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¿Qué pasa aquí? ¿Cómo que has subido un capítulo si no estamos a domingo, Carla? Bueno, para quienes no estéis en el grupo de Telegram, que sepáis que esto es un regalito que os he dejado para San Valentín. Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo he hecho escribiéndolo. Feliz día a todas las que hayáis encontrado el amor. Y a las que no, espero que algún día encontréis a alguien que os quiera tanto como Nolan a Jules ❤️

Mi ausencia en el pueblo pasaría desapercibida, pues mi trabajo consistía precisamente en mantenerme oculta a los ojos de la gente. Pero Landon y Morgan tenían responsabilidades, eran figuras públicas en Harpers Ferry. Si no daban señales de vida pronto, levantarían sospechas y podrían incluso alertar a quienes estábamos intentando evitar.

Por eso, después de pensarlo mucho, decidimos que lo mejor sería mantener sus labores sin exponerse demasiado. Los demás nos quedaríamos en la cabaña mientras ellos continuaban con sus tareas habituales en el pueblo. Así mantendríamos cierta normalidad ante los ojos de la comunidad. Además, Foster ya no supondría un problema.

Permanecí unos instantes en los brazos de Landon. No me gustaba tener que separarme de él, especialmente ahora, tal y como estaban las cosas.

—Estaré bien —dijo al notar la preocupación en mis ojos cuando rompimos el abrazo.

Al oír eso, me vino a la mente la conversación que tuvimos en su coche, justo antes de que ingresara al hospital psiquiátrico Henninger. Eso fue lo que yo le dije cuando capté la misma preocupación en su mirada.

—¿Estás tratando de convencerme a mí o a ti mismo?

Landon pareció recordarlo, porque esbozó una pequeña sonrisa y repitió aquellas palabras que salieron de mi boca tras esa pregunta.

—Supongo que a ambos.

Luego, me acerqué a Morgan y lo envolví en un abrazo.

—Cuídate, ¿vale? —murmuré contra su hombro.

—Lo haré, no te preocupes.

Al separarme, sostuve su mirada, intentando transmitir la seriedad de mis palabras.

—Hablo en serio.

—¿Por qué no iba a hacerlo? —preguntó, como si no entendiera por qué estaba insinuando lo contrario.

—Arriesgaste la vida por mí, Morgan.

Su rostro se suavizó cuando pasó a una expresión más reflexiva.

—Y lo volvería a hacer sin pensarlo.

Subió al coche de William, dejándome con la palabra en la boca. Él ya estaba al volante, listo para llevarlos al pueblo. Luego regresaría y se quedaría con nosotros en la cabaña. Al ser detective como yo y trabajar en las sombras, nadie lo echaría en falta.

Nils se colocó a mi lado, y ambos nos quedamos viendo cómo arrancaban el motor y se adentraban en el camino de tierra, desapareciendo en la penumbra de la noche. Tenía el mal presentimiento de que esta no era una despedida cualquiera, pero traté de alejarlo.

—¿Crees que ha sido buena idea? —preguntó, con los ojos clavados en el coche que apenas se veía.

—No es la mejor opción, pero era la única que teníamos.

Su suspiro me indicó que lo sabía tan bien como yo. ¿Qué otra cosa podríamos haber hecho? ¿Dejar que ahora también sospecharan de ellos? De todas las opciones posibles, esta era la más segura, aunque no lo pareciera.

—Solo espero que no les pase nada. Morgan es como mi padre —confesó.

Tragué saliva con fuerza, porque también lo era para mí.

En la Sombra del Olvido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora