PDV Pamela
14 de agostoEstoy sentada frente a mi computadora en el trabajo. Busco apartamentos de 3 cuartos. Quiero que estemos cómodos los 3. Todavía me siento rara por que me voy a casar con Julian. No era así como quería formar mi familia pero aún así no puedo esperar para a que Helena nazca.
Encontré uno en un excelente precio. Lo separaré para mostrárselo a Julián. Tiene piscina y un parque al lado.
También necesito comprar las cosas de la niña. Me llevaré a Antonia conmigo. Ella sabe lo que puede ser bueno y lo que no.
Tomó el teléfono de la oficina y le marco a Antonia.
- Hola Antonia. Se qué va a sonar loco pero voy a ser mamá y necesito comprar muchas cosas para niños y tu eres la experta en eso ¿Podrías venir conmigo después de que salga del trabajo?- pregunto. Hay un leve silencio en la línea.
- ¡¿Estas embarazada?!- pregunta ella asustada.
- No, Antonia. Es complicado ¿Puedes venir si o no?- pregunto.
- Claro, pero esto me lo tienes que explicar.- dice ella.
Cuelgo la línea y sigo en mi trabajo. Sonrió como una tonta. Me encanta la idea de ser mamá.
Las horas en el trabajo pasan lentas, sólo por que quiero salir a comprar las cosas.
- Ya me voy, Cecilia. Deseame suerte.- digo tomando mi bolso para irme. Cecilia es la otra muchacha que trabaja conmigo. Le estaba contando lo emocionada que estoy.
- Suerte, te veo mañana.- dice ella con una tierna sonrisa.
Salgo de la oficina y me subo a mi auto. En ese momento, Julián llama a mi teléfono.
- Ya tengo los papeles en mis manos. ¿Estas segura de que quieres hacer esto?- pregunta él.
- Si quiero. Eres mi mejor amigo y te apoyaré en todo. Además, no dejo de pensar en lo lindo de ser mamá. Así qué no más rodeos, Voy a ser tu esposa y la madre de tu hija.- digo. Mi corazón late a mil otra vez. Quiero salir corriendo y brincar.
- Gracias Pamela, te hablo luego. Te quiero.- dice él cortando la línea. Ese te quiero movió algo dentro de mi. No se, quizás son cosas locas mías.
Conduzco hasta la casa de Antonia. Llego y toco la puerta. Sale con dos de los niños en los brazos y otro agarrado del cuello.
- Cambio de planes, me llevaré a los chicos. La niñera canceló.- dice ella. Yo trato de ayudarla cargando a Enrique que es el que se aguanta de su cuello.
- No hay problema, ellos también ayudarán.- digo sonriendo.
Los subimos a su auto y nos dirigíamos a una tienda de bebés.
- Entonces, ¿Cómo es eso de que vas a ser mamá y toda la cosa?- pregunta ella muy confundida, yo rio.
- Es algo complicado. Julián conoció esta pareja que no querían a su bebé y decidió adoptarla. Luego yo quería ayudarlo y ahora nos vamos a casar y...-
-¿¡QUÉ!?- dice ella frenando en el medio de la calle, gracias a Dios que no habían más carros. Creo que me disloqué el cuello.
- ¿Qué te pasa Antonia? ¿Estas loca?- pregunto asustada, mirando hacia atrás para ver como están los niños. Ellos están como si nada, parece que su madre lo hace muy seguido.
- ¿Te vas a casar con Julián?- pregunta ella aún sorprendida y en medio de la calle.
- Si, pero no es nada. No lo amo. ¿podrías acelerar?- digo algo nerviosa.
- No lo puedo creer.- dice Antonia sonriendo.- Siempre dije que terminarían juntos.
- No, sólo quiero ser mamá.- digo.
- Si, claro.- dice ella sarcásticamente. Yo ruedo mis ojos y sonrió. Esta mujer está loca.
Llegamos a la tienda de bebés. Julián me había dado su tarjeta de crédito para comprar todo lo que hiciera falta. Entramos a la enorme tienda. Los trillizos estaban amarrados con un arnés individual en forma de mono. Se veían tiernos. Los tres eran muy tranquilos.
- Me gusta aquella cuna.- digo señalando una preciosa cuna color crema, tiene un grabado precioso de un caballo. Tiene arriba algo que parece de princesa. Me encanta, cuando vamos a ver para cómprarla ya estaban todas reservadas. Tuvimos qué seguir buscando.
- ¿Qué tal aquella?- dice Antonia señalando una cuna color marrón oscuro con los barrotes en forma de pilar. También se veía hermosa. Cuando fuimos a verificar, sólo quedaba una. La tomamos sin pensarlo dos veces.
- la cuna ya esta, ¿Qué sigue?- pregunto a Antonia.
-Bueno necesitas un lugar donde puedas cambiar a la bebe.-dice ella.-Algo como eso.- señala a un "changing station" del mismo estilo de la cuna. También la añadí a la lista. Lo bueno es que ellos te envían todo a tu casa.
Seguimos caminando y vi una mecedora que hacia juego con la cuna. También la añadí a la lista. También añadí un tocador, un corral de juegos, un asiento para carros y un coche. Una silla para comer, un andador. Creo que compre lo suficiente.
Firmo unos papeles y salimos de la tienda.
- Todavía no puedo creer que te vas a casar con Julián.- dice Antonia amarrando a uno de los trillizos a su asiento.
- No es por amor, Antonia.- digo ayudándole con los otros chicos.
Ella me da esta única mirada de »A mi no me engañas«. Nos subimos nosotras al auto. Ahora nos dirigimos a comprar lo otro necesario para la bebe.
Cuando estábamos apunto de arrancar, Julián me llama.
- ¿Alo?-
- Pamela, Julia tiene contracciones. Parece que va a parir, pero sólo tiene 7 meses y algo. Voy para el hospital, por favor te necesito.- dice él mientras su voz se oye quebrada. Esta desesperado.
- Tranquilo, ya voy para allá. Todo va salir bien.- digo tratando de calmarlo. - Necesito que me lleves al hospital, parece que Helena viene más pronto de lo que pensamos- digo a Antonia. Ella presiona el pedal como toda una corredora de autos profesional. Enserio que es una loca al volante.
En menos de 20 minutos llegamos al hospital.
- Suerte, te veo luego. Mantenme al tanto de todo.- Le agradezco a Antonia por todo y se va. Entro corriendo y subo al piso de maternidad. Allí veo a Julián sentado en las bancas. Corro a él.
- Ya estoy aquí, todo saldrá bien.
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Gracias por leer, Love you.
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Helena: Pequeña Princesa
Teen FictionJulián y Pamela son mejores amigos. Ambos divorciados, deciden adoptar una niña. Pero para eso tendrían que casarse y convivir bajo el mismo techo. ¿Cómo podrán llevar su relación de amistad? ¿Acaso Pamela dará cuenta de que Julián es el amor de su...