Helena: Pequeña Princesa

Una bebé, un Papá

PDV Julián
14 de noviembre

-¡Pamela! Ayúdame con esto- digo algo desesperado. Ella sólo ríe. Se burla de mi.

- Te ves tan gracioso. No puedo parar....- dice ella muerta de la risa.

- Ya Enserio, ayúdame.- digo aguantando las piernitas de Helena en el aire. Yo le estaba cambiando el pañal, pero no sabía que nuestra hija era terrorista. Por qué lo único que habían ahí eran bombas. Pamela aún se burla de mi.

- Es para que veas con lo que tengo que lidiar.- dice ella tomando mi lugar.

Helena tiene ya un mes de nacida. Su condición de salud es muy buena. Ha crecido tan rápido, tiene unos cachetitos tan lindos. Soy muy feliz junto a mi hija. Pero aún no se cómo hacer algunas cosas. Es que fue hace tanto tiempo que cuide de un bebé, que tengo miedo de lastimarla.

- No puedo creer que esto esté pasando. Hace algunos meses sólo éramos amigos y ahora mira ya todo lo que hemos hecho.- digo mirando a Pamela quien ahora abrochaba el pañal de Helena.

- Yo tampoco. Para mi esto es un sueño hecho realidad.- Dice Pamela sonriendo de manera especial.- Tengo que salir un momento, te toca quedarte que Helena.- dice ella entregándome a la sonriente niña en los brazos.

- ¿Me la vas a dejar?- digo algo preocupado. Siento que mi corazón va a velocidades incontrolables.-Pero ¿y si pasa algo? ¿Qué hago? ¿A quién llamo?-

- A nadie. No va a pasar nada.- dice Pamela riéndose. Me da un beso y se va.

Yo me quedo con la niña en mis brazos. Camino hacia la sala y me siento con cuidado en el sofá. Ella duerme en mis brazos. No puedo dejar de mirarla, es hermosa, tiene la nariz más linda que haya visto. Siento tanto amor por esta bebé que no puedo explicarlo.

- Helena, prometo que te cuidaré hasta el fin del mundo. No dejaré que nadie te haga daño, tu eres mi florecita. Quiero que seas feliz en todo momento. Sólo llorarás por felicidad.- digo aguantando su manita. - Ahora tu promete que no tendrás novio hasta los 60 años, que me dejarás dormir en las noches. Que no tendrás problemas en la escuela. Que vestirás sólo con pantalón largo. Que no usarás maquillaje y que no me abandonarás cuando sea un viejito.- digo serio. Me gustaría que Helena pudiera cumplir la promesa que me acaba de hacer.

Pase el tiempo con ella en mis brazos. Contemplando con miedo su belleza.

Luego de 3 horas llega Pamela, con una bolsa de comida casera.

- Fui a casa de Antonia. Sabes que no puedo vivir sin ella...- dijo mostrándome las bolsas de comida.

-Pensé que nunca volverías. Ya tenía miedo de que despertara.- digo refiriéndome a Helena, ella se aproxima a mi y la toma en sus brazos.

- Ella es un angelito.- dice Pamela hipnotizada por Helena.

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