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PDV Julián
23 octubre

- Sabes que te amo, no te preocupes por nada. Tu tranquila, ya son 8 meses y no quiero que el parto se adelante y yo no pueda estar ahí. - digo hablando por teléfono con Pam.

- No seas dramático.- ríe un poco.- Espero que todo esto acabe pronto para que llegues a casa. Los niños y yo te extrañamos. No tardes ¿Si?- dice, no sabe cuanto amo que me extrañen.

- Te prometo que todo acabara más rápido de lo que crees. Ya me tengo que ir, Adam me hace señales de que corte, Te amo.- digo cortando el teléfono.

Estábamos en el centro judicial, hoy se vería el caso por la custodia de Helena. Adam había venido como mi representante y Leonardo y Julia llevaron un abogado que Adam y yo conocíamos bien. Era muy predecible, sería fácil ganar el caso si él estaba defendiendo.

- Ya vamos a empezar, ¿Estas listo?- me pregunta Adam.

- Claro. - digo sonriendo. Debo admitir que estaba algo nervioso, pero algo me reconfortaba, llegar a casa y ver la sonrisa de mi pequeña niña. Por ella, podría combatir cualquier cosa.

Entonces nos llaman a sección, comenzamos a discutir el caso y a plantear el problema.

- Sr. Morrelli, ¿Podría explicarnos como obtuvo los papeles de adopción?- me pregunta el abogado de Julia.

- Ella llegó a mi oficina, buscaba divorciarse de su ex-esposo. Pero ella estaba embarazada, así que para que ella pudiera divorciarse y que no le pasara nada malo a la niña, decidí adoptarla. Redacté un papel que claramente establecía que la Sra. Julia renunciaba a TODOS su derechos maternales. Ella firmó y cuando nació la niña, ella se fue. Cumpliendo así con el documento.- digo recordando y mostrando el papel que Julia firmó hace algunos 5 años. La jueza pidió ver el documento.

-¿No piensa usted que mi cliente, podía estar amenazada por su ex-pareja y por tanto, prefirió dar en adopción a su criatura?- dice el abogado tratando de convencer a la jueza.

- Objeción. El abogado está planteando un escenario imaginario para efectos dramáticos.- interrumpe Adam.

- A lugar. Manténgase en los hechos, Sr. Fuller.- dice la jueza

-Disculpe. No más preguntas, Sr. Morrelli.- dice Fuller con una evidente furia.

- Su señoría, queremos hacerles unas preguntas a la Sra. Julia.- dice Adam.- Sra. Bracco...

- No soy la Sra. Bracco, aún.- dice Julia.

- Oh disculpe. Entonces, ¿Por qué firmó el documento?- pregunta Adam.

-Escuche, yo estaba en otras ideas. Ya entendí que es mi hija y que la quiero junto a mi.- dice ella, mirando siempre a Leonardo. Como sí estuviera nerviosa.

- Me parece bien, pero lo que no esta correcto es querer violar un contrato.- dice Adam.

- Es mi hija.- dice Julia.

-La cual usted dio en adopción.- dice Adam

-Objeción.- dice Sr. Fuller.

- No a lugar.- dice la jueza sin tan siquiera mirarlo.

- No más preguntas para la señora. Si me lo permite su señoría, quisiera ahora, hacerle unas preguntas al Sr. Bracco.- dice Adam mirando fijamente a los ojos de Leonardo, quien tenía una cara de arrogancia horrible. Si no estuviéramos en la corte, le rompería la cara.

- Adelante..- dice la jueza.

-Sr. Bracco, ¿Dónde conoció a la Sra. Julia?- pregunta Adam.

- En una cafetería. Simplemente hablamos y ya luego nos gustamos y tenemos planes de casarnos, crear una familia. Es por eso que queremos a Helena.- dice Leonardo.

-¿Es por eso? ¿o por que quiere torturar a su ex- esposa, quitándole a su hija?- dice Adam

- Objeción, su señoría, El Sr. Bailey esta especulando.- dice Fuller.

- A lugar. ¿tiene pruebas de lo que esta diciendo, abogado?- dice la jueza.

- Si su señoría, aquí está el certificado de divorcio. El Sr. Bracco estuvo casado con la Sra. Pamela Morrelli, ahora esposa de mi cliente. Bracco envió constantes mensajes a la esposa de mi cliente diciendo que se arrepentiría del divorcio y que no se quedaría con las manos cruzadas. Aquí están las pruebas.- dice Adam entregándole todos los E-Mails que Leonardo le envió a Pamela, mucho antes de que nos casáramos.

- Eso no significa nada, sólo queremos a la niña.- dice Leonardo alterándose un poco.

- No más preguntas su señoría.- dice Adam, sentándose a mi lado.

- Tomaremos un receso para deliberar.- dice la jueza.

Salimos de la sala y nos paramos en el pasillo. Se que lo hicimos bien. Entonces me volteo y veo a Leonardo discutiendo con Julia. La toma por el brazo y la sacude un poco fuerte. No puedo permitir que este hombre le haga lo mismo que le hizo a Pamela.

- Oye, oye. No la toques, no seas animal. - digo caminando hasta donde estaban ellos.

- No te metas abugaducho.- dice

- No la toques o llamaré a los guardias.- digo con un calma inexplicable.

- Esta bien. Veremos si puedes ser así de bravo fuera de aquí.- dice sonriendo.

- Ya Julián, van a empezar.- dice Adam tomándome por el brazo antes de que pueda decir algo.

Entramos una vez más a la sala.

- El jurado ha decidido, unánimemente, que el Sr. Morrelli se quede con la niña, puesto que existe un documento oficial y él es el padre legítimo de la criatura.- dice la jueza. Entonces Adam me extiende sus brazos para abrazarme. Yo estoy más que contento. Leonardo da un golpe en la mesa y sale de la sala. Julia se queda allí, petrificada. Pude ver que lloraba un poco.

Salí luego de despedirme de Adam, quería llegar a casa para decirle a Pamela que ganamos el caso. Llegué luego de unos minutos que parecían eternos.

-Papá.- dice Santiago al verme, yo lo cargo.

- Hola superhéroe. ¿Cómo estas?-

- Bien.- dice sonriendo.

-¿Dónde esta mamá?- le pregunto.

- Aquí, que bueno que llegaste.- dice Pamela. Tiene puesto un camisón rojo de manga larga que le llega a las rodillas. Me acerco a ella y le doy un beso. Pongo a Santiago en el suelo.

- Ganamos.- digo.

-¿Qué? ¿Enserio?- dice ella sonriendo emocionada.

-¡Si! Helena es nuestra niña, nuestra pequeña princesa.- digo abrazándola.

- ¡Papá!- dice Helena corriendo hacia mi. No tiene nada de pelo, pero aún así esta hermosa.

-Ven princesa.- digo extendiendo mis brazos y la cargo. Le doy muchos besos y ella ríe.

Alguien toca a la puerta y Pamela va para abrir. Debería recordarle que está en pijamas pero quiero ver la reacción de la persona que la vea.

Entonces veo la cara de Pamela y le pido a Helena que se vaya a su cuarto. Esto no podía ser bueno

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Gracias por leer, ❤️

Helena: Pequeña PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora