PASION PROHIBIDA

39: el león

Adara Petrova

Una hora más tarde ya estamos en el lugar donde se va a dar todo este lío.

Este lugar es básicamente, subterráneo.

Una hora en carro para llegar en medio de la nada, luego mi padre pisó algo y el suelo se abrió como en las películas.

Genial. Ya no se que esperar.

Bajamos por escaleras que para mi no sorpresa están bien mantenidas.

No tienen color; son de piedras, me pregunto cuanto tiempo tiene este lugar.

Al finalizar las escalera entramos en un pasillo ancho lleno de guardias armados hasta los dientes, todos agachan la cabeza a nuestro paso, apenas y respiran nuestro mismo aire.

El pasillo es iluminado y al terminar entramos en un espacio enorme, joder.

El techo es de cristal dorado, una enorme y elegante lampara guinda de este dando una iluminación clara y brillante.

Las paredes son blancas, estás sostienen palcos elegantes y similares a una sala de teatro.

Hay mesas en cada palco, por palco hay al menos 4 sillas y este espacio es enorme, aquí entrán más de mil personas.

El espacio es enorme y alto, el suelo es blanco al igual que las paredes, en este hay un ring, jodidamente dorado, y hay una jaula el triple de alto que yo, también dorada.

Creo que es el color representativo de mi familia.

Los palcos ahora están vacios, ya que nosotros llegamos antes de que todo este lugar se llene de la gente más peligrosa del mundo.

Mi padre ya me dijo que todos los lideres de cada mafia iban a estar aqui.

Desde entonces está de mal humor, porque el lider de la mafia italiana va estar aquí y él no le pude hacer nada, ni él ni la Bratva, nadie. Son las reglas.

Y yo soy mala para seguir las reglas.

Seguimos recto, pasamos por el ring y la jaula, hasta ahora solo hay hombres de la Bratva.

Nadie puede ver mi rostro aún, estoy cubierta de pies a cabeza con un encapuchado negro y además llevo una mascara.

Los hombres apenas me miran, pasan de un lado a otro atareados, supongo.

Llegamos al otro extremo del lugar y hay una puerta enorme de color dorado, también, que novedad.

Mi padre me abre la puerta y miro todo mi alrededor antes de darme por vencida y entrar.

Mi abuelo se queda atrás y me guiña un ojo y se va con el resto de mi familia.

Mi padre en cambio entra conmigo.

Este lugar es un camarino.

Ni si quiera me molesto en ver a mi alrededor o detallar algo, miro directamente a mi progenitor.

— Tienes 2 horas antes de que toda esta mierda inicie, Adara — me mira con intensidad, sus ojos verdes me intimidan un poco —  allá afuera soy el lider de la mafia más poderosa y peligrosa que existe, un hombre que no tiene piedad por nadie, un hombre que no alberga debilidades. Sobrevive porque sino todo el mundo se va a enterar de quien es la debilidad de los Petrov, porque en el momento que vea que no puedes con él todos vamos a intervenir, no vas morir, recuerda de quien eres hija.

Y se va.

Mierda. Se que no miente, jamás me dejarán morir y eso les va a costar todo.

2 horas más tarde todo es un alboroto, la bulla de afuera se escucha desde el camerino donde estoy, nadie ha entrado desde que yo estoy aquí.