Helena: Pequeña Princesa

Helena Isabelle

PDV Julián
14 de agosto

- Si, queremos que sea lo más pronto posible.- digo a la persona que programa la cita para que un juez nos case. Esto de la boda me tiene algo nervioso, sólo firmaremos un papel y yo siento que haremos la boda más grande del año.

- ¿Puede ser para el 18 de agosto?- pregunta la secretaria.

- ¡Si! Es una excelente fecha.- digo emocionado.

- Perfecto, entonces el 18 a las 2:30pm- dice ella entregándome un papel.

- Gracias.- digo y salgo de la oficina.

Me voy a casar por que voy a ser papá. Que raro suena. Me subo al auto y Julia me llama.

- Escucha, Tengo mucho dolor. Creo que esta cosa quiere salir. Tan pronto salga, me iré. No me quedaré para nada. Necesito que me busques y me lleves al hospital, que sea rápido. Esto duele mucho.- dice ella, con su actitud arrogante, como siempre. Yo entré en un poco de pánico. Todavía no me he casado y la niña ya viene.

- Estaré allí en 5 minutos, trata de aguantar.- digo abrochando mi cinturón de seguridad. Ella cuelga, acelero tan rápido como puedo.

Como dije, llegué al apartamento en menos de cinco minutos. Subo y toco la puerta algo desesperado.

- Ya, vamonos.- dice ella caminando como un pingüino. Yo trato de ayudarla a bajar las escaleras pero ella no se deja ayudar. La subo a mi auto y conduzco lo más rápido que puedo.

- Me duele mucho, ¿podrías acelerar?- dice ella.

Entonces recuerdo un momento que viví bastante parecido a lo que esta pasando ahora.

•Flashback•

- Aguanta, vamos. Respira conmigo- digo a Raquel mientras hago gestos graciosos con mi boca. Estoy nervioso, este es mi primer hijo.

- ¿Podrías acelerar?- dice ella casi gritando.

- Si amor. Hago lo que puedo.- digo mirando la gran panza de mi esposa.

Llegamos al hospital, algunas enfermeras la sentaron en un sillón de ruedas y la llevaban al piso de maternidad, yo trataba de no comer las pocas uñas que me quedaban.

Tuve la oportunidad de entrar a la sala de parto. Luego de tanto de pujar, escuche lo más hermoso del mundo. Mi hijo, Gabriel, Llorando. Era tan grande, me sentí tan feliz. Besé a mi esposa en la frente y le dije cuanto la amaba.

•Fin del flashback•

Entre todo el ajetreo, se me había olvidado llamar a Pamela para decirle que Helena quería venir ya. Entonces le  llamo.

- ¿Alo?- contesta ella.

- Pamela, Julia tiene contracciones. Parece que va a parir, pero sólo tiene 7 meses y algo. Voy para el hospital, por favor te necesito.- digo mientras mi voz se oye quebrada. Estoy desesperado.

- Tranquilo, ya voy para allá. Todo saldrá bien.- dice ella con esa voz tan dulce, me relajó un poco.

Llegamos al hospital y rápido pedí una silla para poder llevarla para sala de partos. Estoy algo ansioso por que la niña será prematura.

- Señor tiene que quedarse aquí.- dice una de las enfermeras mostrando una sala de espera. Habían otros padres esperando a que sus hijos nacieran. Se veían tan graciosos. Sus caras eran de miedo, frustración. Así estaba yo con mi primer hijo, pero Helena,  se que esa pequeña niñita será más fuerte que todos nosotros.

Me siento en una silla y trato de calmarme un poco.

- Ya estoy aquí, todo saldrá bien.- dice Pamela tocando mi hombro. Yo me levanto y la abrazo.

- Vamos a ser papás.-digo, entonces mis ojos se cristalizan un poco. Trato de soltar aunque sea una lágrima, pero no puedo. Creo que jamás podré volver a llorar.

- Si. Pero todavía no nos hemos casado, el centro de adopción no nos dará a la niña si no estamos casados.- dice Pamela algo preocupada.

- Tranquila, ya nos casaremos. Serás la Sra. Morrelli el 18 de agosto. Felicidades.- digo sonriéndole. Ella me abraza emocionada.

- Todo esta pasando tan rápido.- dice ella.

- ¿Compraste todo lo que es necesario?-pregunto.

-Si, sólo faltaría la ropa y cosas así. Pero no pensé que fuera a venir tan rápido. - contesta.

- Nos tomo por sorpresa a todos.- digo sonriendo.

Nos quedamos con una hora más allí, esperando buenas noticias sobre la niña. De repente, salió el doctor. Nosotros nos levantamos de momento.

- ¿Usted es el esposo de Julia Theodopolis?- pregunta el doctor.

- Algo así, ¿Cómo está la bebe?- digo sin querer explicar todo lo que esta pasando.

- Ella esta muy bien, aunque todavía es muy pequeña. Tendría que quedarse aproximadamente un mes. Si se mejora antes, la podrán llevar a casa. Mientas tanto, tendrá que quedarse.- dice

- ¿Podemos verla?- pregunta Pamela aguantando mi brazo.

-  Claro, venga conmigo.- dice y le seguimos.

Tuvimos qué ponernos batas, mascarillas y guantes. Estábamos entrando a una zona de bebés prematuros. Cualquier cosa podría afectar la salud de estos pequeños.

- Aquí esta, ¿Cómo piensa ponerle?- me pregunta el doctor. Yo le sonrió.

- Helena Isabelle.- el doctor escribe en sus papeles, sonríe y nos muestra unos agujeros por donde podríamos meter nuestras manos para tocar a la niña.

- Adelante, con cuidado.- dice el doctor.

Entonces Pamela tímidamente mete una mano y toca la mano de Helena. Están pequeña, sus piecitos son hermosos. Su nariz es tierna, parece de mentira.

- Es hermosa, Julian.- dice Pamela sonriendo con sus ojos cristalizados.

- Lo se, es nuestra hija.- digo, nos quedamos mirando por un rato, lentamente nos acercábamos para lo que sería el mejor beso hasta el momento. Antes de que pudiera tocar un centímetro de sus labios ella gira su cara.

- No es por amor a nosotros que hacemos esto.- dice ella, saca una tierna sonrisa para que no suene tan feo lo que dijo.

- ¿Por que no? Sabes que daría lo que fuera por ti. Si sólo me dieras la oportunidad, cuando llegáramos a viejitos te diría "Viste que te amaría para siempre" pero no dejas que te ame.- digo

- Es que .... No lo se, quizás no me siento preparada. Enfoquemonos en la niña. Ella es la razón por la cual estamos haciendo esto ¿No?- dice ella.
Yo sonrió y trato de ocultar el dolor que siento.

- ¿Puedo?- digo refiriéndome a meter mis manos en la incubadora. Pamela saca las suyas y meto las mías con cuidado. Siento que al más mínimo esfuerzo pudiera lástimarla.- Hola Helena, soy papá. Yo te cuidaré y te daré todo lo que esté en mis manos. Te lo prometo, princesa. Gracias por llegar a mi vida. Se que harás muchos cambios en mi.- digo sonriendo.

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Gracias por leer, Love you.