PASION PROHIBIDA

Capitulo 7: Edgar Guidacci

Edgar Guidacci

Un dia antes de la fiesta de Luka, Parte 2.

Voy entrando a mi oficina con Alejandra jodiendome la maldita existencia de Hablandome de no se que mierda.

—Edgar, ¿me estas escuchando?—inquiere Alejandra con frustración, mientras yo me siento en la silla de mi escritorio.

—¿Quieres la verdad "hermanita"?— le pregunto con ironía ya harto de la situación.

—!Es importante!, por una vez en tu vida escuchame.— chilla y para que se vaya lo antes posible le hago una seña con la mano para que hable.

—tienes 5 minutos Alejandra, ni más y si es menos te lo agradecería.—espeto sincero.

—bien, a Luka Petrov todos los 15 de febrero le celebran su cumpleaños en la mansión petrov, pero el homenaje a esa niña muerta duró hasta hoy así que la fiesta es mañana y adivina que..— dice y estoy a punto de mandarla a matar por hacerme perder el tiempo en cosas que ya sé.

—¿me viste cara de brujo, Alejandra?—imquiero con ira por su ridiculez.

—amargado, la fiesta será mañana y es de antifaces, claro que es opcional, pero a ti nadie te ha visto y puedes aprovechar a darles una sorpresa O lo que sea que quieras hacer.—dice y le presto atención ya que si es algo que me interesa.

—Mm, ¿y tú que quieres a cambio?, por que la información no es de a gratis, habla ¿que quieres? — pregunto y me sonríe inocentemente.

—para nadie es un secreto de lo bueno que esta Luka Petrov, quiero que me lleves a la fiesta, por favor — responde haciendo un puchero que en vez de verse "tierna" se ve como poseida.

—anda si quieres me da exactamente igual, si te matan no es mi problema, solo no interfieras.— le digo restandole importancia.

—Bien, me voy "hermanito".— entrecierro los ojos en su direccion, ella sabe que odio que me llame así, sonríe y se va.

Me quedo pensando si será buena idea visitar a los Petrov O mejor mandarles un regalo de pésame por la niña muerta.

La maldita niña hubiese sido poderosa, pero,  padre la mató, ni modo.

Escucho toques en la puerta y ya me imagino quien puede ser, así que digo que entre y como lo suponía entra Valeria con un vestido negro pegado al cuerpo que desde ya me está volviendo loco.

—Edgar, que apetecible estás hoy O bueno siempre lo estás, pero más de lo normal — dice relamiéndose los labios.

— Al grano Valeria, ¿tienes la información que te pedí? — le digo sin rodeos, me levanto a servirme un vaso de licor esperando a que hable.

—me ofendes, ¿cuando te he quedado mal, cariño? —dice mimada.

—no me llames de esa manera sabes bien que odio los apodos O al menos los de ese tipo. — digo sentandome en el sillón que está cerca del mini bar de mi oficina.

—si, ya conseguí la información sobre la nueva capitana de la tropa Elite de la FCE, no hay mucho, pero si cosas que pueden interesarte, ah y no hay fotos y al parecer no se entrenó en la FCE como los otros. — dice extendiendome una carpeta, la tomo y se sienta en el escritorio haciendo que el vestido se le suba dejandome ver sus muslos.

—Bien, puedes retirarte. —digo haciendola fruncir el ceño, esperaba que la cogiera, pero hoy no tengo tiempo para eso, se va cerrando la puerta de un portazo.

Abro la carpeta y empiezo a leer.

Expediente de Agatha Fernandez

Hija del ministro de la FCE.