la razón.

-No lo estas tía, y tu cabezonería, está a punto de acabar con mi paciencia –hablaba como si fuera mi madre –apoco me vas a negar, ¿Qué no sentiste que tu mundo se acababa cuando ese chico apareció?, ¿Qué no se te revolvió el estómago, cuando sus labios chocaron con los de la pelirroja?, la misma que te tiene loca, desde que llego, ¿vas a aceptar que te duele?, ¿o lo seguirás negando?

-Claro que me duele Ellie –admito, al fin –por supuesto que me duele, que el hombre que esta haya fuera, es el mismo, por el que esa chica suspiraba cuando llego aquí, el que tiene la llave de su corazón, y con el que quiere unir su vida, y yo ni siquiera se, que es lo que realmente ella siente por mi... claro que estoy enojada, y tengo unas ganas de partirle la cara, por haber besado a la chica, con la que pase las dos mejores noches de mi vida, pero solo fue un sueño, una ilusión, y lo peor, siempre he sabido que esto podía pasar.

Y sin dejar que ella diga algo más, me metí a su baño, para ver si el agua corriendo por mi cuerpo, podía borrar todas esas sensaciones, de celos y enojo, que sentía en este momento.

Addison:

¿Qué haces aquí? –vuelvo a preguntar, cuando el nota la incomodidad que siento, cuando sus labios chocan con los míos, y yo soy consciente, que Meredith nos observa desde lejos.

-Tu papá me dijo que tuviste un accidente, y como no te pude localizar, y no regresabas, quise comprobar por mí mismo, que estas realmente bien.

-No era necesario que vinieras...

-Regrese por ti, mi amor, además que tenemos muchas cosas que hacer, para la boda y... -la boda, lo había olvidado, pues claro Addison, esa pequeña rubia, es la única que ocupa tus pensamientos.

Yo voy a agregar algo más, cuando una Meredith, claramente muy cabreada pasa por nuestro lado, mientras yo intento pararla, fracasando en mi labor.

-Mira, Mer, él es... -ella ni siquiera nos volteo a ver, entrando a la cabaña de Ellie.

- ¿Siempre es así de mal educada? –dice Mark, señalándola, con una cara de pocos amigos, típica de él.

-No –murmuro –ella no es así.

-Al fin te encuentro –dice, ahora Derek, llegando a nuestro lado, y sin notar la presencia de mi prometido - ¿solo quería saber cómo les fue, en su clase?

- ¿Diste clases? –pregunta incrédulo, lo que hace que Derek note su presencia –¿te pusieron a trabajar Addison?, esto es increíble.

-No, no es lo que tú crees –lo paro –mira, él es Derek, uno de los encargados de la comunidad, y un buen amigo –le digo con una sonrisa –mira, él es Mark, mi prometido.

-Mucho gusto Mark –dice el, extendiendo su mano, que toma de mala gana.

-Bueno, como te decía –dice ignorando a mi nuevo amigo -vine por ti, para que volvamos juntos a la cuidad.

-Mark, yo...

-Addie, tengo trabajo que hacer, y tú, una boda que planear, así que entre más pronto volvamos, mejor –dice analizando este lugar, que se, no es de su agrado, muy austero para su gusto.

-Derek –digo, ignorándolo –podrías quedarte un momento con él, necesito hacer algo antes –el solo asiente, sabiendo a que me refiero, y cuando estoy a punto de irme, Mark vuelve a hablar.

- ¿Vas a recoger tus cosas? –pregunta con ilusión.

-No Mark, no lo hare todavía –y me voy, sin esperar su respuesta.

Cuando llego a la cabaña de Ellie, la encuentro recostada en su cama, con un libro en sus manos, que claramente no está leyendo, y de fondo se escucha el agua de la regadera correr.

Ella me voltea a ver, con los ojos llorosos, cuando me escucha entrar.

-Pequeña, ¿está tu tía?

-Se está bañando, ¿quieres que le hable?

-No, déjalo así –me doy media vuelta para salir, cuando vuelve a hablar.

- ¿Te vas a ir? –murmura.

-Pequeña, yo... -me giro, solo para comprobar, que ya tiene lagrimas corriendo libremente por su rostro.

Debí suponer, que no solo iba a lastimar a la rubia, si no también a su pequeño clon.

-Yo... tengo que regresar a México, mi prometido estaba preocupado, y sé que mi padre también lo está, y tengo que...

-Planear una boda –responde –si lo sé, pero no te puedes ir así, sin luchar por ella –señala el baño, donde la rubia esta - ¿acaso no la quieres?

-No es así de fácil Ellie...

-Los adultos son muy complicados –dice cruzándose de brazos, enfadada –si en verdad la quieres, no la dejes ir, Addie, no había visto a mi titi tan feliz, como los últimos días, y eso es gracias a ti, por favor, lucha por ella, ¿sí?

Ojalá fuera tan fácil, como eso, al final, por seguir a mi corazón, terminare, haciendo sufrir a las tres personas, mas importantes de mi vida.

-Ven aquí –le digo abrazándola, y ella se aferra a mí, como si eso, hiciera que yo cambie de opinión –te prometo que no me alejare demasiado, ¿estamos?, vendré a visitarlas seguido, y que yo me vaya, no cambia lo que siento por tu tía –ella asiente resignada, yo deposito un tierno beso en su cabeza, saliendo de ahí, rumbo a la cabaña.

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Hola, espero les guste este nuevo capitulo y si es asi denle estrellita y comenten. (⁠.⁠ ⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠).