Narra Yuki
Dos días después
En ese momento, mi estómago rugía de hambre, pero no podía hacer nada al respecto. No tenía permitido comer hasta que terminara todas las tareas que se me habían impuesto. No solo eran las tareas habituales de la escuela; mi padre había añadido pilas de documentos con información sobre la empresa. Según él, tenía que aprender a manejarla para ser su heredero algún día.
Y ahí estaba la verdadera razón detrás de todo: la empresa. Mi padre necesitaba un sucesor, y yo era su única opción. Me explicó, con su tono frío y distante, que su nueva esposa era estéril, así que no podía darle otro hijo. Para colmo, mi abuelo lo había amenazado con despojarlo de todo si no presentaba a alguien pronto.
Arrugué otro documento, el quinto del día, y lo tiré al suelo junto con los demás. Mi habitación parecía un campo de batalla de papeles arrugados. Dejé caer mi cabeza sobre el escritorio, derrotado, pero el sonido de una voz detrás de mí me hizo levantarla de golpe.
-¿Qué haces descansando? ¡Si no has terminado, ni pienses en irte a dormir!-La voz de mi padre resonó en la habitación como un látigo. Otra vez él, irrumpiendo para supervisar si cumplía con sus órdenes. Sus ojos se clavaron en los papeles desordenados sobre el escritorio, y su expresión de desagrado fue como una sentencia.
-¡Recién vas por las primeras páginas del primer documento que te di!- gritó, arrojando otro expediente con fuerza sobre el escritorio.
-Lo siento, es que yo…- intenté explicarme, pero no llegué a terminar la frase. Antes de que pudiera reaccionar, sentí el golpe. Una cachetada que giró levemente mi rostro. Mordí mi labio, aguantándome el dolor y el nudo en la garganta. Era la segunda vez que hacía eso, y cada vez dolía más. Pero más que el golpe, lo que me destrozaba era el odio que comenzaba a acumular dentro de mí.
Odiaba todo lo que estaba pasando. Odiaba a su nueva esposa, esa mujer que había traído tantos problemas. Odiaba esa estúpida empresa que se había convertido en el centro de todo. Odiaba a mi padre por haberme traído aquí. Pero, sobre todo, me odiaba a mí mismo por no poder enfrentar la situación.
Y en medio de ese odio, también extrañaba. Extrañaba a papá Checo, a Max, a Gasly… Extrañaba la seguridad y el cariño de aquel hogar que ahora parecía tan lejano. Y ahí estaba otra vez, llorando en silencio mientras mi padre seguía regañándome desde el fondo de la habitación, como si no tuviera suficiente con los gritos.
Apreté con fuerza mis manos, intentando contener el huracán de emociones que llevaba dentro. Pero no pude más. Me levanté de golpe de mi silla, enfrentándolo cara a cara. Ya no me importaba nada, tenía que decirle todo lo que había estado guardando en estos dos días.
-¡Cállate! ¡No me interesa ser el sucesor de tu estúpida empresa, no quiero estar contigo! ¡No quiero que sigas siendo parte de mi vida! ¡Quiero que desaparezca de mi vida; - grité, mi voz temblando de ira y desesperación. Lo señalé con el dedo, sin contener las lágrimas que comenzaban a brotar. -¡Quiero a mi papá! ¡Quiero estar con mi papá Checo y... mi papá Max!- Mi voz se quebró al final, y con esas palabras sentí cómo mi interior colapsaba. Todo lo que quería era regresar a mi hogar, a mis verdaderos padres, a ese lugar donde alguna vez fui feliz.
Pero fue un error. Un error que nunca debí cometer.
El golpe llegó antes de que pudiera reaccionar. Un puñetazo seco en el rostro que me hizo tambalear. El dolor fue instantáneo, ardiente, pero el impacto emocional fue aún peor. Apenas había procesado el golpe cuando sentí cómo me tomaba del cabello, obligándome a levantar la cabeza. Su rostro estaba tan cerca del mío que podía ver el odio encarnado en sus ojos.
-Vuelve a decir esas palabras y juro que terminarás en un hospital. Y no me importa que seas mi hijo-, escupió con frialdad, cada palabra cayendo sobre mí como una sentencia. -Y si vuelves a llamar a ese piloto de mierda 'papá', lo mataré.-
El mundo pareció detenerse en ese instante. Su amenaza retumbó en mi cabeza como un eco interminable, aplastándome. Mi cuerpo temblaba, no solo por el dolor físico, sino por el miedo que me consumía por completo. ¿Cómo había llegado a esto? ¿Cómo podía alguien que debería protegerme convertirse en la fuente de mi peor pesadilla?
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¡Yuki!
FanfictionEsta historia está narrada principalmente desde el punto de vista de Yuki, mostrando el impacto que puede provocar la separación de sus padres y la inesperada aparición de dos personas en su vida que, con el paso de los días, la transformarán por co...